Between Weapons

XII

¿Cómo sabían dónde vivo? Mi madre tenía una sonrisa y yo, bueno yo solo me estaba conteniendo las ganas de correrlos.

-Los dejare, iré a ver la comida-Mi madre paso a un lado mío.

-May no sé que apretó Daniell, ahora está congelado ahí...-Toshio, traía el control del aire acondicionada en las manos- Arriba.

-No yo no…-Daniell bajo presurosa-¿Qué hacen aquí?-Pregunto al verlos.

-Eso les iba a preguntar-Me cruce de brazos y los mire, no de muy buena manera.

-Hola-Dawson por fin hablo, entorne los ojos.

-Tenemos que hablar-Aleix demando.

-¿De qué tienen que hablar?-Mike se presentó entre nosotros, con mirada  interrogante. Lo que me faltaba. Mi hermano el celoso.

-Algo que no te incumbe-Mire a los tres- Síganme.

Me dirigí a las escaleras.

-¿Qué estás haciendo?-Daniell, pregunto entre susurros.

-No sé, shhh-Me lleve el dedo índice a los labios.

Al entrar a la habitación vi a Gianna viendo su teléfono y el mío, arriba de mi cama. La habitación se sentía más fria.

-¿Qué haces?-Pregunte, frunciendo el ceño.

-Intento ver cuánto dura en llegar un mensaje-Giro su rostro y al ver a las tres figuras masculinas detrás de nosotras se incorporó- ¿Qué hacen ellos aquí?-Me encogí de hombros.

Me senté en mi cama, Toshio y Daniell, me imitaron. Mi teléfono sonó, lo tome.

-1 minuto, que porquería-Gianna se quejó, puse los ojos en blanco.

-Hablen, tenemos cosas que hacer-Daniell dijo en tono brusco.

-¿Qué cosa? Sentarse a ver películas y reír como tontas-Mark como siempre, tenía la mirada puesta en las cajas de películas  que estaban en  el suelo.

-Mark-Dawson le dio un golpe en la nuca.

Seguían parados habían cerrado la puerta de la habitación, estaban dándole la espalda.

-Seré rápido-Aleix dio un paso hacia nosotras- Mi padre está enterado de lo que paso hace dos días…-Dawson lo interrumpió.

-Por cierto, por alguna extraña razón quiere conocerlas.

-Y tu padre ¿Qué es?-Mire a Aleix mientras preguntaba.

-Pronto lo sabrán, pero primero tienen que acceder a venir-Silencio.

Quería saber qué carajo pasaba con esos tres, en que andaban metidos, moría por saberlo, pero a la vez tenía miedo que todas esas teorías, sobre que ellos eran de ambos bandos me asustaba, me hacía querer no saber nada.

-¿A dónde?-La pregunta de Daniell hizo que brincara de susto.

-Nosotros las vendremos a buscar a las diez de la noche-Aleix respondió.

-¿Hoy?- Él asintió.

Gire mi cabeza, para ver a las demás, sus miradas eran como si viera una sola, todas irían, al igual que yo.

-Está bien- Les dije.

-Bien, nos veremos en el estacionamiento de la esquina a las diez en punto ¿Entendido?-Puse los ojos en blanco, Aleix era un mandón.

-Si señor-Hice voz militar. Me lanzo una mirada molesta, lo ignore.

-Si eso era todo-Gianna se levantó de la cama y abrió la puerta- Sera mejor que se vayan.