CAPÍTULO 23
Yeimy estaba sola en su habitación, Charly había ido a visitar a su mamá y aunque él no lo había dicho Yeimy sabía que aprovecharía la ocasión para seguir presionando a Botero, esperaba que nada malo saliera de eso.
Estaba distraída en su laptop, primero había intentado componer un poco pero luego su búsqueda se desvío a páginas de bienes raíces, era hora de salir de esa casa, suspiró frustrada al pensar en que tendría que hablar con Juan sobre eso, pero el primer paso era encontrar un nuevo lugar.
Llevaba varios minutos en su búsqueda cuando tocaron la puerta y ella alzó la vista.
—Ma, voy a salir —dijo Erik desde la puerta— mi papá ya llegó, está abajo.
—¿Y eso? ¿A dónde vas? —preguntó ella intentando no sonar sobreprotectora.
—A lo de Irma. —respondió Erik disimulando una sonrisa—Eh... es que estoy como bloqueado con una canción y necesito despejarme y...
—Ándate... —lo cortó Yeimy evitándole que tuviera que dar más explicaciones — Con mucho cuidado, amor. Saludos a Irma.
Erik se despidió y Yeimy lo vio cerrar la puerta, no iba a meterse en la relación de su hijo, pero lo cierto era que sentía curiosidad, estaba segura de que volvería con Irma si no es que lo había hecho ya.
Volvió a centrarse en su búsqueda con eso en mente, si Erik volvía a vivir con Irma ella no iba a necesitar tanto espacio, rentar un apartamento bastaría, ya después con el tiempo podía buscar una casa con Charly, ese pensamiento hizo que se emocionara, si hace algunos meses alguien le hubiera dicho que iba a estar haciendo ese tipo de planes, seguramente le habría dado a esa persona el número de Olga y obligado a que agendara cita. Pero ahí estaba, pensando en una vida a futuro con Charly, una vida que ya había empezado.
Frunció levemente el ceño al pensar en Charly, su hijo le había dicho que él ya estaba en la casa y empezaba a parecerle extraño que no había subido a saludarla, ¿Por qué seguía abajo? ¿Seguía molesto por lo de Juan? No, no podía ser eso, ya lo habían arreglado. La razón más lógica apareció en su cabeza y soltó un bufido divertido, él quería que fuera a buscarlo. Su orgullo hizo que se quedara un rato más en la habitación intentando concentrarse en su laptop y la búsqueda que estaba haciendo, pero luego se convenció a sí misma de que tenía mucha sed y necesitaba un vaso de agua, así que se dispuso a bajar a la cocina con ese único objetivo.
Charly no estaba en la cocina y Yeimy luego de tomarse el vaso de agua se tragó su orgullo y empezó a buscarlo por la casa. No lo vio tampoco en la sala, pero en cuanto llegó a la terraza se sorprendió con lo que encontró ahí.
La mesa estaba puesta y hermosamente decorada, había velas encendidas y pétalos de rosa en el mantel, dos copas y una botella de vino era lo que más resaltaba en la mesa. Yeimy esbozó una sonrisa al ver todo aquello y apenas se sobresaltó al sentir dos manos abrazándola por la cintura, conocía perfectamente aquel roce.
—Es mi destino amarte siempre y que tu siempre estés presente... —cantaba Charly en su oído casi susurrando, Yeimy cerró los ojos por unos segundos disfrutando de su voz mientras su sonrisa se ensanchaba— Es mi destino que tus besos siempre vivan en mi cuerpo.
Charly se inclinó un poco y besó su cuello dulcemente, ella se giró para encontrarse con sus ojos azules y dejó un beso en la comisura de sus labios.
—¿Y todo esto que es? —preguntó ella sonriente.
—Ah pues, una sorpresa, mi reina. Vení, sentate. —respondió Charly mientras tomaba su mano y la guiaba hasta la mesa— Una pequeña celebración para nosotros.
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Somos Más
Fiksi PenggemarCharly tiene una última oportunidad para hacer caer a Manin, el capo tiene secuestrada a su mamá y le ha pedido una prueba de lealtad para liberarla, Charly no está dispuesto a cumplirla pero tiene un plan, si todo sale bien podrían por fin decirle...