/Narra Hipo/
En Berk, por fin pudimos hacer las pases con los dragones. Pudimos demostrar que podemos vivir con ellos y ellos con nosotros. Y solo nos tomó 300 años. El único problema... se nos olvidó decirles a los animales.
/Narra el autor/
Dos dragones iban volando hasta que aterrizaron en una de las granja de Berk. Su aspecto hizo espantar a los animales de granja y estos corrían asustados a un rincón.
Abono y Cubeta llegaron y alejaron a los animales de allí. Luego de alejarlos de los animales, fueron a ver si estos ya habían puesto huevos.
Cubeta: *Dudoso* Las gallinas ponen huevos ¿Verdad?
Abono: ¿Debo explicártelo todo otra vez?
Cubeta: No - Dijo para luego levantar una oveja esperando lo imposible.
Abono: Al parecer si.
Luego de que abono le explicara a cubeta lo que debía suceder, notó que el Yak no daba leche. Esto preocupó a abono.
Mientras tanto, desde la montaña de Berk, dos jóvenes iban bajando a máxima velocidad con sus dragones. Hipo y Astrid estaban haciendo una carrera amistosa cuando de repente, Astrid hizo que Tormenta arrojara una espinas y así obstaculizar a su rival, quién estaba detrás de ella.
Hipo: Oye, eso no se vale.
Astrid: No se de qué hablas.
Al final, Hipo y Astrid comenzaron a molestarse y, junto a sus dragones, se hacían trampas mutuamente.
De repente, una avalancha de nieve comenzó a descender y arrazar todo. Hipo piso el pedal, pero Chimuelo no podía volar. Al darse vuelta notó que la cola estaba congelada. Le aviso a Astrid y ella voló junto a tormenta. Cuando vieron que Hipo y Chimuelo no los seguían, fueron tras ellos porque vieron que caerían a un barranco.
Hipo: ¡Vete! ¡Estaré bien! ¡Sálvate!
Astrid se negó a hacer caso e igual intentó ayudar a su amigo, pero ambos terminaron cayendo y siendo atrapados por la nieve.
Astrid: Hipo ¿Dónde estás?
Hipo: Estoy aquí, Astrid.
Astrid: Tengo frío.
Hipo: Acércate hacia mí. Todo está oscuro.
Chimuelo y Tormenta habían protegido a sus jinetes y comenzaron a exhalar fuego hacia arriba de ellos. Continuaron hasta que por fin se pudo ver la luz del sol. Hipo y Astrid quedaron maravillados por lo que habían hecho. Cuando se vieron mutuamente, notaron que estaban abrazados y luego se apartaron avergonzados.
En otra parte, Estoico y Bocón estaban viendo el problema de los animales. Bocón ya tenía su diagnóstico.
Bocón: Esto me recuerda cuando deje a una cabra con mi madre. Ella era ruidosa, mala, comía todo. La cabra estaba tan asustada que no pudo dar leche.
Estoico: ¿Que estás diciendo?
Bocón: Madre y cabras no se mezclan, al igual que dragones y animales de granjas. Están muy asustados.
Los dos hombre siguieron hablando hasta que Cubeta comenzó a gritar de dolor. Abono se preocupó por el y se dió cuenta de que su cubeta comenzaba a cerrarse más y más.
Abono: Esto es malo. Su cubeta se está apretando demasiado. Eso quiere decir que una tormenta viene dentro de poco y será muy fuerte.
Estoico: No creo en esa cubeta.
Bocón: Hay que creerle a los huesos de pollo y patas de ganzos.
Abono: ¿Se te olvidó que esa cubeta predijo la tormenta de Olaf?
Cubeta: Pasamos una semana desenterrando a Mildew.
Abono: Y una vida preguntándonos porque lo hicimos. Estoico, debes hacerle caso a la cubeta.
Estoico fue a preguntarle a Gothi y ella le dijo que a través de los gritos de cubeta, ella decía que una tormenta grande vendría.
Al mismo tiempo Astrid e Hipo le explicaron a sus amigos lo que había sucedido y ellos también estaban sorprendidos.
Patapez: ¿No les parece gracioso que si los dragones no hubieran estado, se habrían dado calor abrazándose?
Eso puso en vergüenza a ambos chicos. Se separaron un poco más y nadie dijo nada.
Poco después, Astrid fue llamada por su padre y fue inmediatamente a hablar con él. Poco después, Estoico le comentó a su hija su preocupación y esta entendió.
Al día siguiente, con la tormenta ya muy cerca, ella hizo todo lo que pudo para ayudar a los animales a no tenerle más miedo a los dragones. Luego de muchos fracasos, Bocón llegó diciendo que la tormenta ya estaba cerca. Fueron al granero y este estaba cubierta de nieve y hielo. Trataron de llevar a los animales al gran salón pero en el camino, los animales escaparon.
Astrid fue a buscarlos y luego le siguió Hipo y luego los demás.
Durante horas intentaron capturar a los animales pero estos siempre escapaban aterrados. La tormenta se volvía cada vez peor y hacía más frío y era más oscuro. Chimuelo lanzó una bola de plasma para poder ver y se notaron dos figuras grandes. Los confundieron con Yaks siendo solamente Estoico y Bocón.
Cómo ya no sabían cómo volver a casa, los adultos y los niños se rindieron y de reunieron para tratar de conservar el poco calor que todavía conservaban. Al rato, los dragones se acercaron y formaron una ronda con sus alas y círculo de fuego en la arena.
Los dragones estaban protegiendo a los humanos y poco después se unieron los animales. Una de las ovejas que Chimuelo salvó, convenció a los animales de reunirse en el círculo.
Al día siguiente, la tormenta cesó y todos fueron al gran salón a llevar a los animales, quienes ya daban leche y huevos.
/Narra Hipo/
Los animales también hicieron las pases con los dragones. El miedo a lo desconocido, siempre obstaculizará al avance. La vida en Berk, nunca fue más cálida.
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CEATD (Otra Realidad) Serie
FanfictionEsta es la continuación de esta saga. Acá voy a escribir todos los caps de la serie pero de otra forma. La historia gira en torno a Astrid Haddock y sus amigos. ¿Será ella capaz de ayudar a su aldea y a los dragones para coexistir en armonía? ¿Podrá...