«Si un demonio te dice que eres el único que puede controlarlo; ordénale que regrese al infierno y deje de atormentar tu ciudad»
꒷🕯️꒷
No hay vergüenza más grande para un demonio que ser invocado por desconocidos que lo abandonan encadenado en una i...
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P.D. Es este y el capítulo 21
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Antes de la tormenta
HELLER
Los labios de Aster se alejaron de los suyos y experimentó algo parecido al anhelo. A pesar de haber tenido los brazos de ese chico rodeándolo unos segundos antes, privarlo de su tacto después de conseguir lo que quería, hizo que la confusión dentro de él creciera.
Tenía acceso a cada parte de la mente de Aster, incluso podría manipularlo a su antojo, y todo sin que éste se enterara de lo que pasaba. Sin embargo, había algo en Aster que lo mantuvo a salvo de él desde el primer día.
Antes no permitió que algún humano le dirigiera la palabra, mucho menos se presentó ante uno, éstos no merecían tener al dios de las tinieblas en su presencia, hablarle era demasiada avaricia.
Y ese chico no solo no le creyó cuando le dijo quién ni qué era, sino que pensó que se trataba de un producto de su imaginación. Él. Heller de nombre en la actualidad, Lucifer mejor conocido, y cientos de formas en las que había sido nombrado a lo largo de la historia.
¿Qué lo detuvo de asesinar a Aster en cuanto notó que estaba vinculado a él?
En Heldel estaba el grupo que lo invocó, esos que osaron jugar con las leyes oscuras impuestas por él mismo, y no se habían conformado con invocar a un demonio de rango menor, sino a la oscuridad en persona.
No tenía recuerdos de antes de despertar frente a Aster en la iglesia. Vio al humano cruzar las puertas dobles y sentarse consternado en una de las bancas. Lo escuchó rezar, meditar, o lo que sea que estuviera balbuceando, y se presentó ante él con el cuerpo humano que adoptó las veces que estuvo en la tierra.
De alguna manera, después de ser invocado, quienes lo llamaron lo usaron para lo que lo necesitaban y lo llevaron a la iglesia para que el problema pasara a ser de otros. Se mantuvieron ocultos del ojo de Lucifer.
O siempre estuvieron a la vista, solo que él había mirado por encima, y no debajo de sus narices.
En cuanto el olor de Aster fue percibido por su olfato, el resto de sus sentidos también se activaron, fue capaz de darse cuenta del lugar en el que se encontraba y de ver las cadenas que lo mantenían atado. Un círculo lo encerraba en el altar, pero él no le prestó atención hasta que no encontró un patrón que lo guiara en dirección a los culpables.
No había sido capaz de hacerle daño a Aster y la necesidad de ayudarlo con los abusos de su madre ardía en su interior cada hora, quiso estar junto a ese chico desde entonces, e incluso antes.
