Aun estábamos camino a mi casa, el tráfico se atrasó ya que al parecer había un choque.
El ambiente en el coche era tenso, Aleix seguía sin siquiera mirarme y yo no quería perder mi orgullo hablándole primero.
Estábamos parados desde ya hace un rato, el sonido del claxon del coche de Aleix perturbo el silencio.
-¡¿Por qué mierda tardan tanto?!-Aleix grito molesto.
Salte sobre mi asiento.
No quería recurrir a esto, pero no soportaba no hablar con él, o estar tan tensos, así que dejando mi orgullo de lado y después de una bocanada de aire dije.
-Lo siento-gire a verlo- Siento haber discutido en la cancha-él se quedó serio mirándome- Pero es que él es un idiota, y creo que no deberías de pelearte con un idiota porque te convertirás en un idiota.
Nos miramos y pude ver que los labios de Aleix se curvearon en una ligera sonrisa, ¿Qué era gracioso?
-Lo sientes pero me dices idiota ¡qué manera!-exploto en carcajadas.
Fruncí mi ceño ante su giro drástico de humor, pero no pude evitar sonreír, adoraba verlo así.
-¿Entonces?-dije al ver que sus carcajadas cesaban- ¿Aceptas mis disculpas?-pregunte sacando mi labio inferior, él asintió, yo sonreí.
-Pero de ahora en adelante no me digas que no te defienda, porque si alguien ofende a mi novia no responderé bien-iba a quejarme, pero decidí callarme, por ahora.
-Bien-dije en tono derrotado.
-Ven aquí-Aleix me atrajo a sus brazos.
Después de ese abrazo los coches empezaron a avanzar, y por fin llegamos a mi casa.
-¿Tienes hambre?-pregunte poniendo mis piernas sobre las de él.
Ambos estábamos en la sala, sentados en el sillón grande, la televisión estaba prendida pero ninguno de los dos le prestaba atención.
-Tengo demasiada hambre ahora que lo pienso-Aleix me guiño un ojo, mientras se mordía el labio inferior, acerco su rostro al mío.
-Estoy hablando de comida-dije poniendo los ojos en blanco.
-Ah si, de eso también-hizo una sonrisa traviesa, puse mi mano en su cara y lo empuje lejos de mi.
Me levante de donde estaba, al ver que no me seguía me di media vuelto.
-Levanta tu trasero, haremos algo de comer-dije poniendo mis puños en mis caderas.
-Hoy hice el desayuno para ti-se quejó, no se movía.
-Eso está en tiempo pasado Aleix, y si no me ayudas, no hace nada para ti- me cruce de brazos, puso los ojos en blanco y se levantó.
Sonreí triunfal.
Fuimos a la cocina y comenzamos a sacar los ingredientes, haría pollo con verduras. Aleix estaba cortando las verduras, mientras yo preparaba todo, estaba concentrado en lo que hacía, con el ceño levemente fruncido y con sus labios levemente torcidos.
No pude evitar sonreír e ir a depositar un beso en su mejilla, él giro su rostro para sonreírme.
Al terminar de hacer todo Aleix y yo empezamos a acomodar el desayunador para comer ahí.
-¿Tu madre y Patrick regresaran antes de tu cumpleaños?-pregunto mientras ponía dos vasos, mientras tanto yo servía la comida. Dentro de una semana, el lunes era mi cumpleaños número dieciocho.
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Between Weapons
ActionLa típica chica (Maya) se enamora del típico chico malo (Aleix), aunque no tan típico, detrás de esa cara bonita, de su actitud enaltecida, y su fama de rompecorazones, hay un secreto bien guardado, uno que guarda entre armas.