KIM
El sonido del despertador me hizo abrir los ojos, me levanté rápido, estaba cansada, pero si me retrasaba un poco, podría perder el autobús y llegar tarde a clase y, no es que me apasionara ir a clase, pero no quería estar en mi casa más tiempo del suficiente para asearme, vestirme y desayunar.
Mientras me dirigía al baño y encendía el agua fría de la ducha, miré el móvil, ningún mensaje.
<<Vale, sé ve que vino por educación ayer.>>
Solté un suspiro, estaba harta de estar sola.
Tiré el móvil a la cama bruscamente antes de volver a meterme al baño.
Después de ducharme me asomé al salón, efectivamente William ya estaba en casa. Lo encontré dormitando en el sofá, como hacía siempre, seguía sin saber por qué no dormía en su cama, supongo que le resultaba más fácil tirarse en el sofá nada más llegar que tener que andar borracho hasta su habitación.
Fui a la cocina, el sándwich que le había hecho la noche anterior seguía en la isleta, pero no lo cogí. Decidí no desayunar nada ya que, no había comida y si cogía el sándwich tal vez mi padre me las pagaría, y quién sabe, a lo mejor hasta se daba cuenta de la presencia de su hija por un simple desayuno.
***
Saqué unos vaqueros anchos y una camiseta y sudadera iguales del armario, tardé poco en vestirme, y en cuanto estuve lista me dirigí al baño a maquillarme.
En general no me maquillaba mucho, no como algunas personas que lo hacían demasiado y se ponían base, sombra de ojos, colorete, etc. Solo me gustaba hacerme el eyeliner negro y ponerme un poco de base para tapar algún grano y las ojeras, pero ya está, nunca quise cambiar nada de mí, y tampoco es que tuviera el prototipo de cuerpo de aquel entonces. Pero la gente a veces pensaba que llevar ropa ancha y maquillaje era debido a las inseguridades, y se equivocaban completamente en mi caso, la verdad.
Al terminar me puse la mochila del instituto al hombro y salí del piso camino al autobús, esta vez sin mi padre gritándome como un loco desde la ventana del salón.
Subí al autobús, como siempre con mucha gente, con los cascos puestos camino de otro día de clase.
***
Durante las primeras horas de clase fue todo como siempre, estaba en primera fila, ya que siempre las últimas estaban ocupadas por los que llegaban antes que yo, y era la única que atendía a la pizarra y al profesor. Y no sé qué tenían conmigo los profesores, pero siempre que los miraba más de cinco minutos comenzaban a mirarme más seguido con temor a que les gritara algo.
<<Supongo que han corrido los rumores del primer día con el señor Brown.>>
En alguna clase que no recuerdo comencé a sentir un mareo, se me nubló la visión y cuando volví a abrir los ojos estaba en el suelo rodeada por cuatro alumnos y el profesor, todos mirándome sorprendidos. Me había desmayado, y seguramente había sido por no tomar el desayuno, no había sido la primera vez que no desayunaba, pero sí la primera vez que me desmayaba por ello.
Me levanté rápido y me aparté cuando el profesor quiso ayudarme a sentarme en la silla. Él sin embargo pareció preocupado, como el resto de la clase.
En la hora siguiente el profesor que estaba impartiendo la clase recibió una llamada, la clase se quedó en silencio cuando cogió el teléfono.
-Hola...sí, está aquí- respondió mirándome fijamente- Ahora baja. Señorita Belanger- dijo tras colgar el teléfono- baje al despacho del director.

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Ayúdame a Vivir
Fiksi RemajaKim no entiende qué es vivir ni su sentido y arrastra una vida complicada, Melanie es una inexperta sometida a muchas críticas. Si toparse con alguien en el pasillo es de película, Kim lo odiaría, pero Melanie es una persona demasiado llamativa como...