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CAPÍTULO 30

CAPÍTULO 30

—Significa que te amo, Carlos Cruz, y que no me quiero separar de vos.

Por un momento fue como si el tiempo se hubiese detenido, Charly parpadeó un par de veces fijando su mirada en ella, como si intentara asegurarse de que no estaba viviendo un sueño. Yeimy acariciaba su rostro con dulzura, delineando su sonrisa congelada delicadamente con su dedo.

—¿Podes repetir eso? —preguntó él a media voz mientras ella lo miraba sonriente— Me había hecho a la idea de que jamás lo dirías...

Ella le rodeo el cuello con su brazo para acercarlo aún más de ser posible, sus alientos se entremezclaban y Yeimy cerró por un segundo los ojos antes de hablar.

—Te amo...—repitió ella y estaban tan cerca que al hablar se rozaron sus labios— no quiero separarme de vos, Charly, no quiero que esto termine... Te amo.

Charly casi no dejó que terminara la frase, acabó con los milímetros que aún los separaban y devoró sus labios con un beso que estaba lleno de pasión y dulzura a partes iguales.

—Y yo a vos... —decía Charly entre beso y beso— Te amo, no tenes idea cuanto...

De hecho si la tenía, Yeimy no tenía dudas de que Charly la amaba, hacía tiempo que se habían despejado, la amaba lo suficiente para dejarla apartarse de él para protegerla, lo mismo que ella había hecho por él... Porque si, ella también lo amaba, aunque al igual que Charly llegó a pensar que nunca se atrevería a decírselo de frente y el hecho de que él nunca la presionara para que lo dijera hacía que lo amara más, si es que eso era posible.

Se había negado por mucho tiempo lo que sentía, por orgullo, por terquedad, por miedo. Después había sido diferente, no quería decirlo y que sonara vacío, muy en su interior pensaba que esas dos palabras no eran suficiente para definir lo que sentía por Charly, lo que sentía era mas, mucho más. Por eso intentaba expresarse en el idioma mas hermoso que conocía, la música, y el la había entendido perfectamente.

Pero en ese momento, ahí cuando estuvo a punto de salir de esa habitación y perderlo, sencillamente sintió que tenía que decirlo, decir finalmente lo que sentía y esas dos palabras eran lo mas cercano, así que lo dijo, miró a Charly a los ojos y lo dijo "Te amo", porque era cierto, porque quería, no, porque necesitaba que él lo supiera de sus labios.

Poco a poco los besos suaves y dulces se intercalaban con otros llenos de pasión y necesidad. Yeimy ayudo a Charly a quitarse su camisa e instantes después el la despojó de su chaqueta y su top. Charly iba dejando un recorrido de besos por toda su piel, mientras ella se aferraba a su espalda.

Se besaban profundamente y Yeimy lo empujó suavemente para hacerlo rodar en la cama y quedar encima de él. Volvió a besarlo y al separarse para tomar un poco de aire se encontró con los ojos de Charly llenos de amor y deseo, la manera que tenía de mirarla hacía que se sintiera la mujer más hermosa del mundo. Bajó su mirada al pecho de Charly y el corazón le dio un vuelco al ver él moretón de un color violeta horrible del lado izquierdo, peligrosamente cerca de su corazón, debía haberse sobresaltado un poco pues no tardo en escuchar la voz de Charly.

—No es nada, de verdad. —dijo el en tono tranquilizador y acerco su rostro al de ella para volver a besarla.

Yeimy asintió pero cuando se separaron no pudo evitar seguir el impulso de acariciar dulcemente el pecho de Charly y dejar un beso tierno en el lugar que se había formado el moretón, agradeciendo a Dios y al universo la existencia de los chalecos antibalas.

En los siguientes minutos los pantalones de ambos terminaron en el suelo al igual que su ropa interior y se dejaron llevar aún más por la pasión y el deseo que solo podía crearse entre ellos.