MELANIE
El pulso se me aceleró cuando vi la notificación de un mensaje suyo después de tanto tiempo, había cogido el móvil pensando que Cath me había escrito, pero no había pensado en eso. Noté que el mensaje de Kim iba con un tono desesperado, así que no pude evitar preocuparme por ella.
Según sonó el timbre abrí la puerta de la casa. Kim se lanzó sobre mí llorando, correspondí su abrazo rápidamente, se notaba que algo no iba bien.
-Tienes que irte- la voz de mi padre sonó seria detrás de mí- No puedes estar aquí.
Kim no se movió y escondió la cabeza en mi hombro, aferrándose a mi cuello con ambos brazos.
-¡He dicho que te vayas joder!
Kim se alejó de mí rápidamente susurrando una disculpa y se dirigió a la puerta con la cabeza gacha.
-No- respondí seria a mi padre.
-¿No? He dicho que se vaya, y se va a ir.
Kim estaba a punto de atravesar la puerta de la casa, en dirección a la calle.
-No papá, no se va- lo miré desafiante.
-¡Claro que se va! ¡Y si no lo...!
-¡No!– lo interrumpí- ¡Kim es mi novia y se queda!– mi madre se tapó la boca y Kim se giró a mirarme- ¡Y lo va a hacer todo el tiempo que quiera!
No esperé a que mi padre respondiera, no quería hablar más, era una decisión. Arrastré a Kim a mi habitación, ella miraba al suelo, tenía el maquillaje corrido de llorar.
-Túmbate, es tarde, debes dormir...- le señalé la cama y miré cómo me hacía caso con una mirada triste, pero ya no lloraba.
***
Ninguna de las dos podía dormirse, ambas mirábamos al techo, en silencio.
Comencé a notar cómo Kim temblaba al otro lado de la cama. Me acerqué lentamente a ella, cuando notó mi presencia se giró bruscamente hacia mí y me rodeó con los brazos, escondiendo la cabeza en mi hombro de nuevo.
-Mi madre...- comenzó a hablar, llorando de nuevo- ella ha...
-Sshh tranquila- le susurré al oído acariciándole el pelo por detrás- no pasa nada...
-No quiero estar tranquila Mel...joder...ella se ha ido...y no va a volver nunca...
Seguí acariciándola hasta que se tranquilizó.
Comencé a sentir culpa, ella siempre me había estado contando sus problemas y yo llevaba mintiéndola desde hacía varios meses.
-Oye Kim...- ella asintió- yo...he incumplido la promesa que te hice...
-¿Qué promesa?- dijo sollozando un poco todavía.
-La que te hice la noche que te quedaste...y he estado buscando en internet y creo que...tengo un trastorno alimenticio...
Ella no respondió, ni siquiera se movió.
<<Tal vez no le importa.>>
Me separé de ella y le di la espalda, incómoda.
Pocos segundos después noté sus brazos rodeándome la cintura y su respiración en mi cuello.
Noté las lágrimas brotar de mis ojos y lloré en silencio.
-Ey, no pasa nada ¿vale?– me sorprendió que pudiera tratarme como si no le hubiera pasado nada a ella- Creo que me di cuenta hace unos meses...pero no quise decirte nada...no pasa nada, nada es tu culpa...

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Ayúdame a Vivir
Ficção AdolescenteKim no entiende qué es vivir ni su sentido y arrastra una vida complicada, Melanie es una inexperta sometida a muchas críticas. Si toparse con alguien en el pasillo es de película, Kim lo odiaría, pero Melanie es una persona demasiado llamativa como...