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CAPÍTULO 29

CAPÍTULO 29

Los refuerzos habían llegado junto al equipo médico que se encargaba de revisarlos a todos, afortunadamente estaban bien, todavía asustados y nerviosos por lo que había vivido pero bien. Luego de las revisiones un agente se acerco a ellos para realizar un interrogatorio de rutina para que todos dieran su versión de los hechos.

—El arma, con la que disparó ¿De donde la sacó? —preguntó el agente a Yeimy, luego de interrogar a todos los demás.

Yeimy dudó por unos instantes y por primera vez desde que había pasado todo se atrevió a cruzar miradas con Charly, no habían tenido la oportunidad —ni la disposición— de hablar y era obvio que se debían una conversación, Charly la miraba bastante serio, casi molesto, lo que hacía que se indignara aún más, pero no quería meterlo en problemas, ni a el, ni al  chico que había intentado detenerla.

—Eh... no se... yo...—contestó Yeimy rogando porque su vacilación fuera relacionada con la consternación que tenía después de estar bajo tanta presión— La tenía Titano, si, eso, mientras forcejeábamos la sacó y luego se le cayó y yo la tomé.

El agente asintió poco convencido mientras tomaba notas y Yeimy noto como Botero que permanecía acompañándolos rodaba los ojos y ella agradeció internamente porque no interviniera y porque no le preguntaran nada más.

—De acuerdo... Todos tienen que ir a la delegación a firmar sus declaraciones —informó el agente y se despidió de ellos.

—Yeimy no va a tener problemas por esto ¿cierto? —le preguntó Charly a Botero, Yeimy no pudo evitar darse cuenta de que hablaba de ella como si no estuviera presente.

—No, no creo, va a ser difícil determinar que bala mató a Titano —explicó el comandante— además está perfectamente claro que fue en defensa propia, no tienen de que preocuparse.

Todos se sintieron aliviados después de eso y luego de algunos minutos partieron directamente a la delegación para terminar con aquella pesadilla lo más rápido posible.

Yeimy fue la última en declarar, salió de la oficina de la delegación luego de repetir todo lo que había dicho antes y firmar su declaración. Afuera la esperaban Erik e Irma, Charly no se veía por ningún lado.

—Y este imbécil ¿qué? —masculló ella para sí misma para luego acercarse a los muchachos.

—Ma, ¿Todo bien? —preguntó Erik y ella asintió algo distraída mientras con la mirada recorría los alrededores— Mi papá se fue a lo de mamá Ligia, dijo que estaba muy nerviosa por todo, ya sabes como es.

Yeimy hizo un gesto de entendimiento, agradecía enormemente que su hijo le hubiera ahorrado tener que preguntar, por otro lado estaba molesta porque Charly se había ido ¿Acaso la estaba evitando? tenían que conversar, pero si él había decidido huir ella no pensaba ir a buscarlo.

—Vamos a la casa, amores. —les dijo Yeimy a Erik e Irma— todos necesitamos descansar.

Dos días, habían pasado dos días desde el secuestro, Yeimy se había mantenido en su casa y Charly no había aparecido, no la había llamado, nada. Yeimy tenía la leve esperanza de que apareciera en su casa aunque fuera con la excusa de ir a buscar sus cosas, pero no, se habría preocupado por él de no se porque se las había arreglado para escuchar vagamente las conversaciones que tenía por teléfono con Erik, así que sabía que estaba bien. Yeimy estaba indignada, no entendía cómo de repente era Charly quien la evitaba a ella y obviamente no iba a ceder y llamarlo, o por lo menos se había aguantado esos dos días.

Erik e Irma se estaban quedando con Yeimy, después de lo que había pasado ella no quería apartarse de su hijo, pero Irma tampoco quería estar sola así que aquella fue la mejor solución, Yeimy estaba segura de que habían vuelto y que en cuanto todos estuvieran más tranquilos Erik volvería a vivir con Irma, lo que la hizo recordar que tenía que buscarse un departamento, odiaba la idea de quedarse sola en aquella casa.