♡ ; 𝒟𝑒 𝓁𝒶 𝒜 𝒶 𝓁𝒶 𝒵 𝓎 𝓋𝒾𝒸𝑒𝓋𝑒𝓇𝓈𝒶 ⇀ ɴᴍɴ

♡ ; 𝒜 de amistad

Se conocieron en secundaria, al inicio ninguno se soportaba pues ambos prejuzgaron al otro.

Para Jaemin, Jeno era el típico chico callado que intrigaba a cualquiera y que terminaba siendo un patán con todos. Para Jeno, Jaemin era el típico chico delicado que escondía lo hipócrita que era.

Ignoraban la existencia del otro, cuando llegaban a coincidir en el mismo lugar o con la misma persona preferían alejarse, insultarse nunca fue una opción para ellos, tampoco caerían así de bajo.

El primer año pasó volando, seguían sin prestarse atención, se acostumbraron a ser un cero a la izquierda para el otro, hasta que un día coincidieron en un taller. El taller de baile, porque los dos compartían ese gusto.

Mientras Jeno disfrutaba del baile en grupo, Jaemin lo hacía con una sola persona, el baile de parejas era su estilo.

La profesora era muy dinámica, un día podrían bailar en grupos y al siguiente en parejas, varios de los alumnos descubrieron que eran torpes para uno de los estilos, entre ellos Jeno, no era muy habilidoso para el baile en pareja.

Se frustraba demasiado, tener que cuidar el no pisar al contrario le desesperaba muchísimo.

–Relajarse joven Lee, confíe en su pareja de baile.

El pelinegro se rindió, se disculpó con su compañera por ser una terrible pareja, ella solo sonrió y le dijo que se esforzará por mejorar. Por un momento pensó en dejar ese taller e irse al de música, si, así de extremista era cuando las cosas no le salían.

–Na y Lee, al centro.

La profesora les reto a bailar tango, Jaemin sin problemas pasó al centro con una sonrisa de oreja a oreja, el tipo de baile no era su predilecto pero se le daba bien. Jeno por su parte se tensó, hasta ese momento no hubo la necesidad de compartir alguna pieza con él; lo último que necesitaba era emparejarse con Jaemin.

A regaña dientes, bajo la atenta mirada de todos pasó al centro.

La música comenzó a sonar de improvisto, Jaemin se acercó y Jeno cometió su primer error pues en un principio no ejecutó bien el abrazo, provocando que su compañero tambaleara.

Jaemin como si nada recompuso las posiciones, dándole la confianza a Jeno para llevar el baile de manera decente.

Se olvidaron de todos, su concentración estaba puesta en el contrario, el pelinegro guiaba con un poco de vacilación al chico de pestañas largas y hermosas, la improvisación era algo básica, aún así dieron un gran espectáculo.

La profesora les felicitó e hizo la observación -innecesaria según Jeno- de que ellos eran la pareja perfecta.

–Debo de admitir que me sentí muy cómodo contigo, supiste darme libertad sin dejar de ser el líder, no había sentido eso con mis otras parejas.

–Gracias, supongo.

Era extraño, por un año no se dirigieron la palabra y ahora un simple baile dio pie a un cruce genuino de palabras.

Jeno fue a tomar su mochila, era hora de ir a casa, sin embargo, sintió un toque sutil en su hombro haciéndole girar para ver quien pedía por su atención.

–¿Te gustaría quedarte y practicar conmigo?

Jaemin le regaló una hermosa sonrisa, esperaba no ser rechazado.

Lo pensó, echó un vistazo al aula, la mayoría de sus compañeros iba retirándose de a poco, no le pareció tan mala idea, al final su relación solo se limitaría a ser pareja de baile, nada más.

–Claro ¿Por qué no?

Pasados los minutos quedaron solo ellos dos.

Jaemin recomendó un par de piezas con ritmos rápidos, no lo hacían mal.

–Te falta soltura, siente el ritmo Jeno, déjate llevar.

Y así lo hizo o al inicio trato de hacerlo, se tensaba demasiado al pensar que por su torpeza podría pisar a Jaemin y lastimarlo. En algún punto dejó de prestar atención a eso, concentrándose únicamente en la música y los movimientos de su pareja.

Conectaban a la perfección, la comunicación entre sus cuerpos era impresionante, como si se tratara de una pareja que llevaba años bailando juntos.

Después de eso, ellos congeniaron, se dieron la oportunidad de conocerse, arrepintiéndose de no haberlo hecho en el pasado por estúpidamente prejuzgar.

La 𝒶𝓂𝒾𝓈𝓉𝒶𝒹 que comenzaron a entablar sería una duradera, difícil de quebrar.

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