CEATD (Otra Realidad) Serie

Ojo del Dragón Espectador Parte 2

/Narra el autor/

  Continuando desde donde lo dejamos...

  Dagur envió una piedra enorme impactar contra el barco en donde estaban los demas jinetes. El barco comenzaba a hundirse. Mientras Dagur daba su discurso entre elegir atraparlo o salvar a sus amigos, Astrid y Chimuelo se dirigieron al barco inmediatamente. Junto intentaron de todo para poder abrir la jaula en donde estaban atrapados los chicos, pero nada funcionaba. Chimuelo disparaba a la jaula, pero esta era aprueba de dragones.

  Astrid intentaba de todo, incluso uso su propio pie prostético para intentar abrirla. Sus amigos empujaban, gritaban tambien intentaban hacer palanca con tal de abrir la jaula de alguna manera. Chimuelo disparaba con todo y aún así los disparos no hacían ningun efecto.

  Para empeorar la situación, no solo el barco se hundía, sino que también comenzaban a acercarse las anguilas de antes. Los chicos llamaron a sus dragones para que los ayudaran, ya que la siuación era realmente fea.

  Luego de muchos intentos y con el barco a punto de caerse en su totalidad, los dragones de los jinetes volvieron y lograron rescatarlos. La jaula se abrió cuando el peso de todos los jinetes hizo presion en la puerta y por lo tanto en la cerradura.

  Una vez que todos estuvieron a salvo, Astrid no dudo ni por un segndo en ir tras el cilindro. Ella sabía que si estaba tan protegido era seguramente por algo.

  Usando la niebla a su favor, Astrid logró infiltrarse en la nave del Berserker  con un movimiento agil y veloz, logró quitarle el cilindro, para llevarselo a Berk, mientras que Dagur disfrutaba de aquel tesoro robado.

  Una vez en Berk, Bocón intentó de todo para abrir el cilindro y descubrir sus secretos, Hipo anotaba todo lo que veía de objeto. Siguieron así por varios minutos hasta que Bocón activo por accidente algún tipo de mecanismo. Primero fue un dardo tranquilizante que le dió a Brutacio y luego una especie de gas que el mismo vikingo lo respiró y lo dejó en el suelo con espasmos.

  Los chicos llevaron a Brutacio con Gothi y esta le dio una especie de sopa que era asquerosa.

  Luego de tratar con el joven, la anciana notó algo raro en el cilindro que traían los chicos. Al parecer tenía una marca que ella tambíen tenía en su brazo. Parecía ser algo que le abría una vieja herida.

  Bocón dijo que se encargaría del problema. Él sabía como tratar con Gothi y por eso mismo sabía que hacer para que hablara.

  Luego de unas horas, Bocón llevó a la cabaña de Gothi una olla enorme. Esta tenía una comida especial que hacía el herrero que era imposible de resistir para la anciana. Al final ella terminó devorando la comida, y con el estomago lleno, se sentó para descansar.

  Luego de "la paga", la anciana no podía negarse a hablar, asi que termino contando la historia de la marca en su brazo. Ella tiró arena y con su bastón comenzó a escribir, esto mismo permitió que Bocón tradujera y los chicos escucharan. 

  Al parecer, durante la juventud de Gothi, hubo un momento en que ella era aventurera e intrépida. Era terca como cualquier otro joven. Ella quiso buscar agua glaciar ya que le serviría para ciertos medicamentos. Lamentablemente, su viaje no terminó como esperaba, ya que en plena tormenta de nieve, un dragón del cual solo se sabía su nombre, los atacó. Comenzó a eliminar a los compañeros de la curandera uno por uno. No dejó que nadie escapara, excepto Gothi. El dragón terminó mordiendo su brazo y la sarandeó. Pero luego de eso... no la mató, ni ella sabía por qué.

  Los chicos quedaron sorprendidos por la historia de la anciana. Astrid entendía que volver aquella isla con aquel dragón era un peligro y era algo traumante para ella, pero igual debían ir. El cilindro era un objeto importante, y si no descubrían sus secretos, probablemente esos mismos secretos terminarían invadiendo Berk.