♡ ; 𝒟𝑒 𝓁𝒶 𝒜 𝒶 𝓁𝒶 𝒵 𝓎 𝓋𝒾𝒸𝑒𝓋𝑒𝓇𝓈𝒶 ⇀ ɴᴍɴ

♥ ; 𝒴 de yogurt

Les tomó una semana hacer la mudanza, porque por cada caja que quería sacar Jaemin, su padre siempre le preguntaba si estaba seguro de querer irse, le hacía todo un drama.

Después de una larga despedida y tener que soportar la mirada "asesina" del padre de Jaemin, por fin, se dirigían con la última caja al departamento que ahora pasaba a ser de ambos.

Nuevamente era domingo. Jaemin no tuvo que organizar mucho porque lo fue haciendo poco en el transcurso de la semana, solo debía desempacar un par de cajas pequeñas y listo.

Al terminar, fue en busca de Jeno, lo encontró en la cocina comiendo 𝓎𝑜𝑔𝓊𝓇𝓉.

–¿Terminaste?

–Si.

–¿Te parece si vemos una película?

No le apetecía mucho, igual no tenía ganas de salir así que acepto.

Antes de elegir una película y pasar a sentarse en el sofá, hicieron palomitas. Acercaron todo lo necesario para llenar sus estómagos y no tener que levantarse en el transcurso de la película.

Jaemin se encargó de elegir una película, no prestó atención al título, solo vio que era de "terror" y la puso.

Tomó asiento a lado de Jeno, apretó el botón de play y antes de ponerse cómodo le dio un vistazo al pelinegro.

–Jeno, mírame.

El mencionado un tanto desconcertado por la petición, volteo a verlo.

Quedó petrificado al sentir la lengua de Jaemin sobre la comisura de sus labios, su corazón comenzó a latir como loco y no ayudaba el hecho de que su amigo no se separaba de él.

Sus bocas quedaron tan peligrosamente cerca, solo debía moverse un par de centímetros y podría robarle un beso.

–Listo, tenías yogurt embarrado– comentó Jaemin como si nada.

Se alejó y Jeno pudo ver la sonrisa malévola que adornaba el hermoso rostro de Nana. No supo cómo tomarlo, ¿Fue una acción premeditada para dejarlo avergonzado e incómodo? o ¿Simplemente sonreía así de manera inconsciente?

–Gra-Gracias, supongo.

–Cuando quieras.

¡¿Cuando quiera?! ¿Qué significaba eso?, miro a Jaemin esperando que dijera algo más o se riera indicando que solo era una broma, en cambio lo vio prestando completa atención a la película.

Las dos horas que duró esa horrible película la paso tenso y pensando mil cosas.

Huyó antes de volver a tener la atención de Jaemin sobre él. Corrió al baño para bajarse la erección que le provocó sentir la lengua de su amigo sobre su piel, muy cerca de la boca.

–¿Estás bien, Jeno?– preguntó Jaemin al otro lado de la puerta.

–Si solo, creo que las palomitas me cayeron mal.

Mentira, en todo ese tiempo quedó tan tieso en su lugar que no consumió nada.

Fue tan bochornoso tener que tocarse a sí mismo pensando en Jaemin para poder salir del baño como si nada pasara.

Al abrir la puerta se encontró con el causante de sus "males", escudriñándolo con la mirada.

–¿Nunca me dirás lo que hablaste con mi padre?

Jaemin sin duda tenía el don de sacar temas desconcertantes en momentos inesperados.

–Solo me pidió que cuidara mucho de ti– contestó el pelinegro sin mirarlo, pasó a su lado, necesitaba un vaso de agua helada.

–Note cómo te miro esta mañana antes de salir de casa.

Al llegar a la cocina, tomo un vaso y se sirvió agua.

–Jaemin, tu eres su único hijo, no debió ser fácil para ellos dejarte ir, supongo que para los padres es difícil confiarle a sus hijos a cualquiera.

Se llevó el vaso a la boca, disfrutando como el líquido incoloro refrescaba su garganta y todo su ser.

–Tu no eres cualquiera, eres mi mejor amigo, eres como mi media naranja.

Jeno al escuchar eso, no pudo evitar escupir la poca agua que mantenía en su boca.

–Bien, bien, dejémoslo en que es difícil para un padre ver partir a sus hijos.

Dejó el vaso en el lavabo, respiro profundo, seria difícil para Jeno adaptarse a Jaemin y no morir en el intento.

Su mirada terminó en el cesto de basura donde se encontraba el envase de yogurt que había disfrutado horas antes. Nunca en su vida volvería a ver de la misma forma ese producto lácteo, el recuerdo de lo que hizo Jaemin para limpiar un poco, lo perseguiría por siempre.

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