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KIM

Me tomé una ducha después del partido, como hacía siempre, y salí de los vestuarios. A la salida me esperaba el señor Kennedy con una gran sonrisa, me dio un abrazo cuando me acerqué a él, yo lo correspondí.

-No pasa nada por perder enana, has estado muy bien. Venga, sube al coche, vamos a casa- obedecí con una sonrisa y cerré la puerta del coche cuando me senté en el lugar del copiloto.

Liam comenzó a conducir por el aparcamiento y salió a la carretera, saqué el móvil.

-Baja la música por favor, tengo un mensaje de Mel- él me hizo caso y quitó la música sin dejar de mirar a la carretera.

Puse el audio y comencé a escucharlo en silencio, comencé a llorar según oía su voz explicándome lo que le habían dicho.

-Ve al hospital, rápido- dije en un sollozo.

-Tranquila, ya me he puesto de camino hace unos segundos- dijo serio y concentrado en la carretera.

Al llegar corrí hacia la habitación de Mel y le di un fuerte abrazo, ambas llorábamos en silencio.

Cuando nos tranquilizamos me tumbé a su lado en la cama.

-¿Y Liam?- preguntó en un susurro.

-Está en la sala de espera, quiere darnos privacidad- ella solo asintió- Oye...no quiero que te vayas pero, si es lo que quieres...

-No es lo que quiero- me interrumpió, mirando la sábana de la cama- es lo que necesito...

-Comprendo.

-Kim- me miró- quiero salir de esto, sé que no estoy bien. Y si me quedo no estaría bien por parte de ninguna de las dos, al menos no para mi bienestar.

-Lo sé.

Nos quedamos disfrutando esos momentos juntas en silencio unos segundos hasta que yo volví a hablar:

-¿Sabes?- Mel me miró- Ir a Europa siempre ha sido mi sueño desde pequeña- sonreí.

-¿Y eso?

-Mi madre siempre me decía que nos iríamos a Europa algún día, supongo que desde que la ingresaron empecé a desear huir con ella más que nunca, y ahora no podré hacerlo...

-Bueno- me agarró la mano en señal de apoyo- entonces yo cumpliré tu sueño- me sonrió- piensa en eso. ¿No tienes ninguno más?

-Sí, pero ese ya es un poco más complicado la verdad.

-Venga, dilo.

-Me gustaría dedicarme al fútbol...- sacudí la cabeza- es una tontería, la verdad.

-No es una tontería, solo es complicado. ¿Sabes a qué quiero dedicarme yo?- sonrió.

-¿A qué?

-Quiero ser psicóloga infantil.

-Eso está muy bien Mel- sonreí y le di un beso en la mejilla- ¿y te dejarán estudiar mientras te recuperas?

-Se supone que sí, por el momento nos han dicho en las charlas en grupo que eso depende de cómo nos vayamos recuperando.

-Bueno, pues seguro que serás una psicóloga de diez- ella se rio y me besó.

Cerré los ojos sintiendo todo, sintiéndola a ella.

Nos volvimos a quedar unos minutos en silencio jugando con nuestras manos.

-Bueno Mel, entonces le diré a Liam que autorice que te trasladen ¿vale?- ella asintió- ¿Sabes a qué centro quieres ir?

-No me importa...pero uno donde se hable inglés- se rio.

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