10 Londres tu y yo

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Me desperté por lo rayos de luz que entraban por la venta. De inmediato sentí el calor que provenía del cuerpo de Aiden y su olor.

Como podía oler también. Había dormido toda la noche y ahora me sentía mejor. Tenía que agradecérselo de alguna manera.

Me levante con mucho cuidado para no despertó, hacia frío por lo que decidí coger una sudadera suya y ponérmela.

Aiden era mucho mas alto que yo por lo que su sudadera me tapaba hasta la mitad de mis muslos.

Abrí la puerta con cuidado y baje a la cocina. Era muy temprano por lo que todos dormían. Tenía tiempo suficiente para preparar un buen desayuno.

abrí la despensa y puede ver que había todo lo necesario para preparar un bizcocho de chocolate.

Puse el horno a calentar y empecé a mezclar todos los ingredientes. Cuando ya lo tuve preparado lo metí en el horno.

Mientras se terminaba hacer prepare té y pele y corte fruta empecé a colocarlo todo en una bandeja. Cuando el bizcocho estuvo preparado corte un pedazos y los coloque junto a la fruta y el té. Termine limpiar la cocina y subí a la habitación de Aiden con el desayuno.

Cuando entre todavía seguía durmiendo. Deje la bandeja en el escritorio y fui hasta la cama. Me tumbe a su lado y le acaricie la cara. Una sonrisa se formo en su rostro y, yo no puede evitar sonreír se veía tan tierno.

- Buenos días Aiden

- Umm

- Vamos se que ya estas despierto.

- No todavía no lo estoy, además es domingo donde vas tan temprano.

- Pues pensé que te gustaría comer el desayuno que prepare, pero veo que no, así que me lo llevaré.

Lo dije solo para molestarlo, y funciono porque en  el momento que intente salir de la cama tiro de mi y volvió a tumbar me en la cama.

- ¿Donde crees que vas pequeña? Nadie me abandona después de pasar la noche conmigo y, por su puesto que quiero mi desayuno.

- Bien pues dejame  ir por el.

- No, tu quedate en la cama yo lo cojo y me gusta como te queda mi sudadera el rojo te sienta bien, te la regalo.

Cuando Aiden se levanto para coger el desayuno pude admirar su cuerpo entero solo llevaba puesto unos bóxer.  Y dios tenía un cuerpo de infarto. No entendía como la chica que le gustaba se le resistía el era guapo, sexy, un buen cuerpo y era amable y cariñoso. Esa chica debía estar loca.

- Esto ¿lo has hecho tu Ariadna?

- Si para agradecerte lo bien que te portaste conmigo anoche.

- No tienes nada que agradecer, estaré siempre para ti, para lo que necesites pequeña.

Me lance sobre el, y lo abrace el correspondió mi abrazo pegando me mas aun contra el. Coloque me cabeza en su clavícula y inspire su aroma. Ese olor que me hacia sentir a salvo en casa. Se sentía tan bien estar entre sus brazos.

Este chico se estaba haciendo un hueco en mi corazón.
Desde que llegue aquí siempre me trato bien y con cariño no me gustaría perderlo.

- Bueno Ariadna vamos a desayunar. Esto esta delicioso eres una gran cocinera.

- Gracias, me alegra que te guste.

- Sigue en pie lo de salir conmigo hoy.

- Pues claro Aiden no podría tener mejor compañía.

Quedate A Mi Lado ✓|TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora