♡ ; 𝒟𝑒 𝓁𝒶 𝒜 𝒶 𝓁𝒶 𝒵 𝓎 𝓋𝒾𝒸𝑒𝓋𝑒𝓇𝓈𝒶 ⇀ ɴᴍɴ

♡ ; 𝐸 de efímero

Las vacaciones terminaron, los meses pasaron, en el taller de baile fueron uniéndose más alumnos, entre ellos, Sungchan y Luda; ellos dos congeniaron con Jeno en la pista de baile.

Ante los ojos de su profesora eso era algo excelente pero ante los ojos de Jaemin eso era horrible, unos extraños le estaban quitando a su compañero.

Al finalizar las clases, Jaemin tomó su mochila y salió corriendo de la escuela, no se detuvo a pesar de los llamados de Jeno.

En su andar dejó escapar un par de lágrimas, el sentimiento de molestia no abandonaba su corazón.

Llegó a casa, le contó a su madre lo que pasó en la escuela, entonces ella rio y pellizcó la mejilla de su lindo hijo.

–¿Mi amado hijo está celoso?

Jaemin se retiró a su habitación, se acostó en la cama, no quería saber nada en lo que restaba del día, mucho menos de Jeno.

Podía sentir la bilis subirle por la garganta, no pudo evitar sentirse desplazado, eso le hería y también le molestaba el hecho de que al parecer los nuevos alumnos disfrutaron mucho estar pegados a su amigo.

Pensando en eso se quedó dormido.

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Al despertar, noto que ya era de noche. Bajo esperando encontrar a su madre en la cocina o en la sala viendo televisión.

Al llegar a la sala al que vio sentado y muy cabizbajo fue a Jeno, este al notarlo se levantó de un salto.

Se acercó a él siendo recibido por un rechazo.

–Jaemin, no sé qué hice para hacerte enojar pero por favor perdóname.

–¡Vete! ¡Ya no somos amigos!

Dio media vuelta y comenzó a subir las escaleras, Jeno dramáticamente se tiró y se abrazó a las piernas del otro. No pretendía soltarlo hasta que las cosas quedaran arregladas entre ellos.

–Olvidaste que estaba ahí, no me miraste en ningún momento, tu sonrisa la regalaste a alguien más– las lágrimas amenazaron con rodar por sus mejillas.

Tal vez para la vista de todos los demás Jaemin exageraba, sin embargo, nadie sabía que, Jeno al ser su primer amigo, cualquier de sus acciones donde no incluyera a Jaemin lo lastimaría profundamente porque en su mente se estaba olvidando de él.

Siempre ocultaba sus inseguridades con una sonrisa, algo que al parecer no le funcionaba con Jeno, porque frente a él no podía controlar sus emociones.

–¡No digas tonterías!

¿Cómo podía molestarse por algo así? se preguntó el pelinegro, es que era algo tonto a su punto de vista.

Se levantó, miró a Jaemin esperando que le dijera que eso era una broma o que solo exageraba para hacerle pasar un mal rato pero no, vio las lágrimas caer de sus ojos.

–¡Fuera!

–No puedes enojarte por eso.

Jaemin lo empujo una y otra vez para sacarlo de su casa, eso le molesto un poco a Jeno, le sostuvo de las muñecas para detenerlo.

Forcejearon por breves momentos, al final al ser más fuerte, el pelinegro mantuvo quieto al contrario.

–Jaemin, todo el tiempo estuviste en mi mente, mientras bailaba con ellos en todo momento imaginé que lo hacía contigo por eso sonreí.

Se abrazaron para dar por finalizada esa pequeña y primera riña entre ellos.

Jeno se prometió ser más cuidadoso en sus acciones y palabras cuando se tratara de Jaemin, no quería lastimarlo inconscientemente otra vez.

Para asegurarse de que le perdonase, Jeno al día siguiente le llevó un regalo, uno muy peculiar, tanto que Jaemin quedó un tanto confundido cuando se lo entregó; un durazno adornado con un moño.

–Es que la verdad el chocolate que te había comprado se veía muy delicioso y termine comiéndomelo– los dos rieron por lo gracioso que se escuchó eso.

Después de ese día, vinieron más "peleas", para no decir que eran escenas de celos por parte de Jaemin, aunque estas mismas eran esporádicas, algo muy 𝑒𝒻𝒾𝓂𝑒𝓇𝑜.

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