XXVI

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Fui corriendo hasta donde ellos estaban sentados y como niña emocionada los abrace a ambos.

-Estas preciosa pastelito- Él abuelo siempre con sus motes cariñosos, como los extrañaba.

-Estas tan grande y hermosa-Mi abuela me tomo de las manos y me puso frente a ella-¿Qué tal los muchachos?-Pregunto con mucha curiosidad en su voz- No me digas que no hay ninguno- Comencé a reír.

-Aun no debería de tener novio, esta pequeña- Mi abuelo me atrajo al sillón e hizo que me sentara.

-Alberto tiene 17, esa edad yo estaba casada contigo-Mi abuela le recordó con el ceño fruncido.

El abuelo frunció los labios, ambos tenían 63 años, él desde que lo conocí es alto y aun para su edad es muy fuerte, tiene el cabello castaño con muchas canas, tiene los ojos color miel, al igual que mi tío Fernando, ella es bajita ojos café oscuro pero con las pestañas más abundantes que he visto, tiene el cabello negro y ondulado, tiene pocas canas, pero siempre dice que se pintó el cabello de blanco.

-Pensé que vendrían hasta mañana.

-Si pero no teníamos nada que esperar así que venimos-Mi abuela explico- Mira la cara que tienes-Dijo ella tomando mi barbilla-Ve a dormir, anda.

-Esta bien- Me levante.

En toda la conversación la cara de Patrick era de concentrado, él casi no entendía el español, solo pocas cosas. Los abuelos sabían hablar inglés, cuando estaban aprendiendo ellos me dijeron que para no pensar en la vejez hay que mantener la mente ocupada.

-Maya, mañana tus abuelos y yo haremos lo que falta-Mi mamá al fin hablo- Patrick se quedara con nosotros así que no te preocupes por nada mañana ¿De acuerdo?-Alce mis brazos.

-Dormir toda la tarde, es lo único que entendí-Dije feliz.

Todos rieron. Fui hacia la escalera.

-Hasta mañana-Dije desde arriba.

Me metí a mi habitación, busque mi ropa de dormir, deje mi teléfono en la mesita de noche y fui al baño, me di un baño algo largo, estos últimos días he tenido que dormir con el cabello suelto, ya que en los entrenamientos sudo demasiado.

Salí después de terminar de bañarme me estaba secando el cabello cuando mi teléfono sonó, Aleix, ponía en la pantalla, arrastre el telefonito verde y conteste.

-Hola-Dije con voz alegre.

-¿Te alegras por mi llamada?-Pregunto con su voz grave.

-No-Dije indiferente- Mis abuelos están aquí.

-Eres cruel, pensé que llamándote te pondrías contenta-Podría jurar que estaba frunciendo el ceño.

-No eres el centro del universo Aleix-Bromee- Pero si me alegra que me hayas llamado-Dije en un susurro.

-Así está mejor-Después hubo silencio como por quince segundos, Aleix dejo salir un suspiro y hablo de nuevo- Mañana ¿podrías dejar que tu mamá haga algunas cosas sola?-Pregunto.

-¿Por qué?-Dije curiosa.

-Quiero llevarte a algún lado, has estado muy cansada estos días- Esta faceta de Aleix jamás la habría esperado, mi corazón comenzó a latir fuerte, en serio me gustaba- ¿Qué dices?

-Bueno-Dije para después soltar una risita- Mi madre ya me había dicho que mañana haría lo que faltaba con mis abuelos y Patrick, así que estoy libre.

-Genial, entonces te pasare a buscar después de la escuela ¿te parece?-Su voz estaba algo más animada, una gran sonrisa estaba en mi rostro.

-Si, está bien-Asentí muchas veces, pero luego me detuve, no quería quebrarme el cuello.

Between WeaponsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora