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CAPÍTULO 40

CAPÍTULO 40

Seguían besándose, Yeimy tenía las manos sobre las mejillas de Charly, atrayéndolo hacía sí, mientras él la abrazaba con los brazos aferrados a su cintura. Cuando se separaron por falta de aire permanecieron con sus frentes unidas y los ojos cerrados.

—Reina hermosa, sé que me comporté como un imbécil —dijo Charly avergonzado— ¿Me perdonas?

—Si, pero más te vale que no vuelva a pasar —contestó ella aún sin abrir los ojos.

—Pues... depende.

—¿Cómo así que depende? —preguntó ella abriendo los ojos de golpe para encontrarse con la mirada divertida de Charly.

—¿Si hago otra escena de celos vuelves a darme serenata?

—Tan bobo que sos...—dijo ella desviando la mirada en un intento de evitar contagiarse con su sonrisa.

—Te amo. —dijo él robándole un corto beso en los labios.

Estuvieron unos cuantos minutos ahí, disfrutando de su compañía mutua y de que no había nadie más en la cabina de grabación que ellos dos.

—Charly, es en serio. —comenzó Yeimy rompiendo el silencio cómodo que se había formado entre ellos, echó un vistazo rápido afuera para asegurarse de que seguían solos antes de continuar— Jack va a venir pronto y se supone que viene a ayudarnos ¿Podes por favor intentar comportarte?

—Siempre y cuando se comporte él... — contestó Charly encogiéndose de hombros.

—¿Qué te preocupa tanto? ¿Es que acaso no confías en mí? —preguntó ella alzando un poco las cejas.

—Por supuesto que confío en vos, princesa. Sé que morís por mi. —dijo Charly con suficiencia provocando que Yeimy rodara los ojos— En quien no confío es en tu amiguito.

—Charly, ha pasado mucho tiempo, seguro que Jack ya no siente lo mismo por mi. 

—Vos sos imposible de superar, princesa. 

Yeimy bufó resignada y decidió que lo mejor era no seguir con aquella conversación, no quería que volvieran a discutir y solo le quedaba esperar a que todo saliera bien y la visita de Jack los ayudara a terminar con todo el asunto de Mike.

Los días pasaron rápido, Yeimy había logrado vender su antigua casa a muy buen precio y se sentía realmente feliz por eso, estaba decidida a usar ese dinero como parte del capital para la fundación de Soul & Bass. Esa tarde Yeimy estaba en su apartamento junto a Charly hablando del tema y planificando todo lo que sería su nueva productora.

—¿Vos de verdad queres que yo sea tu socio? —preguntó Charly, llevaba bastante tiempo queriendo haces esa pregunta.

—Claro que sí, —respondió ella inmediatamente— tengo muchas expectativas de lo que podemos hacer juntos, Charly. Nos vamos cincuenta cincuenta.

—Sesenta, cuarenta —contestó él.

—Oigan a este...

—Sesenta vos. —se apresuró en aclarar Charly, dejando a Yeimy levemente sorprendida.

—Charly, se que fue mi idea lo de la productora —dijo Yeimy— pero se que te encanta tanto o más que a mi, este sueño es de ambos, lo justo es que vayamos a partes iguales.

—De acuerdo, es lo justo —contestó Charly mientras tomaba un sorbo del whiskey que estaban compartiendo su tono era tan natural que Yeimy lo miró un poco suspicaz— Te cederé diez por ciento de mis acciones como parte del pago por tus canciones.