CEATD (Otra Realidad) Serie

Cuento de dos dragones

/Narra el autor/

  Era un día como cualquier otro... hasta que suena una alarma.

  Un cuerno comenzó a sonar con fuerza, alarmando a así a los chicos de la academia.

  El primero en despertar fue Patapez, quién en el primer soplido ya estaba levantado tratando de despertar a su dragón, sin exito alguno. Luego siguieron los gemelo, quienes al recordar la alarma, corrieron hacia sus dragones y salieron volando. Después de ellos siguió Hipo y Tormenta, quienes lograron salir con rapidez y eficacia. Por último, salieron Patán y Colmillo, y Astrid y Chimuelo.

  Los dos últimos vikingos, quienes estaban llegando atrasados comenzaron a pelear en el aire.

Astrid: Patán. Me toca ir al Gran Salón.

Patán: Ni pensarlo, querida. A mi me toca el Gran Salón.

Astrid: No es cierto. Ayer quedamos que me tocaba a mi.

Patán: ¿Sabes? Quien llegue primero se lo queda. Nos vemos.

  Luego de que Patán le lanzara un pez a Astrid, ambos vikingos pelearon en el aire mientras causaban caos en la aldea. Al final terminaron cayendo junto con sus dragones en el Gran Salón.

/Narra Hipo/

  Luego del simulacro fallido, Estoico nos puso a todos los miembros de la academia codo con codo mientras nos regañaba por lo ocurrido. Astrid y Patán no eran de llevarse tan mal como para matarse entre si, pero tampoco se llevaban del todo bien y eso preocupaba cuando comenzaban a pelear en serio.

  Mientras el jefe nos regañaba nos mostraba los destrozos de ellos dos.

Hipo: *Sosteniendo los papeles* Jefe, se suponía que iba a ser un simulacro de ataque de Grito Mortal. Esto no debía de ocurrir. Le aseguro que no volverá a suceder.

Jefe: Déjalo, niño. Ya tengo el castigo para todos y cada uno de ustedes.

  El jefe nos mandó a los campos de Mildew. Ya que el no estaba en la isla, de alguna forma alguien debía encargarse de sus campos totalmente descuidados. Al final, la academia debió de encargarse de aquellos cultivos. Debiamos sacar y quemar todos los repollos para luego sacar las piedras y arar la tierra.

  Al princio todo iba bien, ibamos sacando los cultivos y luego la tierra. Hasta ese momento nada se había salido de control o no había indicios de problemas. Eso fue hasta que Astrid y Patán comenzaron a pelearse entre si. Comenzaron a discutir como siempre mientras que todos los demas seguíamos trabajando junto a nuestros dragones. Asi fue hasta que de repente la pelea se torno seria. Colmillo y Chimuelo comenzaron a pelearse. Chimuelo no era de pelear con otros, él era más de mantener la calma y calmar a otros. Tuvimos que intervenir, pero en eso, Tormenta tambien enloqueció. Me cansé y chifle con fuerza, llamando la atención de todos. Costo un poco, pero al fin pude alejar a todos del lugar y alli los dragones se calmaron.

  Lo primero que hice fue interrogar a los chicos y preguntarles que fue lo que paso.

Astrid: Patán y su tonto dragón comenzaron a pelear con nosotros. Chimuelo es testigo de ello.

Patan: ¿Qué? No es cierto. Todo fue culpa de Astrid. Ella comenzo a pelear.

Hipo: Listo. No me importa si se llevan bien o no. Calmense o tendre que hacer que venga el jefe y hable con ustedes dos ¿Quieren eso?

  Ambos se calmaron y de muy mala gana ambos se fueron con sus dragones.

  Debido a la pelea, Chimuelo se quedó conmigo durante los días que tuvimos que tratar el campo mientras que Tormenta se quedaba con Astrid. El jefe estuvo de acuerdo con eso ya que de ese modo su hija aprendería la lección. Sin embargo, durante días, ella y Patán seguían peleandose entre si y sus dragones se volvían cada vez más agresivos. Parecia que en cualquier momento se matarían.