Epílogo

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El clima en España es espectacular, nada que ver con la humedad de Londres, donde pocas veces podemos ver el sol, aquí todo tiene un color diferente.

Y aquí estoy en un altar improvisado en la playa del pueblo donde se crió Ariadna.

La veo caminar hacia mí y mi pulso se acelera, jamás pensé que llegaría este día , el día en que pudiera decir que es mi mujer.

La sigo mirando como camina del brazo de su padre y está espectacular, llega a mi lado y veo como se ruboriza, después de tanto y aún sigue así, pero tengo que admitir que es algo que amo de ella.

Por fin damos el si quiero y todo aplueden.

Miro hacia el primer banco donde mi hermana Sam está sentada con nuestro pequeño Connor en sus brazos sus ojos azules nos miran y alza sus pequeños y regordetes bracitos hacia nosotros, y si, es que ya somos una familia al completo, y yo estoy pletórico, no le puedo pedir más a la  vida.

Ahora que ya toda la ceremonia acabo y que me encutro tranquilo en nuestra habitación vienen a mí los recuerdos de estos últimos meses.

Unos meses muy intensos. Fuerono un poco duros para Ariadna, la residencia  en el hospital, la mudanza despues de saber que estaba embarazada empece a buscar una casa mas grande, y el último trimestre  del embarazo, ha hecho  que este más cansada de normal, gracias a Dios los vómitos y mareos  desaparecieron al cuarto  mes de embarazo.

Por eso he estado intentado cuidarla  cómo nunca, estoy   tan emocionado como  ella con la  llegada del bebé, he estado pendiente  de cada ecografía, análisis o prueba que me tuviese  que realizar, lo único que no he querido saber es el sexo  del bebé,  deseo que sea una sorpresa.

Mientras tanto hemos estado barajando nombres tanto de niña como de niño así que ya estamos deseosos de saber si tendremos una pequeña Erin  o un pequeño Connor ambos decidimos que fueran nombres de orígenes irlandeses, como el mío, ya que mi familia proviene de Irlanda y para mí era algo importante.

Además hoy es el día en el que llegan sus padres, según ellos no podían faltar al nacimiento de su primer nieto, y lo entiendo están muy emocionados, en  primer momento estuvimos barajando la posibilidad  de que fuera a dar a luz en España, pero después de pensarlo detenidamente aquí es donde me siento más seguro, que diera a luz en el mismo hospital donde ambos trabajamos, el equipo médico que llevará su parto es de nuestra total confianza ya que son compañeros de trabajo, por lo que sus padres decidieron que serian ellos los que vendrían aquí.

Durante  todos estos  meses no Ariadna ha pensado mucho en la hora del parto, pero ahora que se va acercando el momento  empieza ha tener algunos nervios, pero me tranquiliza pensar que que podré estar en todo momento con ella durante el parto.

No paro de pensar en si seré un buen padre para nuestro bebé

Ya han pasado una semana desde que sus padres llegaron,  y al tenerlos ahora a su lado es cuando más noto la falta  que  le  han  hecho, pero en esta vida no se puede tener todo y estoy feliz de que al menos puedan estar a su lado para la llegada del bebé.

Tanto los padres de Ariadna como los míos  además de Sam están tan emocionados con la llegada de un nuevo miembro de la familia que está semana se han dedicado a comprar todo lo necesario para el bebé, así que ya está su habitación y todo lo necesario preparado para su llegada, claro que al no saber el sexo del bebé todo a tenido que ser en tonos neutros.

Los días han ido pasando y Ariadna ya está en el noveno mes de embarazo por lo que en cualquier  momento  llegará nuestro bebé,  y no hay nada en este mundo que desee más que poder tenerlo en mis brazos.

Estos últimos días Ariadna a penas a podido dormir ya está demasiado incomoda, y me siento impotente al no poder hacer nada por ella.

Solo espero estar a la altura, cuando llegue el momento del parto.

Hoy le he preparado una sorpresa, tanto mi familia como la de ella lo sabe asi que hemos quedado todos para ir a cenar a casa de mis padres, pero hoy no será una cena cualquiera, es algo que llevo tiempo  queriendo hacer, pero ahora que se encuentran sus padres aquí creo que es el momento  indicado.

Después de la cena nos encontramos todos en el jardín charlando animadamente, llego el momento  que estaba esperando, llamo la atención de todo y me dirijo a Ariadna.

- Bueno Pequeña quiero aprovechar  que hoy están aquí todos nuestros seres queridos  para agradecerte delante de todos por hacerme el hombre más feliz del mundo, por hacerme creer de nuevo en el amor, y sobre todo porque me vas hacer el regalo más valioso  que podías hacerme que es darme un hijo, un pedacito tuyo y mio que nos unirá para siempre.

Tomo su mano y me arrodilló ante ella, la mujer a la que amo y con la quiero pasar el resto de mi vida, saco la pequeña cajita que llevo guardada en el bolsillo  toda la noche y la abro.

- Llevo mucho tiempo queriendo hacer esto y todavía podrías hacerme más feliz de lo que soy si aceptarás casarte conmigo ¿Que me dices pequeña? .

Los ojos de Ariadna  se abren, por la sorpresa es algo que no se esperaba, y veo como pequeñas lágrimas escapan de sus ojos, me levanto y ella se abraza a mi y me besa.

- Creo que debo tomar eso como un sí.

Nuestra  familia comienza a aplaudir  y pronto  los tenemos felicitandonos.

Jamas pensé que la llegada de Ariadna a nuestra casa cambira tanto mi vida.

Ella llegó para dar luz a la oscuridad, para que volviera a creer en el amor, a confiar y amar como nunca antes lo hice.

Ya en nuestra habitación solo los dos, la miro y le doy las gracias, gracias por quedarte a mi lado.

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No se si alguien leerá esto después de tanto tiempo, pero como hoy me lo pidieron aquí está, solo espero no defraudar gracias a todos lo que hayan llegado hasta aquí.
Un abrazo enorme.

Alexa.

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