♥ ; 𝒟 de desnudo

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Los meses pasaron, Jaemin logró comprender que Renjun no suponía una amenaza para su relación con Jeno, terminaron siendo buenos amigos y de vez en cuando el chino le daba consejos.

Mientras él cuidaba de Dotori por las mañanas, los fines de semana Jaemin y Jeno le enseñaban coreano, en ocasiones eso quedaba de lado al recibir la visita de Haechan y Mark o Chenle y Jisung.

La semana que transcurría, Jaemin se sintió un poco solo, Jeno por cuestiones de un proyecto super importante se quedaba en la residencia de la universidad. Renjun le hacía compañía por las noches cuando llegaba de la suya, alrededor de las once de la noche.

En lo que cenaban, se contaban cómo fue su día, a Nana le sorprendió la capacidad de Renjun, en esos meses su coreano mejoró mucho, ahora podían mantener charlas largas sin la necesidad de corregirlo o de algún traductor.

–Moomin.

–¿Si?

Jaemin respiró profundo, no sabía cómo preguntarlo, le daba vergüenza dejar al descubierto ese detalle.

–¿Tu, con tu prometido, ya has tenido...?– se puso rojo, ni siquiera podía pronunciar las palabras, lo bueno para él es que Renjun captó rápido a lo que se refería.

–¿Relaciones sexuales?

Jaemin se cubre el rostro apenado y asiente. El otro soltó una risilla, llegó a creer que el par de tortolos ya habían tenido ese tipo de contacto, resultaba que no y le sorprendió.

–Si– respondió con naturalidad, obvio no le detallaría nada de sus encuentros con Yangyang, solo trataría de serle de ayuda.

–¿Y como...?

–Simplemente se dio, la primera vez fue un bruto pero al final fue placentero. Digamos que la experiencia mejora con la práctica, no es algo que puedas aprender solo escuchando de ello.

Ambos fueron a dormir tres horas después, Renjun le dio consejos de cómo cuidarse y prepararse, también como es que podía provocar a Jeno. Le dijo que lo más importante era la confianza, si algo no le gustaba debía decirlo y pedirle al pelinegro que se detuviera si era necesario, como dato extra agregó que nunca ni por error lo hicieran estando ebrios porque se podrían arrepentir después.

Lo último que le pidió fue que le informará cuando fuera el momento para llevarse a Dotori y ahorrarle un trauma.

Una semana después Jeno estaba de vuelta en el departamento, llegó por la tarde con sus maletas y con un cansancio extremo. Lo único que quería era acostarse en su cama y dormir hasta el siguiente día.

Busco por todas partes a su novio e hijo, no los hallo, extraño pues él le avisó a Jaemin que llegaba esa tarde. Lo que pasaba es que llego antes de lo previsto.

Por el sonido de la regadera, Jaemin no escuchó a Jeno llegar, tomó una toalla pequeña, se secó el cabello lo más que pudo y creyéndose solo, salió del baño 𝒹𝑒𝓈𝓃𝓊𝒹𝑜.

–¡Jaem-!

El pelinegro quedó mudo al ver a Jaemin sin ropa, tenían años de conocerse pero en ningún momento llegaron a tener ese tipo de confianza, a pesar de todo siempre existió el pudor entre ambos.

Por su parte Nana no sabia que hacer, su novio arruino el recibimiento que iba a darle, ¡Joder! lo planeo todo tan meticulosamente que no se molestó en hacer un plan B.

Respiro, con toda la vergüenza del mundo decidió improvisar.

–¿Vas a quedarte ahí parado?, después de no vernos una semana ¿no me darás un beso?

Jeno babeaba, por mas que quería no podía apartar su mirada del hermoso cuerpo de Jaemin.

Se supo en problemas cuando sintió un tirón en su entrepierna. Dio vuelta para salir de esa habitación pero sintió unos brazos envolverle por detrás.

No pudo evitar soltar un lastimero gemido cuando descaradamente Jaemin apretó su miembro semi erecto, pego la frente a la puerta, la excitación y el calor aumentaron al sentir las caricias en esa zona.

–Ja-Jaemin, para– pidió casi sin aliento.

El mencionado lo ignoro, continuo con las caricias. Jeno no saldría de su habitación hasta que los dos dejaran de ser vírgenes.

–¿No te gusta?

Le gustaba tanto que se volvió loco, su parte racional se fue al carajo al girar para quedar de frente a su travieso novio, ver la lujuria en sus ojos y lo duro que estaba le encendieron más.

Lo tomó de la cintura y en un ágil movimiento ya lo tenía contra la puerta, repartiendo besos por todo su cuello.

A Jaemin no se le hizo justo que solo él estuviese desnudo, con la desesperación recorriéndole, comenzó a sacarle el suéter a Jeno; danzaron por toda la habitación, el pelinegro tratando de tocar y Nana intentando desnudarlo.

Al ser su primera vez, la torpeza salió a flote, la frustración le seguía pues de tanto que parecían hacer, terminaron haciendo nada.

En el piso, Jeno quedo con los pantalones en las rodillas, con una erección desatendida, el cabello despeinado y su playera rasgada; Jaemin no estaba mejor, el cuello lo tenía lleno de marcas, respiraba agitadamente sobre su cama por todo el esfuerzo en vano que hizo, le dolía la erección y el orgullo.

–Esto es un desastre– comentó frustrado y molesto, no pensó que las cosas fueran a terminar así.

El pelinegro se carcajeó por la penosa forma en la que terminó ese encuentro, sin duda debian de informarse mejor del tema y hacerlo sin prisa.

Al día siguiente con mucha pena, Jaemin le contó a Renjun cómo terminó todo, el chino no se contuvo y rio, aunque después le dijo que no se preocupara que se daría tarde o temprano de forma exitosa.

–Solo espero que no sea cuando estemos viejos.



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♡ ; 𝒟𝑒 𝓁𝒶 𝒜 𝒶 𝓁𝒶 𝒵 𝓎 𝓋𝒾𝒸𝑒𝓋𝑒𝓇𝓈𝒶 ⇀ ɴᴍɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora