Íbamos platicando de nosotros, en si él me preguntaba sobre mi vida en México y yo le preguntaba sobre él, cada dos por tres reíamos por las anécdotas que tenía con Mark y Dawson.
-¿A dónde vamos?-pregunte al no reconocer el camino.
Aleix me dio un vistazo rápido y sonrió.
-Se paciente-iba manejando tranquilo, ya no a toda velocidad, había cambiado eso desde que le dije lo del accidente.
Pasaron diez minutos cuando llegamos a una parte de la ciudad que no conocía, era un barranco. Se estaciono detrás de una roca, debajo de un árbol, se veía toda la ciudad, estaba nublado y se veía hermoso.
-¿Quieres deshacerte de mí?-pregunte con terror fingido.
-Para nada preciosa-se quitó el cinturón de seguridad y salió, fue hasta la cajuela, yo seguí sus movimientos, volvió con una canasta, se metió de nuevo al auto-Solo quiero almorzar contigo.
-¿Cómo hiciste esto?-abrí la canasta y saque lo que parecía era lasaña. Había platos y una manta.
-Cortesía de los chicos y las chicas-se encogió de hombros.
-¿Les pediste ayuda?-dije divertida.
-No, es porque ellas quieren que les enseñe el video de Mark y Dawson llorando, y ellos porque quieren que los borre-explico con una sonrisa, negué con la cabeza mientras reía.
-Me lo enseñaras a mi ¿cierto?-pregunte alzando una ceja.
-Claro, a ellas también, por no decirme lo de Lenny antes ¿quieres comer?-pregunto sacando dos platos.
-Por favor, muero de hambre-sobe mi estómago.
-Iba a llevarte a donde fuimos la primera vez-dijo mientras servía- Pero al parecer lloverá, así que no quiero que enfermes.
-Gran idea cariño-me alce de mi asiento y bese su mejilla, me sonrió, me dio el plato con comida.
Comenzamos a comer, retomamos la plática que teníamos antes de llegar, me enseño el video en donde los chicos estaban todos adoloridos y llorando, quejándose de lo rudo que fue Rudolf con dos chicos indefensos, casi me atoro con el postre que era un pastelillo de chocolate.
-Dime ¿Dejaste a algún chico en México?-pregunto de repente, despreocupado.
Había puesto de vuelta la canasta en la cajuela, solo había dejado la manta que estaba en mis piernas, había empezado a llover leve, pero ninguno de los dos quería irse.
-¿Por qué la pregunta?-lo mire sonriente.
-Para asegurarme cual es mi verdadera competencia-dijo sarcástico, solté una carcajada recordando lo de Lenny- ¿Entonces?
Apreté mis labios.
-Si, deje a un chico-dije en un hilo de voz, el ambiente se puso algo tenso.
-¿Lo querías mucho?-pregunto después de aclararse la garganta.
-Es mi mejor amigo de toda la vida, fue mi primer amor-fije mi vista en la ciudad que se veía a lo lejos, me sentía extraña al contarle esto a Aleix.
-¡Vaya!-exclamo- Eso es una competencia fuerte-rio forzadamente.
-No lo es-dije de inmediato, aparto la mirada de mi, ambos mirábamos al frente-Es solo mi mejor amigo, hace poco hable con él y sabe que ya no siento lo mismo por él.
-¿Cuándo hablaste con él?-quiso parecer como si no le importara, pero su mandíbula tensa decía lo contrario.
-El día de mi cumpleaños.
ESTÁS LEYENDO
Between Weapons
ActionLa típica chica (Maya) se enamora del típico chico malo (Aleix), aunque no tan típico, detrás de esa cara bonita, de su actitud enaltecida, y su fama de rompecorazones, hay un secreto bien guardado, uno que guarda entre armas.