♡ ; 𝒟𝑒 𝓁𝒶 𝒜 𝒶 𝓁𝒶 𝒵 𝓎 𝓋𝒾𝒸𝑒𝓋𝑒𝓇𝓈𝒶 ⇀ ɴᴍɴ

♡ ; 𝒮 de sueño

Se sentía como en un sueño el estar recostado en su cama junto a Jeno, no necesitaban hablar para decirse cuánto se extrañaron, el silencio entre ambos era cómodo y comunicaba mucho.

Jaemin giro para poder abrazar a Jeno y de paso recostar su cabeza en el pecho del pelinegro.

El ambiente era relajado hasta que se le ocurrió preguntarle si en el tiempo que estuvo en Canadá conoció a alguien.

Jeno soltó una risilla, sabía a lo que se refería, solo que quiso jugar un poco y le contestó que conoció a varias personas con las cuales se llevaba bien.

–¡Tonto! me refería a...

Su oración quedó inconclusa al escucharlo decir que sí y de un momento a otro el sueño se convirtió en pesadilla.

La molestia se hizo presente, abrazo con posesividad a Jeno, no le agrado saber que alguien tuvo la completa atención, las caricias y los besos de su amigo.

–¿Por qué no me lo contaste?– preguntó agresivo.

–No lo creí conveniente.

–No es justo, yo te conté de Hendery.

El recuerdo del día anterior de el mencionado besando la mejilla de Jaemin le hizo apretar la mandíbula. Jeno tuvo deseos de golpearlo por atreverse a hacer eso frente a él.

–Fue una relación linda pero no intensa.

Contó brevemente tratando de alejar la escena de su mente.

–¿Por qué?

–Porque mi corazón le pertenece a alguien más, entonces cualquier relación que tenga no tendrá gran impacto si no es con esa persona.

Jaemin no supo qué le dolió más si el: "mi corazón le pertenece a alguien más" o "cualquier relación que tenga, no tendrá gran impacto si no es con esa persona".

Y simplemente no entendía porque le dolía, ellos eran amigos, solo amigos, pero el hecho de que alguien le quitara la atención de Jeno, le enfadaba demasiado.

–Prométeme que a pesar de que encuentres a ese alguien especial siempre estarás a mi lado.

Pedir eso era demasiado egoísta, sin embargo, Jaemin no se veía o mejor dicho, no quería verse en un futuro sin Jeno.

El pelinegro le susurro un casi inaudible "Lo prometo".

Simples palabras no eran suficientes, tenía que haber algo más que lo comprometiera a tomar en serio la promesa que acababa de hacer y con la idea de que eran cosas de amigos, Jaemin dijo algo que casi le provoca un infarto a Jeno.

–Si lo prometes en serio, dame un beso.

–¿Qué?

Nana se acomodó de forma que Jeno tuviera acceso a sus labios, cerró los ojos esperando por aquel contacto que pidió.

Sintió la respiración pesada del pelinegro muy cerca de su mejilla, el corazón le latía de manera desenfrenada, hasta que sintió los labios ajenos hacer presión en su mejilla, abrió los ojos de golpe.

–¡Jeno!– reclamo.

–Nunca especificaste en donde debía besarte.

Los dos se encontraban sonrojados, Jeno hacía un gran esfuerzo por controlarse y no echársele encima al contrario para comérselo a besos.

"Eres demasiada tentación, Nana~" pensó el pelinegro mirando el techo.

Después de eso los dos, aun abrazados, cayeron en un profundo y placentero sueño.

–Jaemin, cariño– la señora Na quien recién llegaba, entró a la habitación sin tocar llevándose la sorpresa de volver a ver a Jeno –¡Oh~!

A su mente llegó una idea, mientras sonreía maquiavélicamente fue a su habitación a buscar su cámara.

Volvió rápido y sin hacer demasiado ruido tomó un par de fotos de aquellos dos.

–Se ven tan adorables.

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