♡ ; 𝒟𝑒 𝓁𝒶 𝒜 𝒶 𝓁𝒶 𝒵 𝓎 𝓋𝒾𝒸𝑒𝓋𝑒𝓇𝓈𝒶 ⇀ ɴᴍɴ

♥ ; 𝒲 de wine

Ahora que vivían juntos, es cuando se veían menos, eso era algo completamente ilógico para Jeno.

Por la mañana, en el trayecto a la universidad, Jaemin le comento que saldría tarde pues en su clase de baile aprendierian el 𝓌𝒾𝓃𝑒, el movimiento base del dancehall.

Las primeras clases, las teóricas, las paso con Jaemin, por intervalos cortos platicaban de cualquier cosa trivial. Al llegar su última clase compartida, el profesor anotaba el tema en el pizarrón mientras lo explicaba.

Todos tomaban nota, hasta que hubo un punto en donde Jeno tuvo que levantar la vista de su cuaderno y pestañear varias veces, tenía la vista cansada. Para despejarse brevemente recorrió con su mirada todo el salón, topándose con algo que lo dejó con el ceño fruncido.

Uno de sus compañeros, Lee Know, miraba de reojo a Jaemin.

Su lado celoso salió a flote, ¿Por qué miraba a su amigo? ¿Acaso tenía algo en la cara?

Tratando de ignorar ese hecho, volvió su atención al profesor, pero simplemente no pudo concentrarse nuevamente.

Al llegar la hora de separarse y tomar clases de las respectivas ramas a las que iba dirigida la carrera que escogieron, se despidieron. Jaemin le dijo que no era necesario que lo esperara.

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Terminaron las clases de Jeno e iba a irse, solo que lo pensó mejor y decidió ir al salón de baile, se quedaría admirando a Jaemin hasta que terminara así podría invitarlo a comer y al volver a casa lo ayudaría a hacer su pequeña maleta pues ya era viernes y como todos los fines de semana iría a casa de sus padres.

Al llegar al piso correspondiente se sorprendió al ver varios alumnos amontonados en la puerta mirando hacia adentro, las chicas especialmente.

Conforme se iba acercando comenzó a escuchar cosas como "Ellos se mueven bien a pesar de que sean movimientos especialmente para chicas", "Aquellos dos de allá son muy buenos", uno que llamó su completa atención fue "Jaemin se mueve tan bien, lo hace ver tan natural".

Tuvo que pedir permiso para que lo dejaran pasar, al llegar casi al frente, lo que vieron sus ojos no le agrado para nada.

Lee Know era la pareja de baile de Jaemin y su mano la tenía puesta en la espalda baja de su amigo, lo que lo desconcertó aún más fue ver los movimientos que estaba haciendo Nana, el famoso wine.

Cerró sus manos en puños tratando de controlar los celos que se apoderaban de su ser. Para su "buena" suerte la canción que bailaban estaba acabando en ese momento.

Estuvo a punto de dar un paso al frente para hacerse notar, solo que las palabras de Jaemin lo detuvieron al instante:

–¡Wow! eso fue increíble, eres la pareja perfecta.

Oír eso quebró el corazón del pelinegro, un nudo se formó en su garganta, respiró profundamente varias veces para no hacer alguna estupidez como entrar completamente y golpear a Lee Know.

Dio media vuelta, yéndose lo más rápido que sus pies le permitían ir.

Los celos lo tenían cegado, tanto que al estar en el departamento, tomó un cuaderno, arrancó una hoja y escribió con todo el coraje que no se molestara en llamarlo porque todo ese fin de semana la pasaría fuera y no pretendía estar al pendiente del teléfono.

Fue a su habitación, abrió su armario saco una mochila, misma donde metió varias de sus prendas, tomó su cartera, teléfono y llaves y se fue.

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Jaemin llego exhausto al departamento, su clase de baile había sido tan agotadora y tensa, Lee Know había estado más encimoso que de costumbre, le incomodó bastante, sin embargo, tuvo que fingir que todo estaba bien y que se sentía cómodo con su presencia cerca de él.

–¿Jeno?– llamó sin obtener respuesta.

Se le hizo raro pues Jeno siempre atendía su llamado en menos de un segundo.

Después de recorrer un poco el lugar, dio con la nota, no tardó nada en darse cuenta que el pelinegro escribió eso con mucha molestia.

Quedó preocupado, mil cosas y razones pasaron por su cabeza. Pensó en llamar a Haechan pero si pudú no sabía nada no quería dejarlo preocupado.

Con la angustia carcomiéndole fue a su habitación, debía darse una ducha.

Después de eso, dormiría en la habitación de Jeno, porque si, se le olvidó comentarle que ese fin de semana no iría donde sus padres.

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