KIM
Mel se había quedado dormida llorando, yo lo seguía haciendo en silencio, no quería despertarla.
Era verdad lo que le había dicho a Melanie hacía unos minutos, llevaba meses notando que estaba perdiendo peso, pero nunca pensé que lo notaría tanto al volver a verla después de meses. Y no quería hacerla sentir incómoda sacando el tema.
Me acabé quedando dormida.
***
Me desperté con el rímel corrido y el pelo desordenado.
La rubia me trajo una bandeja con algo de desayunar, noté que no quería mirarlo demasiado, pero me vio comer.
-¿Quieres?- le ofrecí una tostada- Están ricas, te va a gustar.
Ella negó con la cabeza, bajándola.
-Y... ¿quieres salir de ese ciclo que has estado formando?– alzó la mirada y se acomodó, sentándose de piernas cruzadas junto a mí- Quiero decir...
-Sé lo que quieres decir...y no sé. Por una parte, siento que así estoy bien, pero otra sabe que no es verdad y, creo que necesito ayuda.
-Bueno...- dejé la bandeja con la comida a un lado.– podemos ingresarte en un hospital o...- dejé de hablar cuando Mel me tocó el hombro y me miró triste.
-Me parece bien, pero mis padres...
-Yo hablaré con ellos- la interrumpí poniéndome de pie- Sé que no van a querer escucharme pero...supongo que es mejor que nada.
Me dirigí a la puerta de su habitación, pero me detuve cuando oí a Mel hablar:
-Sobre lo de tu ma...
-No importa...- la interrumpí, evitando el tema- estoy bien, quiero ayudarte.
Salí de su habitación, con paso decidido.
-Hola señor y señora Baker- dije cuando los encontré en el salón- Quería hablar con vosotros de una cosa que le está pasando a Mel.– no me miraban- Está pasando por un TCA, un trastorno alimenticio, como deberíais haber notado por su bajada de peso estos meses.
-Ella nos dijo que era por hacer ejercicio, y si no fuera así, tampoco me importaría. Esos problemas son solo para llamar la atención.
<<Qué maja su madre.>>
<<Nótese la ironía.>>
-Entiendo su punto de vista pero eso no es así, no es una excusa, de hecho es un problema grave.
-Pues nos dan igual sus problemas.
Decidí no insistir, no cambiaría nada, y no quería enfadarles demasiado, así que volví a la habitación de Melanie.
MELANIE
Kim me contó cómo fue la conversación con mis padres. No pensé que pudiera importarles tan poco el tema, se supone que si tienes hijos, debes preocuparte por ellos y cuidarlos, pero al parecer ese no era el caso.
La castaña me abrazó, y eso fue lo último que necesitaba para empezar a llorar:
-Kim...no tengo cura...
-Ey, no pasa nada, encontraremos algo.
-Pero no vamos a poder si ellos no quieren.
-Ya pensaremos en una solución...
Cuando logré tranquilizarme Kim hablo de nuevo:
-Yo te pagaré la terapia y el tratamiento, solo necesitamos convencer a tus padres con que ellos no pagarán.
-No, no voy a dejar que hagas eso. Tú lo necesitas más que yo.
-Bueno...la herencia de mi madre puede ayudar...
-No tienes por qué hacerlo Kim, ella era importante para ti, y darlo así como así...a lo mejor luego te arrepientes.
-No me voy a arrepentir por ayudarte.
Seguido de esas palabras salió de la habitación.
Ella siempre era así, decidida, y me encantaba por ello y por mil cosas más.

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Ayúdame a Vivir
Novela JuvenilKim no entiende qué es vivir ni su sentido y arrastra una vida complicada, Melanie es una inexperta sometida a muchas críticas. Si toparse con alguien en el pasillo es de película, Kim lo odiaría, pero Melanie es una persona demasiado llamativa como...