MELANIE
Elseñor Hunter, profesor de geografía e historia y un tío apasionado por lahistoria de nuestro país, nos enseñaba lo que para él parecía una partida depóker muy emocionante, pero que para nuestros jóvenes ojos era tan solo unesquema de la historia de Canadá que daríamos esas semanas.
-Buenochicos, como podéis ver, este tema será muy emocionante para todos,especialmente para los guays a los que nos gusta historia, ¿no?
Sí, me interesa mi país, pero llamar guay a eso no me parece muy... ¿Cómo diría él? Seguramente... chachi.
Y, sinceramente, dar historia a una panda de chavales hormonados a primera hora no es que emocione a nadie, pero ninguno de nosotros iba a quitarle la ilusión al pobre hombre.
Miré el reloj que había encima de la pizarra, quedaba más de media clase.
<<Leer es tentador, no lo niego.>>
Estiré el brazo hacia la cajonera y saqué el libro, me pegué un poco a la pared y me escondí tras la columna que había delante mía. Truco que nunca falla, llegar pronto y coger el mejor sitio para no hacer nada durante la clase.
Diez minutos de emocionante triángulo amoroso y fantasía después, el señor Hunter apareció como un fantasma detrás de mí.
-Supongo que te está gustando mucho la clase ¿no es así?
-Bueno...emm...la verdad es que está siendo muy...chupi...
-Fuera de mi clase- me interrumpió señalando la puerta con una mirada seria.
-¿Cómo? No...emm...ya lo guardo...yo...
-Hedicho- hizo una pausa para relajarse- Le he dicho que le invito a que salga yno vuelva hasta mañana a mi clase, que es...- miró a su alrededor buscando un horario,que ya habían quitado y tirado varios tíos al entrar a la clase- ¡Delegado!
-¡Sí,señor!- se levantó un chico moreno de su silla rápidamente.
-¿A qué hora hay clase mañana?
-A segunda, señor.
-Muchas gracias, Michael...
-Michael es él, yo soy Richard- dijo el chico decepcionado señalando a un pelirrojo y sentándose.
Me levanté de la mesa y recogí mis cosas antes de salir, escuchando a mi espalda cómo el profesor llamaba como su suegra a una chica albina de la primera fila.
El señor Hunter puede ser muy majo, pero cuando tocas un tema sensible, como la historia para él, se pone serio y te echa de clase, dicen que un año echó a siete personas solo por toser e interrumpir la clase. Por cierto, una semana después todo el curso estaba enfermo.
Caminé por el pasillo, mirando al suelo distraída.
Choqué con algo blandito, al menos así ya sabía que no era la pared.
-¿¡Pero qué coño ha...!?
La chica dejó de hablar al verme, mientras, yo levantaba la cabeza confundida.
Nadie habló, miré su pelo, castaño oscuro, un poco más bajo que la barbilla y cortado a capas. Miré sus ojos oscuros, pero estos no miraban a los míos.
Seguí su mirada hasta dar con el punto exacto de su interés.
<<Ay, me mira a los labios.>>
Me puse roja, no pude evitarlo. Quiero decir, nadie me miraba nunca a los labios.
Noté cómo mis brazos se rendían por la vergüenza y dejaban caer los libros, sí, me había dejado la mochila en clase, ridículo ¿verdad? Ya pasaría a recogerla en el tiempo libre o entre clases.
Me agaché a recoger los libros y observé cómo las Converse negras y sucias de la otra chica pasaban por mi derecha, esquivándome.
-Emm...- no me salían las palabras, no sabía ligar y menos si me esquivaban como a la caca de los perros, de todas maneras ¿a quién se le ocurre ligar con una tía con la que se ha chocado hace pocos segundos? Sí, a mí- jope...qué torpe...pero dile algo... ¡Eeh, soy Melanie!
Mi argumento no es que sea muy bueno pero...en fin, al menos sabría mi nombre.
<<Pero no ha contestado.>>
No me escuchó, seguro.
Me levanté del suelo y miré hacia atrás, la chica había desaparecido, y mis oportunidades con ella también.
<<No exageres, solo os habéis mirado una vez.>>

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Ayúdame a Vivir
Fiksi RemajaKim no entiende qué es vivir ni su sentido y arrastra una vida complicada, Melanie es una inexperta sometida a muchas críticas. Si toparse con alguien en el pasillo es de película, Kim lo odiaría, pero Melanie es una persona demasiado llamativa como...