CAPÍTULO 36

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CAPÍTULO 36

Aquella era la última noche que pasaba en esa casa, Yeimy se sentía agotada y seguía descansando plácidamente. Aún medio dormida se giró en la cama buscando instintivamente a Charly pero su mano terminó reposando sobre el colchón y eso logró que despertara por completo.

Buscó su celular para ver la hora y se dio cuenta de que apenas pasaban de las seis de la mañana, le pareció extraño que después de que se durmieran tan tarde, Charly ya estuviera levantado. Pensaba seguir durmiendo pero unos minutos después notó que se le haría imposible, así que se levantó de la cama y después de lavarse la cara y los dientes en el baño, salió de su habitación.

La imagen que se encontró al bajar las escaleras hizo que en su rostro se dibujara una sonrisa genuina. Por alguna razón que desconocía Charly y Erik se habían quedado dormidos en la sala, su hijo estaba sentado en el suelo con la cabeza apoyada en la mesa de centro usando sus brazos como almohada, Charly también estaba sentado en el suelo pero en su caso su cabeza estaba echada hacia atrás apoyada en el sofá. Yeimy se acercó a ellos procurando no hacer ruido y se inclinó hacía su hijo.

—Amor... —susurro tocando suavemente el hombro de Erik.

—¿Mamá...? —dijo Erik abriendo los ojos lentamente— ¿Qué hora es?

—Temprano —respondió ella— ¿Que hacían acá?

—Con mi papá estábamos trabajando en una canción...—respondió Erik dejando escapar un bostezo.

—¿En serio? —preguntó Yeimy sin ocultar su emoción y Erik asintió aún somnoliento— Amor... ¿Por qué no subís y descansas bien un rato?

Erik volvió a asentir y con algo de dificultad se levantó para irse a su habitación. Yeimy lo vio subir las escaleras lentamente y sonrió llena de ternura. El hecho de que Charly y su hijo habían estado componiendo juntos hasta altas horas de la noche la tenía totalmente conmovida, el saber que estaban construyendo un vínculo y componiendo juntos la llenaba de felicidad.

Yeimy se sentó en el suelo junto a Charly que seguía profundamente dormido, aprovechó ese momento para admirar su rostro, a pesar de que la posición no se veía nada cómoda, parecía que él estaba descansando plácidamente. Casi por inercia empezó a delinear delicadamente la barbilla de él con su dedo, sin la mirada convencida de Charly sobre ella se le hacía mucho más fácil apreciar lo guapo que era. El recorrido de su dedo se detuvo al notar como las comisuras de los labios de Charly se elevaban un poco, pero al subir su mirada los ojos de él seguían cerrados.

—¿Estás despierto? —preguntó ella susurrando en caso de que siguiera dormido.

—No... —respondió Charly con los ojos aún cerrados lo que provocó que Yeimy riera— Pero podes despertarme con un beso.

—¿Así? —preguntó Yeimy y dejó un casto beso sobre su mejilla.

Charly se limitó a negar la cabeza sin abrir los ojos y luego se quedó quieto fingiendo que seguía dormido. Yeimy sonrió entretenida y esta vez posó sus labios sobre los de Charly, antes de que pudiera separarse tenía la mano de Charly sobre su nuca y él la acercaba más hacía sí. De un momento a otro Yeimy estaba recostada sobre la alfombra con Charly encima procurando no aplastarla.

—Estos si que son buenos días —dijo Charly mientras empezaba a repartir besos en su cuello.

—Charly, estamos en la sala... —comentó Yeimy sin hacer nada por apartarlo— Y es muy temprano, ¿Por que no subimos a la habitación y descansamos otro rato?

—Te acepto lo de subir —respondió Charly dejando un beso en su mejilla— pero ahora mismo se me ocurren mejores cosas que descansar...

—¿Vos no estas... no se, cansado? ¿Adolorido de haber dormido aquí? —preguntó Yeimy apoyando su mano en el piso y levantando un poco el torso..

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