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Nota de la autora: Si en el capítulo hubo escena de xxx, creo que este es uno de los mejores capítulos y lo digo sinceramente. Ahora ya no digo nada mas, a disfrutar de la lectura.

Dedicado a: CrazyMelodie98. ¡Gracias por leer! ¡Este capi para ti!







❝ God knows what is hiding in this world of little consequence behind the tears, inside the lies. A thousand slowly dying sunsets.

-Birdy, People Help The People.






Lo primero que me despertó fue un ráfaga de aire frío, las sábanas apenas cubrían mi cuerpo desnudo. En la cama me encontraba sola, no escuchaba ruido en la habitación más que mi respiración y el aire chocar contra la tela. Mis ojos se abrieron, recibiendo la luz de sol directa a mi retina haciendo que los cerrara de nuevo y la ventana se cerró junto con la corrida de la ventana detrás de ella. En el lugar de poca luz, apareció Calum con un cigarrillo en la mano. Tenía el torso desnudo y de la cintura para abajo un pantalón ancho color azul marino.


-¿Calum?-pregunté medio dormida.


-¿Ya estás despierta? ¿Has dormido bien?-dijo de vuelta, dulcemente y sentándose a un lado de la cama.


-Genial-dije incorporándome, mi cara quedó cerca de la de él y su enorme mano se posó sobre mi mejilla, rozándola y mimándola delicadamente. Una sonrisa grandiosa apareció en su rostro, mostrando toda la blanca y brillante dentadura.


-Me alegro- respondió, después le dio una calada a su cigarro.


-No fumes, es malo para la salud- le regañé. El moreno me miró de reojo y me echó un bocanada de humo en la cara, con la consecuente tos por mi parte.


-Capu...-*coff, coff*-llo-dije mientras ponía mi mano delante de la boca para frenar los momentos bruscos al toser.


-Fumo si quiero, ya tengo 22 años y sé lo que hago-hizo una pausa y se levantó, dándose casi una vuelta entera a media luna-créeme-dijo con cierto tono de altanería.


-Lo que digas pero no me vuelvas echar el humo en la cara-me miró divertido y con media sonrisa-por favor-.


Fruncí el ceño cuando empezó a reírse. ¿Qué narices le hace tanta gracia? Una de las cosas que amaba y a la vez odiaba de él era la manía de burlarse de mí como método de entretenimiento, aparte de la otra de tocarme la moral. Me hacía sentir pequeña, y a la vez frágil, algo que me hacía sentir como una tonta. Lo que me hacía ver que quizás debería aprender a reírme de misma y no ser tan quisquillosa. Una niña buena con narcotraficantes australianos peligrosos y asesinos...me parece que no. Pero aún así, alguien como yo, había parado aquí.

RED TEARS (Calum, Luke y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora