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MELANIE

-¿Con quién has estado, Melanie?- me preguntó mi padre- Otra vez has llegado tarde, ya van dos días, a la próxima no saldrás de nuevo.- bajé la cabeza- Así que te repito... ¿con quién has estado?

-Con Catherine- mentí.

-La chica que se acaba de irse no es Catherine, Melanie, no me mientas.- me recorrió un escalofrío- ¿¡Quién era esa!? – recalcó cada palabra que gritaba señalando la ventana por la que seguramente habían visto a Kim irse.

-Es una nueva amiga de clase.

-¡Las amigas no se dan besos de ese tipo, Melanie!

-¿Pero os estáis viendo? Es solo un beso en la mejilla, parecéis enfermos, veis cosas donde no las hay.

Les esquivé y subí las escaleras para ir a mi habitación, mis padres siguieron gritando por detrás, siguiéndome:

-¡Encima de gorda, fea y comilona nos has salido gilipollas y bollera!– gritó mi madre.

<<Auch.>>

Me senté en el borde de la cama mientras seguían gritándome.

-¿¡Acaso no te hemos educado para que no seas una enferma de esas!?- gritó mi padre.

-¡Parad!- dije con lágrimas en los ojos- ¡Parad, parad, parad!

-Repito ¿¡acaso no te hemos educado bien!?- no contesté, me tapé los oídos y apoyé la frente en mis rodillas para no escucharlos- ¡Contesta joder!

-No- susurré.

-¡Más alto!

-¡No!

-Qué idiota eres. Al menos podrías adelgazar un poco, a ver si así le gustas a algún chico, que al menos que no tienes futuro podrías verte bien, pero ni sabes hacer eso- dijo mi madre con desprecio.

-Iros... ¡Iros ya por favor, dejadme en paz! – exploté, levantando la cabeza.

-Pff- dijo mi madre con una sonrisa amarga- qué exagerada.

Se fueron de la habitación y me levanté para cerrar la puerta con un portazo.

Me tiré en la cama, llorando, no me esperaba que un simple beso en la mejilla pudiera desencadenar en todo aquello.

<<¿Es cierto lo que han dicho? ¿Tengo que adelgazar?>>

<<¿Y si es verdad que no tengo futuro?>>

<<¿Kim me querrá con este cuerpo o está fingiendo?>>

<<¿Debo adelgazar?>>

Levanté la cabeza con lágrimas recorriendo mis mejillas.

<<Sí, es eso, me querrán si adelgazo. Ella me querrá si adelgazo, solo finge que le gusto, pero odia mi cuerpo. Yo odio mi cuerpo.>>

Caminé hacia el baño lentamente, sabía lo que iba a hacer. Me miré en el espejo.

<<Así no le gusto a nadie, estoy gorda, debo adelgazar.>>

Miré el retrete y me acerqué a él.

<<Si vomito voy a mejorar mi aspecto, sé que voy a mejorar.>>

Me arrodillé ante él, con la mente nublada por mis pensamientos, y me dejé llevar.

Metí dos dedos en mi boca y esperé a que empezaran a darme arcadas, cuando comenzó a suceder sabía que lo estaba haciendo bien. Acerqué más los dedos a mi garganta y noté cómo las arcadas empezaban a hacerse más constantes.

Vomité varias veces hasta sentirme vacía por dentro. Me puse de pie sonriendo, y me volví a mirar en el espejo, la sonrisa se esfumó de mi rostro.

<<Sigo siendo tan fea y gorda como antes...>>

Esa noche decidí no cenar.

<<No me lo merezco...no si engordo.>>

Mis padres no subieron a decirme nada al respecto, estaban de acuerdo con mi decisión de no comer nada, y yo también.

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