CAPÍTULO 27

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CAPÍTULO 27

Charly finalmente se encontraba dentro de la cárcel acompañado de Botero, ambos estaban conversando con Caronte, debido a que se trataba de una excepción y no de una visita común no estaban en la zona destinada a ellas, sino en uno de los cuartos de interrogatorio, por lo que no había un vidrio entre ellos.

—La condena sería reducida a la mitad y sigue teniendo la posibilidad de salir antes por buen comportamiento —decía Botero explicando las condiciones del acuerdo.

—Si queres podes entrar a la fundación, esto también te ayudaría —agregó Charly, lo que menos quería era seguir relacionándose con ese tipo, pero haría cualquier cosa por descubrir donde estaba su hijo, si para eso tenía que aguantarse a Caronte el resto de su vida lo haría sin ningún problema.

—¿Y qué voy a hacer? ¿Bailar con usted? —respondió Caronte irónicamente y Charly alzó las manos en un gesto que pretendía ser despreocupado

—Esto es lo mejor que va a obtener —intervino Botero— no vamos a ofrecerle nada más, piénselo bien antes de rechazar el trato, pero piénselo rápido 

Caronte se encogió de hombros resignado e hizo el ademán de tomar el documento pero Charly lo detuvo poniendo una mano sobre la mesa.

—Primero decime dónde está mi hijo. —dijo el cantante seriamente.

—Hay algo de lo que no hemos hablado —comentó Caronte cómo si acabara de recordarlo— Si Titano sale vivo de esta y vuelve acá, lo primero que va a hacer es matarme...

—Yo me encargo de que eso no suceda, no te va a pasar nada mientras estés acá —sentenció Charly mientras Botero desviaba la mirada, aquel acuerdo de Charly quedaba al margen de lo que podía ofrecer la policía pero técnicamente no era nada ilegal y además estaban en una situación desesperada.

—Listo pues... —dijo Caronte finalmente— Titano está en uno de los viejos escondites de Manin...

Durante el resto de la conversación Caronte se dedicó a dar especificaciones del lugar, una casucha en el medio de la nada, sin demasiadas comodidades, el último lugar donde buscarían a alguien pero lo suficientemente cerca de la ciudad para no perder las conexiones. Luego de firmar el acuerdo Charly y Botero se prepararon y partieron hacía el lugar, el comandante se encargó de avisar a sus hombres de confianza para que estuvieran preparados por si necesitaban refuerzos.


Yeimy caminaba por su casa de un lado a otro desesperada, poniendo todo su esfuerzo en cumplir la promesa que le había hecho a Charly había dejado su celular en la mesa de la sala y trataba de mantenerse alejada de él, no quería ver la ubicación que le enviara Titano.

Se detuvo para tratar de tranquilizarse, mantenía la mirada perdida en el paisaje que se podía observar por uno de los ventanales con los ojos aún húmedos por las lágrimas cuando el sonido de una notificación la sobresaltó. Usó toda su fuerza de voluntad para no correr a revisarla, inspiró profundamente y espero.

Un millón de ideas pasaban por su cabeza ¿Y si Charly no llegaba al lugar? ¿Y si Titano y Caronte se habían unido en su contra? ¿Si todo era un plan y Caronte mandaba a Charly a otro sitio? ¿Si Charly no podía contra Titano?... y si... y si... su mente no dejaba de dar vueltas y cada cosa que se le ocurría era peor que la anterior. 

Tenía que confiar, se dijo, Charly confiaba en ella, ella tenía que confiar en que él lo resolvería y si solo se tratara de él confiaría... Charly se había esforzado tanto y había conseguido que ella confiara en él ciegamente, pero no confiaba en Caronte, mucho menos en Titano, y era la vida de Erik la que estaba en peligro. Se llevó las manos a la cabeza frustrada y un instante después entró una llamada en su teléfono, sin detenerse a pensarlo corrió a contestar.

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