♥ ; 𝒰 de ultimátum

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Habían pasado solo tres días desde que Chittaphon había llegado, Jeno al no querer verse envuelto en todo ese asunto le dijo al invasor que la decisión de si podía quedarse o no la tenía Jaemin.

Obvio, se lo permitió, Jeno pasó a dormir en uno de los sofás porque Jaemin no quiso compartir su habitación con Ten.

En esos días el pelinegro no asistió a la escuela, si estando en el departamento era incómodo, estar sentado a lado de Jaemin por varias horas sería la muerte.

Esa mañana los tres tomaban el desayuno en completo silencio.

Tocaron la puerta principal y Jaemin corrió a abrir para liberarse un poco de la tensión. Al abrir se encontró con un sonriente Hendery, este por la alegría de volver a verlo lo envolvió entre sus brazos y dejó un beso en su mejilla.

Los otros dos miraron toda la escena, Ten juro escuchar como el corazón de Jeno se quebraba al ver como Jaemin permitía eso.

El pelinegro con el corazón sangrando volvió a la cocina para terminar su desayuno.

–¿No dirás nada?– pregunto Ten, esta vez no lo hizo de forma pesada.

–No tengo derecho a decir algo porque Jaemin y yo solo somos amigos.

Eso lo escucharon todos, clara y fuertemente, haciendo sentir a Jaemin un hueco en el estómago.

–¿Podemos hablar?– preguntó el príncipe dirigiéndola a Ten, este puso mala cara pero aun así salió de la cocina con Hendery detrás de él.

Jeno miró a Jaemin, este entendió el 𝓊𝓁𝓉𝒾𝓂𝒶𝓉𝓊𝓂 silencioso del pelinegro, era Hendery o él.

No dijo nada, no aun, tomó asiento a un costado del pelinegro y también se dedicó a terminar su desayuno.

El día en que Jeno le dijo que estaba enamorado de él, pensó que se trataba de una broma pero al verlo en conflicto consigo mismo entendió que decía la verdad y no supo cómo sentirse o que hacer.

Era consciente de que huyó cobardemente.

Los días que pasaron decidió poner en claros su sentimientos. Recordó las palabras de Hendery y Shotaro, la llamada de Jeno cuando estuvo borracho y la frase incompleta en el cuaderno de Jeno que Haechan le dio.

Recordó también cuando le preguntó si había conocido a alguien, entonces la respuesta que le dio el pelinegro lo golpeó fuertemente, "Mi corazón le pertenece a alguien más".

¿Ese "alguien más" era él? ¿Pues hace cuanto que estaba enamorado de él?

Todo eso era demasiado y muy intenso, sin desearlo la inseguridad surgió. ¿Y si al final lo suyo no funcionaba? ¿Tirarían tantos años de amistad a la basura?

Aun con todo eso analizado cometería un error que podía costarle todo con Jeno.

Terminó su último bocado, miro a Jeno quien lo miraba de vuelta esperando una respuesta a su exigente pregunta silenciosa.

–Hendery se quedará aquí en lo que logra convencer a Ten de regresar con él y compartiré mi habitación con él.

Sin decir nada, Jeno se puso de pie, lavó el plato y el vaso que utilizó para después dirigirse a su habitación. Encontrándose ahí, dejó salir lágrimas de furia y tristeza, por eso no se lo quería decir, sabía que a Jaemin le costaría mucho procesar su confesión.

Igual no se lo dijo de la mejor forma pero lo hecho, hecho estaba y no podía regresar la página.

Saco una maleta de tamaño medio, tomó gran parte de su ropa y algunas cosas que necesitaría, en la misma mochila que se llevó con anterioridad metió su laptop y algunas otras cosas que usaba diariamente, también se llevaría su mochila donde cargaba sus útiles escolares.

Respiro profundamente, salió hacia la sala donde tenía el teléfono fijo, sintió tres pares de ojos sobre su espalda, no se molestó en mirarlos de vuelta, marcó un número, al ser atendido pidió un taxi a su domicilio.

Volvió sobre sus pasos, sacó su maleta y las mochilas.

–Oye no hace falta que te vayas, Ten y yo nos iremos esta noche– dijo Hendery

Pero eso no le importó al pelinegro, le sonrió falsamente al príncipe y salió de su departamento.



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♡ ; 𝒟𝑒 𝓁𝒶 𝒜 𝒶 𝓁𝒶 𝒵 𝓎 𝓋𝒾𝒸𝑒𝓋𝑒𝓇𝓈𝒶 ⇀ ɴᴍɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora