꒷🕯️꒷
La noche y un desquiciado
ASTER
«Los demonios no existen»
«El infierno tampoco»
¿Por qué un par de lunáticos se hacían pasar por seres sobrenaturales de ojos brillantes capaces de encender una fogata alrededor de ellos sin mover un dedo?
Si Nyx no hubiera estado junto a él, podría pensar que se trataba de nuevo de una alucinación. Era la segunda vez en dos días consecutivos que Lucifer se presentaba frente a él.
La noche anterior en lo único que pensaba era en regresar a su casa, que su madre no descubriera que se escapó, y terminar la tarea de álgebra. Ir a la escuela supuso un enorme esfuerzo, creía que alguien lo seguía; un cosquilleo detrás del cuello que le avisaba que la mirada de alguien estaba puesta en él.
Cada vez que volteó no había nadie. Probablemente fue parte de la paranoia por lo ocurrido en la iglesia.
Desconocía por completo la historia sobre los demonios, a pesar de las lecciones que el sacerdote les daba a los menores todos los domingos. Casi siempre dejaba que su cabeza divagara en cualquier cosa excepto en las historias sobre el ángel caído, el traidor y esos por los que el mundo se manchó de pecado.
Por más extraño que pareciera, aun después de ir en brazos de una criatura que se decía el rey del infierno, no podía evitar preocuparse por lo que le esperaba en casa.
Su madre a esas alturas ya sabría lo que había pasado; esa tarde dio el paso que estaba planeando dar desde tres años atrás. Nyx lo acompañaría y ambos dejarían a Heldel con sus conflictos religiosos atrás.
Ninguno contaba con que el padre de Nyx tuviera bajo a advertencia a los elementos de la policía. Como agente del departamento de la ciudad podía permitirse convertir en niñeras a todos los oficiales de Heldel, y precisamente eso hizo para saber que su hijo y otro chico se alejaron más allá de la frontera de la ciudad.
Unos kilómetros más y habrían salido del bosque, donde los esperaría la ciudad vecina, en la que su madre no tenía conocidos que le avisaran si lo veían, y el padre de Nyx no tenía oficiales espiándolo.
Ambos entraron en pánico desde que escucharon las sirenas, pero le temían más a regresar y enfrentarse a sus padres. Lo único que se les ocurrió fue meterse entre los árboles con todo y auto, de lo contrario los habrían atrapado antes.
Se libraron de la policía, caminando durante algunas horas habrían podido llegar a la otra ciudad. Harían lo que sea con tal de no volver a Heldel.
Sin embargo, ambos estaban siendo trasladados de vuelta a ese lugar, no en manos de la policía, sino en las de dos demonios con apariencia extraña e injustamente atractiva.
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Una ofrenda temerosa ©
Teen Fiction«Si un demonio te dice que eres el único que puede controlarlo; ordénale que regrese al infierno y deje de atormentar tu ciudad» ꒷🕯️꒷ No hay vergüenza más grande para un demonio que ser invocado por desconocidos que lo abandonan encadenado en una i...