XIX

257 24 1
                                    

Torpemente seguí el beso, Aleix tenía mi cintura sujeta, estaba quieta, de un momento a otro él se apartó.

-Si, me divertías más estando ebria- Mis mejillas se calentaron y mi boca se abrió de coraje por el tono que uso, burlón- Debí haber aceptado tu...

No lo deje terminar, tome su camiseta y lo acerque a mi, lo bese, sorprendido lo siguió, ese era un beso caliente, nuestras lenguas comenzaron a pelear, mis manos ya estaban debajo de su camiseta. Las manos de él bajaron hasta mi trasero, pero luego las puso en mis muslos me alzo, enrolle mis piernas en su torso, me puso contra la pared.

¡Esto se siente tan bien!

Cuando estuve sujeta a él, Aleix metió sus manos por detrás de mi camiseta, su tacto provoco como una descarga eléctrica, separe mis labios de los suyos para gemir,  eso nos dio a ambos tiempo para respirar, pero luego seguimos besándonos.

Nos faltó aire, así que nos separamos. Estaba parada frente a él, nuestros pechos se movían ferozmente.

-¿Decías?-Pregunte con la respiración viciada.

-No estuvo nada mal-  Sonrió.

-Claro que no, yo era la que besaba-Dije arrogante, él soltó una carcajada.

-Si, bueno y que tal yo ¿beso bien no?-Se señaló.

-Reservo mi comentario-Le guiñe un ojo y salí de ese cubículo.

Camine por todos los cubículos hasta la salida, ya todos habían terminado, solo nos esperaban a nosotros, les sonreí a las chicas, gire mi rostro para ver detrás  de mi, Aleix venía muy rápido.

-¿Terminaron?-Pregunto Rudolf.

-Si, es buena con la puntería-Aleix contesto- Podría matar a casi cualquier distancia con esa arma.

-Bien, eso ha sido todo por hoy, nos vemos el lunes chicas-Se despidió de nosotras y se fue.

Sin pensarlo más fuimos todos directo a él elevador después de que bajo, Aleix marco los números y subimos a la superficie. Salimos de la casita, ya era de noche, me dirigí al auto de Dawson.

-Maya-Aleix me llamo, con extrañeza fingida gire a verlo.

-¿Si?-Incline mi cabeza a un lado.

-Te llevare yo-Todas las miradas estaban en nosotros- Tengo que hablar contigo, por favor- Evite sonreír.

-Claro-Gire a ver a las chicas- ¿Nos vemos en mi casa?-Ellas solo lograron asentir, les sonreí, fui hasta el auto de Aleix.

Sorprendentemente el sostuvo la puerta del copiloto para que yo entrara. Se subió y comenzó a manejar, íbamos en silencio, se detuvo en un lugar solitario, me gire para verlo.

-¿Qué es lo que...?

Tomo mi rostro entre sus manos y comenzó a besarme, otra vez.

-Quiero que me des tu comentario-Dijo sobre mis labios para volver a besarlos ferozmente.

Me moví hacia él, me puse sobre sus piernas, colocando cada una de las mías a cada lado de su cadera, apretó mis glúteos contra él.

-¡Ah!-Gemí sobre sus labios. Lo volví a besar, comencé a sentir una presión entre mi entrepierna.

Esto se estaba poniendo muy intenso, y yo quería más, comencé a frotar mi cuerpo contra el suyo. Era un lugar muy pequeño.

-¿Eres virgen?-Esa pregunta me desconcertó por un momento.

-¿A qué viene eso?-Deje de besarlo.

-¿Si o no?-Insistió.

-Si-Él me aparto- Bien, ahora vendrás con que no lo harás con una virgen-Dije molesta, no sabía porque lo estaba, tal vez sea porque en serio este urgida.

Between WeaponsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora