Cómo empezar una escuela de dragones

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/Narra el autor/

  Ya habían pasado algunas semanas desde que Astrid y Chimuelo derrotaron a la Muerte Roja y forjaron la paz entre humanos y dragones. Astrid y sus amigos hicieron amistades con sus dragones y pasaban la mayor parte del tiempo con ellos. Lamentablemente, no todo era perfecto.

  Era una mañana tranquila y los chicos estaban en las columnas de piedras con sus compañeros. Estaban allí para hacer demostraciones.

Astrid: ¿Ok? ¿Quien va primero?

Patán: ¡Yo!

Hipo: Pero...

Patán: ¡Yo!

  Patán intentó presumir ante sus amigos, pero su dragón voló mucho más rápido de lo que él esperaba. El dragón hizo un vuelo violento atravesando varias columnas de rocas, "volando" debajo del mar y arrazando los cielos. Cuando por fin llegó con los demás, se alegro por estar vivo, pero recobro la compostura al ver cómo lo veían.

Patán: Claro que estoy vivo.

Patapez: Mi turno.

  Albóndiga y Patapez dieron una pequeña vuelta por el lugar en donde estaban y aterrizaron. El jinete abrazó a su dragón y afirmó que fue un nuevo récord personal. La criatura le lamió y ambos sonrieron.

  Los gemelos se prepararon para volar pero pelearon por quién sería el primero hasta que Astrid les recordó que montaban el mismo dragón. Ambos volaron pero por sus discusiones hicieron enojar a su dragón y este los arrojo por los aires. Cuando los atrapó ellos se enloquecieron.

Hipo: Ok ¿La futura jefa quiere hacer los honores?

Astrid: Solo si no te arrepientes, herrero.

  La heredera voló junto a su dragona y tomaron velocidad. Hicieron pirutas y se ganaron la atención de los demás.

  Al llegar con los demás, invitaron al herrero a demostrar lo que había preparado con el dragón más poderoso de todos. Jinete y dragón armaron el mejor espectáculo de velocidad y vuelo de todos.

Astrid: Son los mejores ¿Eh?

  Astrid volvió al pueblo y notó que los dragones estaban creando problemas con los demás vikingos. Robaban comida, se llevaban la ropa, peleaban y defecaban en donde sea. No eran los únicos que tenían ese problema. Al otro lado de la isla, un viejo cascarrabias se harto de los dragones. Al día siguiente logro convencer a toda la aldea de odiar a aquellas bestias y esto hizo que se preocupara por la situación. A la noche trató de hablar con su padre. Aseguró poder ayudar a sus amigos y que se encargaría de todo.

  Al día siguiente, ella trató de controlar a los dragones pero fue completamente inútil. Estuvo corriendo de un lado para otro mientras que Tormenta la ayudaba. Mientras tanto, desde una torre de vigilancia, los demás solo observaban.

Patán: ¿La ayudamos?

Hipo: En un minuto - Dijo y luego al alzar la vista, notó que era la hora de la lluvia - Yyyy son las tres en punto. Todos vieron como a Astrid le cayó heces de dragón.

  A la noche, ella estaba en su cuarto y su dragona estaba afuera observándola. Cuando escucho que Hipo se acercaba, trató de quedar bien ante él pero no fue necesario. Luego llegó su padre y fue salvada por Hipo quién afirmó tener un plan maestro, una vez fuera de la habitación, los jóvenes charlaron.

Astrid: Espero que realmente tengas un plan.

Hipo: Solo queda que "La Gran Domadora de Dragones" entrene a los dragones.

Astrid: *Molesta* Estás disfrutando esto ¿No es así?

Hipo: Un poco. Pero ya en serio. Creo que tengo un plan.

  Al día siguiente, los jinetes se reunieron en el ruedo y esto volvió incómodo tanto a los dragones como a los chicos.

Astrid: ¿Estás seguro de que mi padre te dió permiso para usar el ruedo?

Hipo: No hablemos de esto porque podría volverse incómodo.

Astrid: Entonces no hablaste con él ¿Verdad?

Hipo: Yyyy estamos hablando de esto. Comencemos a entrenar. He estado entrenado con Chimuelo y aprendí algunos trucos. Les enseño.

  Los chicos estuvieron aprendiendo nuevos trucos. Estuvieron toda la tarde entrenando a sus dragones hasta que luego, durante la tarde, las criaturas atacaron el almacén de comida. Esto enfurecio a toda la aldea y le dió aún más razón al anciano Mildew.

  El jefe ordenó a qué para la noche, todos los dragones estuvieran enjaulados para más tarde expulsarlos de la isla.

  Los chicos estuvieron deprimidos durante la noche.

Hipo: Esto es mi culpa chicos. Debí haber hecho algo más

Patán: *Furioso* Si, es tu culpa.

Astrid: Patán, basta. Esto no es tu culpa Hipo.

  Todos se fueron menos el herrero. Casi de inmediato apareció Mildew y este se burló de él con un comentario. Este comentario hizo que el herrero se diera cuenta de algo.

  Hipo detuvo a sus amigos y convenció a Astrid de su nueva idea para salvar a sus amigos escamosos. Al día siguiente, junto a sus amigos, le mostraron a toda la aldea que los dragones podían ser de ayuda.

  Poco después, Estoico reunió a todos en el ruedo y se veía muy serio, los dragones estaban enjaulados y los chicos estaban algo asustados en el centro de todo. El jefe se acercó más y más y comenzó su discurso.

Estoico: Desobedecieron una orden directa, usaron el ruedo sin mi permiso, e hicieron algo inimaginable, es por eso que les daré...

Bocón: ... Su propia academia de dragones.

  Todos se sorprendieron por la noticia.

Estoico: ¡Bocón! Yo quería decirles.

Bocón: Y diles.

Estoico: No puedo, ya se los dijiste.

Bocón: Al menos puedes decirle a tu hija lo orgulloso que estás de ella.

Estoico: ¡Bocón!... Bueno, básicamente eso. Estoy orgulloso por todo lo que hicieron. Está academia está oficialmente abierta. Espero que puedan entrenar a todos sus dragones.

Astrid: De hecho, papá, todo esto fue...

Hipo: *Tapándole la boca a Astrid* Fue el gran plan maestro de su hija.

  Al poco tiempo, la academia de dragones de Berk quedo oficialmente abierta y todo comenzó a ponerse en orden. Por desgracia, los chicos no sabían por el momento que acabaron de ganarse un enemigo muy molesto.

Astrid: ¿Por qué me diste el crédito?

Hipo: Eres la futura jefa y eres la "Domadora de Dragones". Además, la sonrisa que tu padre y tú tuvieron, fue pago suficiente. Cualquier otro momento, solamente pídeme consejos y te ayudaré. Serás la más grande maestra de dragones de todo el Archipiélago, siempre y cuando me ayudes a quedar bien con mis padres ¿Ok?

Astrid: Trato hecho, prometido.

Hipo: *Sonrojado* ¡¡Astrid!!

CEATD (Otra Realidad) SerieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora