CAPÍTULO 52

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Este es el capítulo final, voten, comenten, denle amorcito que en pocos días les subo el Epilogo.

CAPÍTULO 52

Los minutos se habían sentido como horas para ella, se llenó de desesperación al escuchar el disparo y cuando noto que era Charly quien abría la puerta el alivio por verlo sano y salvo y la indignación porque había vuelto a ponerse en peligro la invadieron a partes iguales.

Después de aquellos momentos de angustia por fin se sentía segura, porque si Charly estaba ahí con ella y no en medio de una persecución solo podía significar que todo había terminado. Seguía abrazada a él; refugiada en su pecho podía escuchar los latidos de su corazón y se reconfortó al darse cuenta de que se habían sincronizado con los suyos. Pasaron varios minutos así, disfrutando de la cercanía del otro y no rompieron el abrazó hasta que escucharon a Botero que había subido a buscarlos.

—¿Están bien? —preguntó el comandante, desde la puerta de la habitación.

—Todo bien...—respondió Charly.

—Gracias a Dios llegaron. —dijo Yeimy mientras salían— Mike estaba como loco, quien sabe que habría hecho.

—Menos mal Erik escuchó ese nombre, —comentó Botero— así pudo deducir donde estaban... Por cierto está afuera, fue imposible evitar que viniera, apenas logré convencerlo de que no entrara con nosotros.

En cuanto recibieron esa información Charly y Yeimy se apresuraron a salir de aquella casa a encontrarse con su hijo que en cuanto los vio corrió hacia ellos y los tres compartieron un abrazo lleno de alivio.

—Estaba tan asustado. —confesó Erik— No sabía si había entendido bien o si Mike realmente los había traído acá.

—Pero lo hiciste. —dijo Charly con una sonrisa reconfortante— Hiciste lo que tenías que hacer, hijo.

—Tu papá tiene razón, amor —agregó Yeimy acariciando la mejilla de su hijo con cariño— Nos salvaste la vida.

Había bastante movimiento afuera de la casa luego del operativo de rescate y desde donde estaban podían ver a Mike en la parte de atrás de una de las patrullas

—Supongo que con esto se ganó muchos años de cárcel —le comentó Yeimy a Botero que terminaba de darle instrucciones a sus hombres.

—Cadena perpetua se merece, el tipo retrasó mi noche de bodas —respondió el comandante y Yeimy soltó una carcajada ante las muecas de desagrado de Charly y Erik.

Unos minutos después iban de vuelta al lugar en el que se había realizado la fiesta, la gran mayoría de los asistentes se habían retirado pero Ligia, Irma, Vanessa y Pite decidieron quedarse ahí esperando noticias y todos suspiraron de alivio al verlos llegar sanos y salvos.

La noche había pasado y ya estaba por amanecer, Botero recomendó que todos fueran a descansar y les recordó a Charly y Yeimy que luego pasaran por la delegación a dar sus declaraciones.

Charly condujo hasta su apartamento con Yeimy a su lado, apenas conversaron durante el camino pero sus manos se mantenían entrelazadas la mayor parte del tiempo, separándose solo por los segundos en los que él debía manipular la palanca de cambios, solo estar en contacto los reconfortaba y casi les hacía olvidar por lo que habían pasado

Cuando llegaron al apartamento Charly se ofreció a preparar un té para que ambos se relajaran antes de dormir mientras Yeimy se iba directo a la habitación. Charly terminó de preparar el té y llevó dos tazas a su habitación en donde se encontró con una emocionante sorpresa.

Yeimy se giró al escucharlo entrar y Charly notó que ya no tenía puesto el vestido, se estaba cubriendo solo con el saco que él le había dado en casa de Mike y se lo quitó lentamente mirándolo a los ojos por lo que se quedó únicamente con sus bragas de encaje negro. Charly parpadeó un par de veces sorprendido ante tal visión, sin apartar la mirada de ella dejó las tazas sobre una de las mesas de noche para luego acercarse sigilosamente.

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