XXIV

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-Maya-Volvió a llamar mi mamá.

-Vístete-Le ordene a Aleix aun con la respiración entrecortada.

Me aparte de él, fui a mi armario por otra blusa, esta vez una holgada, me gire para ver a Aleix, ya tenía puesto su pantalón, solo su pantalón.

Mi madre volvió a tocar.

-¿Qué haces?-Pregunte entre susurros.

-Mi camiseta-Señalo su torso desnudo.

-Entra ahí-Señale el baño.

Lo empuje hasta que entro, encendí la luz, vi su camiseta y la mía, escondí ambas debajo de las sabanas desacomodadas. Respire profundamente tratando de tranquilizar mis nervios y mi respiración, quite el seguro, abrí la puerta.

-¿Qué pasa ma?-Hable con la voz adormilada.

-Cariño estabas dormida, lo siento-Parecía apenada-Es que escuche que te bañabas, pensé que aún no estabas dormida.

-Me bañe y me acosté, no me di cuenta cuando me dormí-Mentirosa, me decía mi subconsciente- ¿Se te ofrecía algo?

-Solo venía a preguntarte si querías algo de comer.

-No gracias, sigo llena-Le sonreí.

-Bueno en ese caso te dejo descansar-Me sonrió y beso mi frente- Hasta mañana.

-Descansa mamá.

Cerré la puerta de nuevo con seguro y apague la luz. Fui a la puerta del baño y con las mejillas encendidas abrí la puerta. Ahí estaba él, sin camiseta jodidamente sexy, evite morderme el labio. Aclare mi garganta.

-Ya se fue mi mamá-Le avise, sus ojos estaban oscurecidos-Ya puedes irte-Me dedico una mirada intensa. Camino hasta mi, sin apartar sus ojos de los míos.

-¿En serio quieres que me vaya?-Hablo cerca de mi, no pude evitar dar un paso atrás, hizo una media sonrisa.

-S-s-si- No, dije dando otro paso atrás.

-No pareces segura-Siguió avanzando a mi, yo seguí retrocediendo.

-Deja de jugar Aleix-Quería repetir lo de hace apenas un rato, en serio quería, pero no ahora, mi madre podría volver a subir.

-¿Qué si te digo que no me quiero ir?-Mi espalda pego contra algo, era el otro extremo de la habitación.

-Te puedo tirar por esa ventana-La señale, Aleix rió.

-¿Tu?, soy más fuerte que tu-Me acerqué a él.

-No estés tan seguro-Le amenace.

Aleix aprovecho para volver a besarme, al principio quería negarme, pero fue imposible, el beso comenzó deseoso, pero diferente a otras ocasiones, se volvió más suave, como el de esta tarde.

-Me gusta que seas tan valiente-Dijo cuándo nos separamos del beso, mis sentidos se pusieron atentos.

-¿Qué dices?-Lo mire a los ojos, estaba un poco aturdida.

-Me gusta que seas valiente-Pego su frente con la mía- Que seas terca, egocéntrica- Pauso, mi corazón latía rápido- Que seas curiosa y orgullosa-Tomo aire- Me gustas.

-¿Qué?-Dije débilmente, mi mirada estaba en el piso.

-Cuando Dawson me dijo que te gustaba-Gruñí, Dawson y su bocota- Pensé que serias un buen entretenimiento-Alce mi rostro furioso- Pero creo que yo me convertí en tu diversión-Ignoro mi mirada furiosa y rio- Sentí curiosidad del porque no hacia el mismo efecto contigo si te gustaba.

Between WeaponsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora