KIM
Entré a mi cuarto contando el dinero que me habían dado en el trabajo por el doble turno y cerré la puerta antes de meterlo todo en la hucha, que ahora guardaba en un hueco del mueble del baño, detrás de uno de los tres cajones. No era mucho, pero por ahora nos iría bien para, al menos, tener un poco de comida. Sin embargo, sabía que tendría que seguir haciendo doble turno si quería conservar lo que llevaba tantos meses pagando.
Escribí a Melanie un rato después, dándole las gracias por haberme escuchado en el trabajo y recibí la respuesta a los pocos segundos de enviarlo, a la cual sonreí.
Dejé el móvil en la mesilla y me metí agotada a la cama después de cambiarme.
A la mañana siguiente me desperté como todos los días anteriores, temprano y sin rechistar, sabía que no debía quejarme por condiciones así cuando no era yo quien las había elegido. Me metí a la ducha fría con la música al mismo volumen alto de siempre, desayuné algo rápido y me fui.
***
Por una vez en todo lo que llevábamos de curso, llegué a clase y las mesas del fondo estaban vacías, supongo que los que siempre se sentaban allí, hoy tenían otros planes mejores que dar clase. Saqué los libros de la mochila y vi cómo el profesor entraba con una sonrisa amarga por la puerta.
Al terminar la segunda hora de clase, escribí a Melanie:
Kim: Hola Mel ¿qué haces?
Mel: Acabo de terminar la clase de historia, un rollo ¿y tú?
Kim: Ver cómo los gilipollas de mi clase tiran papeles por la ventana.
Mel: Los de la mía hacen lo mismo.
Kim: Serán gemelos o algo.
Mel: JSJAJASAJS tal vez, pero creo q somos las únicas normales de nuestra clase junto a 3 personas más.
Kim: Seguramente.
Seguimos hablando unos segundos más, cuando vi cómo alguien me quitaba el móvil de las manos.
-Anda- escuché la voz de uno de los chicos de mi clase delante de mí- si la bollera se escribe con alguien ¿a ver quién es?– los chicos de su grupo soltaron risitas burlonas mientras levantaba la cabeza con rabia para mirarle.
-Oye, ni puta gracia, dame el teléfono- le dije seria mirándolo tensa desde mi sitio, viendo cómo veía las conversaciones.
-Uy ¿quién es Mel?
-Joder que me des el puto teléfono- sabía que Melanie no había salido del armario con mucha gente, y que no quería hacerlo, y yo no quería arruinarlo.
-Espera- vi que se quedaba incrédulo- ¿Melanie, Melanie Baker?
-Que me des mi puto móvil capullo- me levanté de la silla cabreada, pero no me acerqué mucho a él, no quería pasarme de la raya.
-Con que Mel- dijo ignorándome y diciendo la última palabra con un tono burlón- Es aprendiz de bollera ¿eh?
-¡Que me lo des imbécil!– esta vez él me miró.
-Pues ¿sabes qué Belanger? Pienso tocarle el culo y las tetas cada vez que la vea por el pasillo- me dijo como amenaza mientras sus amigos soltaban risas por lo bajo y comentarios estando de acuerdo.
Me tiré sobre él, sin aguantar más, sentía la rabia recorrer todo mi cuerpo y empecé a pegarle puñetazos mientras el resto de la clase miraba asombrada la escena, algunos estaban alejados susurrando aterrorizados, otros animaban para que la pelea siguiera y otros, la gran mayoría, miraba con curiosidad. Pero no escuchaba a nadie, solo quería hacer callar a aquel chico.

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Ayúdame a Vivir
Fiksi RemajaKim no entiende qué es vivir ni su sentido y arrastra una vida complicada, Melanie es una inexperta sometida a muchas críticas. Si toparse con alguien en el pasillo es de película, Kim lo odiaría, pero Melanie es una persona demasiado llamativa como...