XXVI. Y nuevas sonrisas

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TH: ¿Eres una mescla entre Aquaman y Batman acaso?  —soltó con ironía al verlo con el cabello húmedo por haber estado afuera mientras llovía de forma tan intensa.

Había estado hace unos minutos en una de sus citas con ese psiquiatra y a nadie seción había escuchado el fuerte sonido de la lluvia en el techo del lugar, supo que lo más seguro era que no cesaría pronto y no se equivocó porque llevaba un raro esperando a que se detuviera para poder ir de nuevo a casa.

JK: ¿Por qué?

TH: Parece que te gusta mojarte, la primera vez que te ví también saliste aunque estuviera lloviendo, por eso Aquaman. Y Batman porque no duermes en las noches —el soltó una carcajada corta al oír la razón —¿Qué haces aquí? Que yo sepa hoy no te toca consulta.

JK: ¿Sabes mis horarios de consulta?—incluso había olvidado el frío que había sentido de inmediato al entrar al lugar por lo mojado que estaba el el aire acondicionado, alzó ambas cejas cuando descubrió lo que estaba detrás de sus palabras, peor ante ello el contrario no se mostró nervioso como alguien que acababa de ser descubierto, seguía mirando su libro.

TH: Los expedientes no están muy bien guardados. Estamos a mano. Solo tú vienes aquí con este clima.

JK: Lo tengo que hacer si quiero dormir al menos tres horas esta noche. Me van a dar un medicamento diferente.

TH: Ya casi eres más pastillas para dormir que humano. Deberías intentar algo más, las pastillas no creo que te ayuden como deberían. Tal vez si corres en la lluvia durante un tiempo al final quedes tan agotado que a tu cuerpo no le quedará más energía para seguir activo y dormirás —claro que eso lo decía como una idea en sumo mala, porque claro que nadie cuerdo pensaría siquiera en ese plan.

JK: Quizás si juegas conmigo bajo la lluvia al final terminarás tan agotado y la habrás pasado tan bien que caerás rendido en tu cama y no tendrás pesadillas —miraba está vez hacia la puerta donde se miraba la imparable lluvia, haciendo casi un río de la carretera. Claro que nadie haría aquello de ir de regreso a casa con esa clase de clima, mucho menos pensando que sería una posible cura para el insomnio y las pesadillas.

Pero claro, ninguno de los dos estaba cuerdo del todo. Entonces pusieron sus celulares, lo único que llevaban consigo ambos, en una bolsa que no permitía pasar el agua y salieron.

Jungkook nunca habría tenido la energía para correr de tal manera, dando saltos y bailando de vez en cuando, riendo. El cansancio era permanente desde hace un tiempo, como si la fuerza en los músculos de su cuerpo se hubiera vuelto más débil con casa noche que no pudo dormir.

Taehyung no habría aceptado la mano que le tendió aquel chico que conocía desde hace tan poco, para ir corriendo a casa cuando afuera había una tormenta. Sus locuras salieron a la luz con el, sus locuras y sonrisas también habían muerto cuando el lo hizo. Pero poco a poco estás parecían alzarse, volverse fuertes de nuevo, no, no era eso; no estaban volviendo a la vida, no porque se sentía inmensamente diferente a antes, era que habían nacidos nuevas locuras y nuevas sonrisas.

Tal vez la madre del castaño sufriría un ataque cuando supiera que su hijo estaba afuera con esa lluvia, pero no tenía porqué saberlo, después de todo no se daría cuenta pues ese día le tocaba doble turno en el trabajo.

TH: Si me enfermo después de esto tu tendrás que explicarle a mi madre cuando haga drama —sacó las llaves del bolsillo trasero e introdujo una de ellas en la cerradura de la puerta principal. Estaba ¿Feliz?
JK: Tu fuiste quién aceptó. Si no lo hubieras hecho creo que hubiera entrado con el doctor para que me diera la medicina.

TH: Entra, te traeré algo de ropa para que te quites la mojada, espérame aquí —subió las escaleras de madera haciendo algunos ruidos por cada escalón que subía.

El rubio miró alrededor de la casa, las cortinas estaban abiertas a pesar de que antes no había nadie en casa, entraba mucha luz.

Aún llovía demasiado, tal vez un poco más intenso de como era cuando habían salido. Cuando menos se dió cuenta el castaño ya estaba de regreso con una muda de ropa, le indicó donde estaba el baño y de inmediato entró para quitarse la ropa empapada.

La cabeza de Jungkook empezó a dolor demasiado de un momento a otro. Cuando salió del baño el castaño le preguntó si se sentía bien, a lo cual contestó que sería por la falta de sueño.

TH: Quien se va a enfermar seguro serás tú. No creo que la lluvia pare en un buen rato, puedes intentar dormir mientras tanto.

Jungkook negó.

JK: Seguro no podré, entonces me sentiré de mal humor.

TH: Entonces... Veamos la película más aburrida que podamos encontrar, tal vez así te dará sueño.

Era una interesante idea, buscó durante un rato una película que cumpliera con los requisitos. Normalmente una persona busca una película que le llame la atención, que parezca entretenida, pero ellos estaban buscando justo lo contrario.

Habían pasado cerca de veinte minutos de la película cuando Taehyung sintió algo pesado posarse en un su hombro, Jungkook había caído profundamente dormido sobre su hombro. Y había sido buena la idea de haber ido a la habitación de Hoseok que estaba desocupada por el momento para ver la película. Trató de acomodar con sumo cuidado al rubio en la cama cuando su respiración se hizo cada vez más tranquila y profunda. Apagó la televisión para que el ruido no interfiriera y se fue de la habitación.

Apenas había pasado media hora de haberse ido cuando por la ventanas se pudieron ver los faros del auto de sus padres afuera, ahora sí que tenía un problema, tendría que hayar la manera de explicar porque un chico dormía en la habitación de su hermano.

Todavía Tenemos Que Pedir PerdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora