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Nota de la autora: Me gusta poder publicar más seguido, pero la verdad es que me encantaría ver comentarios abajo en cada capi. Por os pido por favor que hagáis comentarios de algo del capítulo, solo para asegurarme de que os está gustando "Red Tears".

Dedicado a: whitecloudsx ¡Gracias por segurime! Espero que te guste y disfrutes de la lectura.

                                              ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Comentad plisss!!!!!!!!!!!!!!!!

  

Si no fuera por sus constantes episodios psicóticos, podría decir que Calum parecía buen chico y una persona con la que se puede hablar. No se parecía nada a Mali-Koa, eran completamente opuestos. Solo a ratos se podría decir que se notaba los malos genes a flor de piel. Volvimos al Club y todo volvió a ser como antes, yo no quería volver otra vez a eso. Dentro del vehículo en el qual viajábamos había un silencio sepulcral, bastante incómodo. Así que, decidí romperlo:

¿No vas a hablarme?—le pregunté—no sabía que te rendirías tan deprisa—.

No tengo nada de que hablar contigo, pero si quieres hablar...adelante—contestó sin quitar la vista de la carretera.

¿Puedo hacerte una pregunta personal?—tragué saliva y al ver que no contestaba supuse que era una respuesta afirmativa.

Habla, no te cortes—instó a que me expersara.

¿No tenéis padres? Me refiero que...¿Solo estáis Mali y tú?—pregunté con dificultad.

Nuestros padres están en la cárcel, no es muy interesante que digamos—hizo una pausa y prosiguió—el resto de la historia lo podrás deducir tú misma—.

¿Está vida que tenéis es de siempre?—pregunté obvia.

Sí, de siempre, Mali y yo no hemos conocido nada más que esto—entonces lo entendí todo. Supe porque eran así.

No has salido mal del todo, es decir, no eres tan agresivo como Mali—le sonreí.

Calla joder, no  te quiero ir ni una puta palabras hasta que llegemos ¿entendido?—soltó seco y cortante. De la nada. Sellé mis labios inmediatamente temorosa de que se le fuera la cabeza.

 * * * * *

Me encerraron en la habitación, como ya era costumbre y me trajeron un plato de comida para cenar. Arroz blanco sin salsa, pan y agua, algo insuficiente y que no cerraba el apetito. Era decepcionante. Cada vez que daba un paso hacía Calum, me alejaba dos pasos.

Su mundo está fuera de mi entendimiento, había mucha diferencia desde mi punto de vista sobre lo que yo creo a lo que ellos defienden. Mis valores éticos quedaban desplomados ante los suyos, mientras los suyos reclamaban libertad y venganza. Los míos te reprimían, te obligaban hacer lo que no querías y te mantenían al margen ante las desgracias. La ley de la no confrontación de los problemas, así a la vez, un punto que ha jugado y sigue jugando en contra nuestro. Provocándonos daño y sufrimientos innecesarios.  

Me quedé dormida entre sábanas blancas, cayendo en los brazos de Morfeo después de tanta actividad. Un ruido provinente de lo que parecía un teléfono, me despertó. Ya era de noche, miré el reloj, las doce pasadas. Me levanté a regañadientes y vi algo encima de la mesa: un vestido rojo metalizado y unas zapatos de tacones. Un nota al lado que ponía:

RED TEARS (Calum, Luke y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora