♥ ; 𝐻 de hijos

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Sábado por la mañana, el desayuno parecía zona de guerra, Jaemin no paraba de fulminar con la mirada a Chenle y este solo sonreía perversamente.

Por su parte Jeno y Jisung disfrutaban sus sagrados alimentos, aunque de vez en cuando ambos miraban a los otros dos solo por precaución, pues muy cerca de la mano de Jaemin se hallaba un cuchillo.

Nana supo que algo hizo el chino malvado, no era posible que mantener esa sonrisa no le cansara el rostro, sin dejar de mirarlo llevó los palillos a su boca con "comida".

Terminó escupiendo lo que se metió a la boca y Chenle comenzó a reír escandalosamente, Jaemin miró llevándose la desagradable sorpresa de que era una cucaracha -de plástico- lo que casi se come. Tanto fue su asco que corrió al baño y detrás de él, fue Jeno.

Cuando terminó de vaciar su estómago, se lavó la boca y salió.

–Le haré lo mismo, solo que esperaré a que esté dormido– anunció a su, su... ¿novio?

Esa parte aun no quedaba clara, Jeno en ningún momento se lo preguntó y él tampoco lo mencionó, era una incógnita que debían resolver.

–Puedes molestarlo con otra cosa– esas palabras desviaron su atención, miró atentamente a Jeno esperando que le dijera cómo –Róbale la atención de Mark, eso le molestara mucho más.

La cosa era que él y Mark no eran precisamente los mejores amigos y sería extraño estar cerca de él tratando de acaparar su atención.

–¿Está todo bien?– preguntó Haechan que entraba a la habitación.

Jeno y Jaemin sonrieron al ver a su amigo.

–¡Pudú!– se lanzó a los brazos del recién llegado y lloró falsamente.

Le contó en susurros lo que acababa de pasar y cómo es que se vengaría. Haechan no pudo evitar reír, al final conspirarían los tres en contra de Chenle, aceptó hacerse el desentendido.

Salieron a encontrarse con Mark; Jeno no lo miró directamente, el enfado aun permanecía como una espina que lo jodia al hacer presión sobre ella.

Chenle frunció el ceño al ver las confianzas de Jaemin al saludar al canadiense, incluso para molestarlo más, Nana se atrevió a abrazarlo efusivamente.

–¡Aléjate de mi hijo!

Chenle hizo el intento de separarlos y lo logró pero la sonrisa burlona de Jaemin solo le dio a entender que eso no quedaba ahí. Nana tomó del brazo a Mark y lo llevó al interior de la habitación de Jeno. El chino se puso rojo del coraje, comenzó a decir improperios en su idioma mientras se perdía en la cocina junto a Jisung.

–¿Sigues molesto?– pregunto pudú con cautela.

–No.

Jeno intento sonar normal en esa simple respuesta pero claro, su amigo no era tonto y sabia la realidad.

–Conmigo, pero ¿con Mark?

–Tal vez un poco.

Su conversación quedó ahí, ambos abrieron los ojos por el impacto de ver a Chenle con un cuchillo en la mano y una expresión de asesino serial. Justo cuando llegaba a la puerta de su habitación, esta fue abierta y el rostro de Mark casi sufre las consecuencias de hacer enojar al chino.

Les costó horas poder controlar a Chenle y Jaemin, para cuando se dieron cuenta ya era hora de comer, como nadie quiso hacer algo, pidieron pollo frito.

Jaemin y Chenle se asesinaban con la mirada, Mark y Jeno ni siquiera se veían y Jisung y Haechan trataban de animar el ambiente con comentarios graciosos pero su intento fue fallido, hasta que pudú recordó lo que trajeron con ellos.

–Jeno, Jaemin ¿Piensan tener 𝒽𝒾𝒿𝑜𝓈?

Jaemin quedó boquiabierto y Jeno escupió el agua que apenas se había llevado a la boca.

–Bu-Bueno, no... no sé qué piense y quiera Jaemin– comentó el pelinegro aun tratando descifrar si lo pregunto en broma o en serio.

–Yo no he pensado en ello– respondió bajito y rojo por la vergüenza de pensarse con hijos junto a Jeno.

–Pues... verán, van a tener que hacer espacio para alguien.

Jaemin hiperventilo pensando lo peor de sus amigos, se quedó callado tratando de darle un buen sentido a las palabras de Haechan.

–¿Se robaron a un bebé?– pregunto incrédulo el pelinegro.

–¿Qué? ¡Por Dios, no!

Mark se levantó de su lugar y fue a la habitación de Jaemin, ahí dejaron al nuevo integrante de la familia.

No tardo nada en volver, entre sus brazos traía a un cachorro samoyedo, Jaemin murió de ternura y Jeno, bueno, sonrió al ver al cachorro, entendió que en parte era una disculpa por parte del canadiense. Cuando estuvieron en Canadá le dijo que cuando Jaemin y él estuvieran juntos compraría un samoyedo porque sabía que a Nana le gustaban mucho, entonces esa sería su familia perfecta.

–Les presentamos a su hijo adoptivo– canturreo pudú.

Jaemin lo recibió, la sonrisa que tenía plasmada en el rostro era tan hermosa y deslumbrante, Jeno se enamoró más de él.

Se puso de pie, abrazó a Haechan y le agradeció, después dudando si sería bien recibido se acercó a Mark, pronto sintió los brazos del canadiense envolverlo, correspondió.

–Bro~ siento haber sido tan impulsivo y entrometido.

–Está bien, ya todo está olvidado.

Chenle se unió al abrazo, él chino también sabía de los planes de Jeno y es por eso que se puso de acuerdo con Mark para ese fin de semana.

–Ahora tienes a tu familia perfecta, disfrútala.

–Gracias, chicos.

Después de eso pasaron a la sala y entre los seis jugaban con el cachorro; Jaemin prácticamente se enamoró del perro porque le encontró parecido con Jeno.

–¿Y como lo llamaran?– Jisung se frustraba de no poder llamarlo por algún nombre y decirle "perro" no le agradaba mucho.

Nana no tuvo que pensarlo mucho y dijo:

–Dotori.

Jeno y Jaemin sonrieron con complicidad, solo ellos sabían lo que significaba ese "nombre".



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♡ ; 𝒟𝑒 𝓁𝒶 𝒜 𝒶 𝓁𝒶 𝒵 𝓎 𝓋𝒾𝒸𝑒𝓋𝑒𝓇𝓈𝒶 ⇀ ɴᴍɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora