Ganadora en los Ivy Awards 2 puesto en novela juvenil Ganadora en los premios Gothic 2 puesto en novela juvenil Gandora en los premios Life Awards 3 puesto en novela juvenil
Esta historia esta inscrita en los @PremiosGemasPerdidas
Ariadna es una chi...
- Si, hace bastante que no he podido cogerla, ya que en Londres es imposible y la verdad con las clases no he tenido tiempo de darme una escapada.
- ¿Por que no me lo digite? Podías haber venido algún día.
- Ariadna, una vez me dijiste que te gustaban las motos, pero no se si alguna vez a subido a una de enduro.
- Si me encantan las motos, pero nunca he tenido la oportunidad de subir a una de estas.
- ¿Te atreves a montar conmigo?
- Pues claro, contigo me siento segura y la verdad me apetece.
- Bueno primero vamos a buscarte la ropa necesaria para notar, lo primero es la seguridad, además por aqui tiene que estar la ropa de Sam y, seguro te queda bien.
Aiden me entrego la ropa las protecciones y el casco, fui a cambiarme y, cuando regrese el ya estaba afuera vestido y con la moto.
Me acerque a el y le dije que ya estaba lista, la verdad es que estaba ansiosa por subir a la moto, siempre me ha encantado la sensación de libertad que te dan.
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- Te queda bien la ropa de Sam, la verdad es que me encanta.
- Gracias y venga estoy deseando que me des una vuelta.
- Pues no esperemos mas venga súbete y agarrate fuerte a mi, no quiero que te caigas.
- Tranquilo, no pienso caerme y, además no me da miedo.
- Estupendo, porque pienso dar todo lo que pueda, llevo tanto tiempo sin conducir a mi pequeña que la echo de menos.
- ¡Ey! Pensé que tu pequeña era yo, voy a ponerme celosa jajaja.
Aiden arranco la moto y el rugido del motor comenzó a ponerme nerviosa, pero esos eran los nervios que estaba deseando sentir, hacia ya bastantes meses que no sentía la adrenalina de subir a una moto y es una sensación increíble.
Coloque mis brazos al rededor de la cintura de Aiden y el comenzó a conducir.
Llevábamos ya un buen rato conduciendo por el campo y me lo estaba pasando increíble la sensación de libertad el paisaje era expectacular, el fin de semana no podía comenzar mejor.
Aiden paro la moto y me coloco delante pero mirando para el.
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