RED TEARS (Calum, Luke y Tú)

[ 35 ]

Nota de la autora: Sé que hace mucho que no subo, lo siento. Durante unos capítulos haremos una visita en diferentes ciudades del mundo, en esta ocasión después de Hawaii iremos a una ciudad costera de EEUU, la costa este. Pido por favor que os leáis toda las descripción que os pongo y no os saltéis todo hasta las conversaciones, lo digo porque sino os perderéis mucho de la historia. No lo digo que todas lo hagáis, pero sé que algunas si lo hacen. Así que, gracias, por adelantado.

Chicas, soy #TeamCalum!! Socorro!! JAJAJA No sé que me pasa. Oh claro, es Calum, que tonta. En la escena que ya leeréis cual, poned la música por favor y os lo suplico de rodillas que lo hagáis. Os juro, de corazón, que es uno de los momentos mágicos de la novela.

Dedicado a: CataYaz. Gracias por votar, este capítulo para ti y espero que la sigas hasta aquí  y al final. Espero tus votos y comentarios ;)

Miami, una ciudad de la costa este del Estado de Florida o la ciudad de los latinos como yo le llamaba. Y no lo digo de forma despectiva, al contrario, es por el hecho de que la mayoría de la población es hispano hablante. El aire que se respira es más cercano a latino-américa que de los Estados Unidos y tener al lado del golfo de México y la isla de Cuba, hace mucha influencia en las personas que habitan en este lugar. Las gentes y las costumbres son distintas a las del resto de los Estados, provocando una burbuja caribeña muy interesante de visitar. En concreto nos dirigimos a esta ciudad por Mali-Koa, la cuál se encuentra haciendo tratos con bandas de la zona. Según Calum, los Malik tenían una reunión este mismo medio día a la hora de comer y a pie de playa. Encima de la fina arena blanca de la playa de Miami, cerca de un chiringuito y chicas con poca ropa jugando a voleibol. Los ciudadanos, ajenos a todo esto, se paseaban con sus vestidos floreados y sus bebidas combinadas en grandes copas con mucho hielo. Adorando el sol y la playa que iluminaba con suma pureza el suelo y las altas palmeras del paseo marítimo.

Nos alojamos en el Hotel Fontainebleau Miami Beach, justo delante de la playa pero alejado de la zona de la reunión. No creíamos que Mali supiera de nuestra presencia, era entonces evidente que nos íbamos a alojar justo delante de sus narices. Calum y yo no estábamos solos, por todos los pisos del hotel teníamos nuestros hombres en sus respectivas habitaciones y por separado. Nuestro taxi-limusina, nos dejó justo delante de la puerta del grandioso y lujoso hotel donde nos dormiríamos durante los próximos tres días. Lástima de no poder estar durante más tiempo, aunque claro, no estábamos de vacaciones y no podría convencerle de quedarnos. Tampoco es seguro, teniendo en cuenta que los Malik también se encuentran con nosotros en la ciudad.

Observé con mis ojos maravillados ante tanta belleza, ni en un millón de años hubiera imaginado que yo estaría aquí. En Miami, en los Estados Unidos y con nada más y nada menos que Calum Hood. Siempre cuando miras atrás y piensas en como eras, te das cuenta de lo mucho que has cambiado la forma de pensar. La _____ ni loca hubiera salido con Calum y menos fuera del país. Mi faceta de niña buena había quedado a un lado, dejando paso a una mujer hecha y derecha...joven, pero mujer. Prácticamente me habían obligado a ella y aunque a los ojos de mi madre, aún sería un niña, incluso ella cambiaría de opinión al verme en estos instantes.

El botones del hotel se acercó con rapidez al maletero de nuestro vehículo, sacando nuestras maletas y colocándolas en el carro dorado con ruedillas y colgando mis finos pareos estampados de colores vivos en el perchero. Se alejó con nuestras pertenencias por la rampa que daba a la recepción del hotel. Entremos. Todo era enorme, incluso las sillas y las mesitas de café tenían un tamaño considerable. Las plantas decorativas eran más altas que nosotros y el techo era como mínimo de cuatro metros de altura, y tiro por lo bajo, aunque creo que debe ser más alto.