Cuando cae un rayo

216 21 2
                                    

/Narra Astrid/
  La cosa con los vikingos es que pueden ser razonables hasta cierto punto. El problema es cuando se enfrentan a algo que desconocen. Es ahí cuando pierden la cabeza.

  Nos dimos cuenta de que Los dragones se reposaban en las casas para poder descansar. Sin embargo, su peso provocaba que se derrumbaron los techos.

  Gracias a las ideas de Hipo, pusimos perchas de metal por todas partes y eso provocó una increíble mejora. Los dragones no destruirán casas y tenían un lugar para descansar lejos del suelo.

  Estaba en mi casa con mi padre y Bocón celebrando por nuestro logró cuando se escucharon gritos y relámpagos.

  Salimos a averiguar y nos encontramos con una tormenta de relámpagos. Los rayos iban cayendo por todas partes quemando casas y creando caos. Bocón y mi padre dijeron que no habían visto nada igual desde que un vagabundo ladrón vino a Berk.

  Fue sólo un momento que me distraje y Chimuelo había desaparecido.

  Mi padre fue a ayudar a su aldea y yo hacia lo posible para seguir su ejemplo y encontrar a mi dragón.

  Iba corriendo cuando me encontré con Hipo sobre Tormenta.

Hipo: ¿Vas a algún lado?

Astrid: Estoy buscando a Chimuelo.

Hipo: Fue al gran salón, sube.

  Fuimos volando hasta al Gran Salón y vimos como toda la aldea estaba yendo hacia allí para encontrar un lugar seguro. En eso, Mildew señala a Chimuelo y vimos como lo iban siguiendo los rayos.

Mildew: Es obvio lo que está pasando. Thor está enojado por culpa del Furia Nocturna. Esa criatura es la cría maldita del rayo y la muerte misma. Hasta que no desterremos a ese dragón, la Furia de Thor fuego de Thor caerá sobre nosotros como lluvia.

Astrid: ¡Esperen! Esto no tiene sentido ¿Acaso olvidaron lo que Chimuelo hizo por Berk?

Mildew: ¿Entonces con quien está enojado Thor?

Astrid: No sé pero buscaremos una respuesta.

  Cuando la tormenta se calmó, traté de buscar alguna solución con los chicos para ver como podríamos resolverlo.

  Los gemelos y Patapez no fueron de mucha ayuda. Hipo comentó un relato de su tía que rendía tributo a Odín pero tampoco ayudó mucho.

Patán: Si yo fuera Thor, me gustaría tener una estatua de mi mismo. Patán como Thor.

Astrid: Si sabes que lo queremos hacer feliz ¿Verdad?

Patán: Así es.

Astrid: *Asqueada* Voy a vomitar.

Hipo: De hecho eso es una buena idea.

Astrid: No es una idea, es un reflejo.

Hipo: Me refiero a lo de la estatua.

Astrid: *Asqueada* Ahí viene otra vez.

Hipo: ¿Qué? De Patán no. Habló de la estatua. Berk nunca le ofreció una estatua, es momento de hacerlo.

  Pasamos toda la tarde forjando y doblando metal para hacer la estatua de Thor. Cuando terminamos, lo exhibimos al pueblo y todos celebraron. Más tarde en ese mismo día, los relámpagos comenzaron a caer más y más y era peor que antes. La estatua comenzó a hacer más destrozos que calmar la ira del Dios del trueno.

  La gente comenzó a gritar molesta y fueron nuevamente engañados por Mildew. Ahora exigían el destierro de Chimuelo y no lo podía permitir.

  Mi padre logró ganar tiempo mientras que Chimuelo y yo escapamos por la parte de atrás. Fuimos a la casa Hofferson y nos encontramos justo con Hipo alimentando a Tormenta. Bajamos y hablamos con ellos.

Hipo: Entiendo.

Astrid: Nos iremos y volveremos cuando se den cuenta de que esto no lo hizo Chimuelo.

Hipo: Prometeme que se cuidarán.

Astrid: Lo prometo.

  Escuchamos como se venían acercando y se oían muy molestos.

Hipo: Váyanse, nosotros ganaremos tiempo para ustedes.

/Narra el autor/
  Astrid y Chimuelo se fueron mientras que Hipo y Tormenta ganaban tiempo.

  Una multitud enfurecida dirigida por Mildew había llegado y exigían al dragón.

Hipo: Astrid y Chimuelo se fueron. Sus deseo se cumplió. Vino para despedirse. No tienen nada que hacer aquí - El Hofferson chasqueó los dedos y su dragón se puso a su lado y se preparó para el combate - A menos que quieran problemas - Dijo y luego sacó su hacha.

Mildew: Vámonos. Deben seguir en la isla.

  Mientras tanto, Astrid y Chimuelo iban volando a hasta que algunos rayos los alcanzaron. Terminaron cayendo en el bosque pero estaban vivos. Lo único que pegó el rayo fue la cola.

  En un descuido lograron capturar a Chimuelo y alejaron a Astrid. Al dragón lo encadenado mientras que se llevaban a la hija del jefe.

  Los guardias y la chica estaban por llegar al Gran Salón cuando unas garras de Nadder los capturó.

Hipo: *Apenado* En serio lo siento, pero no puedo dejar que sigan así.

  Hipo ayudó a Astrid y escuchó lo que sucedió. De repente comenzó a analizar la situación y notó de inmediato el problema.

Hipo: Es el metal. Mira, desde que pusimos las perchas de metal y la estatua de metal de Thor, los rayos comenzaron a caer. La cola de Chimuelo es de metal e impacto en esa parte y no en otra ¿Verdad?

  La chica notó todas las pistas y actuó inmediatamente. Fue corriendo por una vara de metal y le pidió a su amigo que lo acercara.

  En el muelle, estaban por amarrar al dragón al barco pero Estoico, Bocón, Abono y Cubeta se pusieron en frente. Estaban protegiendo a la criatura a pesar del número de oponentes.

  De repente, llegaron los chicos afirmando que resolvieron el misterio. Hipo y Astrid trataron de explicar y mostrar las pruebas de lo que había sucedido.

  Astrid, al ver que no estaban del todo convencidos, subió al mástil del barco y colocó la vara en la punta del mástil. Apenas lo hizo, un rayo golpeó el metal y dejó inconciente a la chica. Chimuelo logró liberarse de sus ataduras y rescató a la futura jefa.

  Al día siguiente, la hija de Berk despertó y vio que todo se calmó. Estaban desarmando todas las cosas de metal en el pueblo para evitar otra furia de Thor. Antes de finalizar el día, Patán y los gemelos llevaron la estatua de Thor cerca de la casa de Mildew como lección por sus actos.

  Los vikingos, arrepentidos, fueron a la casa del jefe para compensarle al dragón por lo mal que se habían comportado con él. Este, como siempre  los perdonó fácilmente.

Bonus:
Astrid: Hipo, tengo una duda ¿Por qué Chimuelo me rescató si confía más en tí que en mi?

Hipo: Es que le pedí que te protegiera. Además, te está empezando a agarrar cariño.

Astrid: ¿En serio?

Hipo: Si. Poco a poco va empezando a confiar más en las personas.

Astrid: Es un buen dragón.

Hipo: El mejor.

CEATD (Otra Realidad) SerieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora