Duo Terrible

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/Narra el autor/

  Los chicos estaban haciendo entrenamiento de vuelo. Su objetivo era volar lo más bajo posible y tratando de esquivar los árboles y otros objetos. Para el ejercicio de ese día, Hipo y Astrid cambiaron de dragones para mejorar su experiencia.

  Colmillo pasaba muy cerca de los árboles y hacia que su jinete se golpeara con varias ramas. Hipo estaba sobre Tormenta y esta logró esquivar un obstáculo difícil y sorprendió a su jinete. En cambio, Astrid y Chimuelo volaban con rapidez y esquivaban ágilmente cada árbol.

  Luego de algunas vueltas todos se reunieron pero vieron que faltaba Patapez.

Astrid: ¡Oigan! ¿Dónde está Patapez?

Brutilda: No lo sé.

Brutacio: La última vez que lo vimos fue ayer ¿Eso cuenta?

Astrid: Olvídenlo.

  Astrid y Chimuelo, junto con Hipo y Tormenta, fueron a buscar a su amigo hasta que finalmente lo encontraron. Albóndiga estaba en un árbol mientras que su jinete estaba atorado en un tronco con forma de "Y". Astrid se acercó a Patapez y trató de bajarlo pero le quitó los pantalones por error.

Astrid: *Apenada* UPS.

Patapez: Y ahí va mi dignidad.

Hipo: Tengo una idea - El muchacho fue hacia Chimuelo y le dió la orden - Cuidado amigo, no trae pantalones.

  El amigo rellenito se espantó. Ya en en el suelo, explicó lo que sucedió y se fue. Astrid acompaño a Patapez e Hipo los iba a seguir desde atrás. Apenas Chimuelo alzó el vuelo, vieron algo llameante pasar cerca de ello. Hipo quedó intrigado y vió que era un dragón diminuto. Apenas tenía el mismo tamaño que un Terror y no era nada parecido a lo que haya visto antes. Terminó llevándose a la criatura con él.

  Ya en la academia, se lo presentó a sus amigos. Todos estaban impresionados y Patapez quería estudiarlo tanto como Hipo.

Patapez: Ahora debemos decidir ¿Quien se lo llevará a casa?

  Hipo le entregó el dragón a Astrid y todos dieron marcha atrás.

Astrid: No puedo creerlo. Ok, lo haré pero con una condición.

Hipo: ¿Cuál?

Astrid: Que Chimuelo se quede conmigo. Él dice que la futura jefa monte un Nadder mientras que un simple aprendiz de herrero monte un Furia Nocturna, no es muy de jefe. Quiere que monte a Chimuelo, al menos por un tiempo, para ver si así la imagen de jefe mejora un poco.

Hipo: Debe ser una broma. Ok, pero solo una semana ¿Ok?

Astrid: *Emocionada* Gracias Hipo.

  La rubia llevo a los nuevos dragones a su casa y Estoico acepto al Furia pero no al otro. El chiquito se ganó su admiración y el jefe le puso de nombre Antorcha.

  Antorcha se comió la comida de Chimuelo y este comenzó a desconfiar de él.

  Al día siguiente, todos los demás comenzaron a investigar todo lo que era y podía hacer.

  Cuando llegó la prueba de vuelo, notaron como voló mientras desprendía chispas desde su cuerpo. Al volver, dejó una enorme marca. Allí le pusieron un nombre a su raza.

  Astrid volvió a llevar al dragón a su casa y lo mimó mientras que Chimuelo seguía sin acercarse.

Astrid: Ven Chimuelo. Tienes que llevarte bien con él. Por favor Chimuelo.

  El dragón hizo caso omiso a la chica y en el momento que se escuchó un rugido, el dragón corrió lo más rápido posible para ver qué era.

  Resulta que habían dos dragones más como Antorcha. De repente, fueron atacados por un jabalí y este fue atacado por una tormenta de fuego que desató la madre de ambas crias. Este dragón era al menos cinco veces más grande que un Pesadilla Monstruosa y sus alas eran tres veces más grande.

  Al día siguiente, Astrid hablaba con Hipo y Bocón acerca de lo de Chimuelo.

Hipo: No está acostumbrado a estar con humanos. Apenas confía en mí y en mis padres, y con suerte en ustedes.

Bocón: Los dragones son complejos, no son como yo.

  De repente apareció Chimuelo y quiso advertirles a los jinetes acerca del peligro inminente. Intentó llevarse a la cría pero fue interceptado por los jinetes. Hipo se puso serio con él y lo calmó.

  Bocón encontró su flauta de pan.

  A la noche, Astrid montó al Furia Nocturna y se lo llevó a la cala y lo dejo ahí. El dragón intentó seguirla pero ella ya se fue. Intentó subir, pero su cola prostática se lo impedía. Solo pudo rugir con fuerza con la esperanza de que lo oyeran.

  Al día siguiente, Hipo se enojo con Astrid por lo que le hizo a su dragón pero se guardó sus comentarios porque ella era la futura jefa.

Astrid: No tenía de otra ¿Ok? Se estaba comportando muy raro. Lo mejor para él es que se calme.

  En eso llegaron los gemelos relatando la gran catástrofe que se presentó en el bosque. Los chicos fueron a ver y notaron la misma marca de Antorcha, solo que diez veces más grande. Al escuchar un rugido en el aire, todos alzaron la vista y vieron un enorme Typhomerang.

Brutacio: Él se ve molesto.

Hipo: De hecho es un ella. Es la mamá de Antorcha.

Patapez: *Asustado* Y quién se meta entre ella y su bebé... Será rostizado vivo.

  Los chicos se pasaron el bebé dragón hasta llegar a Astrid. Ella intentó dejar el dragón cuando la madre la vió. La madre comenzó a perseguirla hasta que por fin llegó a la cala.

Astrid: ¡Chimuelo!

  Astrid subió a Chimuelo y ambos volaron para escapar de la dragona. Luego de un intenso vuelo esquivando a la madre, por fin lograron derribarla y el bebé fue tras ella. Cuando todo terminó, la madre y sus hijos se fueron.

  Todo volvió a ser normal como antes.

CEATD (Otra Realidad) SerieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora