MELANIE
<<¿A qué viene ese golpe?>>
Eso es lo que me pregunté cuando recibí el golpe que la chica misteriosa me dio con el hombro.
La miré con el ceño fruncido, que supiera no había hecho nada y llevaba sin verla un día entero, así que según yo, no podía haber sucedido mucho.
-¿Pero quién coño se cree esa?- la voz de Catherine interrumpió mis pensamientos.
Habíamos ido a estudiar a la biblioteca juntas. Ella iba a otro instituto, pero al fin y al cabo la materia normalmente era la misma, así que no había problema, y la biblioteca de mi instituto quedaba más cerca de ambas casas que la suya.
-Melanieeeee- la miré- ¡Te acaba de golpear!
-No importa, déjalo así. Es la chica por la que te pregunté lo de fútbol.
-¿¡Esa!? Melanie, te acaba de golpear. Pienso devolvérselo.- comenzó a remangarse con malas intenciones.
-Ey, no, no, Cath- dije sujetándola por los hombros para calmarla- No importa, déjalo así, ya hablaré con ella.
-¿¡Pero cómo que hablar si le puedo meter una ostia ahora!?
-Caaaaath no hagas naaaada, tranquiiiila.
-¿Seguro que no quieres que le haga nada?– dijo mirando a la castaña al final de la calle.
-Seguro, venga, entra, que tenemos que estudiar.
Me giré por última vez a mirar a la chica misteriosa, preocupada, mientras mi mejor amiga entraba a la biblioteca todavía un poco alterada.
Sabía que ella quería defenderme en muchas ocasiones, y a veces lo agradecía, pero Catherine tenía mucho carácter y a veces se pasaba.
Pero de lo que estaba segura era de que volvería a esperar a la chica después de su entrenamiento de fútbol, ahora que sabía su horario.
<<¿Estoy siendo muy acosadora?>>
<<De hecho, sí.>>
<<Pero el horario está prácticamente expuesto en el pasillo del club donde entrena...>>
***
Esperé apoyada en la pared del pasillo, donde lo había hecho el día del partido de la chica, hacía más o menos dos días de eso.
La vi acercarse a la salida, evitándome claramente. Me despegué de la pared y me acerqué a ella, que hizo como si no estuviera y se puso los cascos.
-Ey- la llamé, pero no me hizo caso- espera un segundo quiero hablar contigo.
-¿Perdona?– se giró hacia mí con mala cara- ¿Esperar para qué? Está claro que no te intereso una mierda, y créeme que se nota que no me vas a escribir jamás.
-¿Cómo?– pregunté confundida, eso no tenía sentido.
-Pues que está claro que no quieres escribirme, así que tranquila, que no hace falta que hagas esto también por compasión.
-¿Compasión? No quedé contigo por compasión.
-Una mierda- dijo con una sonrisa amarga- Si ni me has escrito Melanie.
-Pero...pero eso es porque...
-¿Por qué es?- me interrumpió bruscamente.
-Porque no sé cómo romper el hielo y me da vergüenza...
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Ayúdame a Vivir
Novela JuvenilKim no entiende qué es vivir ni su sentido y arrastra una vida complicada, Melanie es una inexperta sometida a muchas críticas. Si toparse con alguien en el pasillo es de película, Kim lo odiaría, pero Melanie es una persona demasiado llamativa como...