/Narra Astrid/
Hipo iba cayendo en el aire y un poco antes de caer completamente, su dragón lo agarró a tiempo.
Estábamos haciendo ejercicios de confianza con nuestros dragones y el siguiente en la lista era Patapez, quién se negó rotundamente por el temor a caer. Patán quiso lucirse y se arrojó. Su dragón ni lo notó.
Colmillo se dió cuenta gracias a nuestros dragones y descendió en picada a una velocidad exorbitante.
El dragón logró atrapar a su jinete pero terminó cayendo en la casa de Mildew. Luego de un rato salió lo más rápido posible de allí atemorizado.
Astrid: Ay no. Estamos en problemas.
Hipo: Habla por tí, es tu padre.
A la noche, mi papá terminó hablando conmigo y se enojó por lo que sucedió en la mañana. Puso un pedazo de madera y yo bromeé un poco pero me dijo que obligatoriamente iba a tener que arreglar la casa de Mildew y sin Tormenta.
Estoico: ¿No te estás olvidando de algo? Es noche de botas. Sácalos para que se oréen.
Tuve que sacar las botas de mi padre y olían horrible.
Los saqué y al rato ví como los demás también sacaban las botas de sus padres. Al día siguiente, todas las botas desaparecieron y se podía escuchar las quejas de los demás desde mi cuarto.
Salí e Hipo junto a los demás parecían bastante preocupados. Mildew llegó y como si fuera un adivino, señaló el camino para encontrar las botas. Estaban todas en el ruedo, destruidas y apiladas cerca de un Cremallerus.
Hipo: Esto debe ser una broma.
Mucha gente se enojo y comenzaron a reclamarle a mi padre hasta que Hipo y Bocón los detuvieron.
Bocón: Escuchense *Tono de burla* "No tengo botas, siento frío". Somos vikingos, siempre hace frío.
Hipo: Bocón y yo arreglaremos sus botas así que no se quejen.
Ese comentario le hizo ganar un poco de mala fama a Hipo.
Al mediodía, luego de un largo día de trabajo, Hipo y los demás hablaron de una solución y el herrero propuso una patrulla nocturna.
Al final terminamos accediendo y el nombre de la patrulla no era muy convincente. Duramos horas vigilando a nuestros dragones hasta que por fin amaneció
Llegué al Gran Salón para hablar con mi padre y el lugar estaba llena de rasguños de dragón. Parecían hechos por un Pesadilla Monstruosa y Patán reveló que había perdido de vista a su dragón durante horas. Mildew llegó nuevamente al lugar y se burló de nosotros y diciendo que los dragones seguían siendo bestias peligrosas.
Mi padre ordenó encerrar a los dragones y tuvimos que hacerlo. Quién más sufrió fue Hipo y no tuvimos más opción que obedecer a mi padre.
Hipo seguía defendiendo la inocencia de los dragones y yo le creía.
Hipo: Mira esto. Esta huella de Cremallerus no es más profunda que mis pisadas, en cambio, las de los gemelos, incluso me llega a las rodillas. Esto está mal.
El Cremallerus y la Pesadilla Monstruosa pelearon y terminaron causando un escándalo. El Pesadilla se enojó y se encendió, lo que le dió una idea a Hipo para defender la inocencia de nuestros amigos.
/Narra el autor/
Hipo llegó al Gran Salón y trató de convencer al jefe de que los dragones no habían hecho nada de eso. El jefe solamente lo ignoraba hasta que se cansó y le dijo que sin pruebas no podría ayudarlo.
Estoico: No importa lo que digas, niño. No puedo hacerte caso solo porque te facinan los dragones.
Hipo: Créame. Se que ellos no lo hicieron. Algo muy extraño está pasando se lo pue...
Una explosión muy grande fue audible y todos corrieron a ver. La armería había explotado y un vikingo señaló a Chimuelo como el culpable.
Luego de apagar el incendio, Estoico declaró que todos los dragones debían irse. Mildew celebró de alegría
Mildew: *Feliz* Fiesta en mi casa - Luego se acercó al joven herrero y le dijo algo muy extraño - ¿Ves lo que pasa cuando dejas a tu dragón afuera sin vigilancia?
El chico Hofferson se concentro para no golpearlo ya que comenzó a sospechar de él.
Mildew le ordenó a la hija del jefe que fuera a su casa para que arreglará su techo, luego de dejar a los dragones.
Al día siguiente, todos los dragones fueron dejados en una isla y los chicos subieron a un barco para volver a Berk.
Hipo: Algo anda mal. No confío en Mildew. Ten mucho cuidado Astrid, estoy casi seguro que todo fue plan suyo.
Luego de varías horas de viaje, Astrid se puso a pensar en lo que le dijo su amigo y con cuidado se fue a la casa del anciano.
Comenzó a arreglar el techo, pero al ver que el dueño de la cabaña aún no llegaba, descendió para buscar evidencias. Luego de revisar la casa, encontró una botas con forma de patas de Cremallerus y algo que se asemejaba a las garras de un Pesadilla Monstruosa. Cuando escuchó a Mildew volver, ella se escondió y trató de que él no la viera. Presenció con sus propios ojos como el anciano agarraba la evidencia y las arrojaba al mar con una sonrisa de satisfacción.
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CEATD (Otra Realidad) Serie
FanfictionEsta es la continuación de esta saga. Acá voy a escribir todos los caps de la serie pero de otra forma. La historia gira en torno a Astrid Haddock y sus amigos. ¿Será ella capaz de ayudar a su aldea y a los dragones para coexistir en armonía? ¿Podrá...