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MELANIE

Me seguía sintiendo mal por no poder mejorar rápido.

<<¿Qué hago mal?>>

Y no ayudaba que sintiera que todo allí fuera avanzaba menos yo, todo el mundo crecía, cambiaba, de repente a todos parecía que les iba bien en todo, menos a mí. Incluso a Kim le iban bien las cosas, de hecho ese día tenía partido, y yo me sentía culpable por no poder ir a verla jugar, aunque a ella parecía no importarle que no fuera.

-¿Melanie Baker?- preguntó una enfermera asomándose por la puerta de la pequeña habitación.

-Sí- dije intentando forzar una sonrisa.

Ella pasó y acercó una silla junto a mí. Yo estaba sentada en un escritorio que me habían puesto en la habitación hacía unos días.

-Verás, tengo una noticia para ti- asentí con el corazón acelerado- Tu TCA es demasiado avanzado para nuestros tratamientos y no podemos hacerlo mejor...

-¿Entonces queréis que me vaya?

-No, al contrario- sacó un papel de su uniforme y lo puso frente a mí, yo lo cogí.

-¿Qué es?

-Son centros fuera de Canadá que tienen mejores tratamientos, los de Canadá son muy caros, y según el presupuesto que nos ofrecen los que pagan tu tratamiento, no os lo podéis permitir.- asentí procesando la información- Y he mirado personalmente según cómo os podría ir bien para el futuro y los de Europa son vuestra mejor opción.

-¿Entonces?

-Solo necesitamos la autorización para saber que tus tutores legales y quien te paga el tratamiento están de acuerdo, así que coméntaselo y nos dices.

-¿Podéis decírselo vosotros a mis padres?- la enfermera pareció un tanto confundida.

-Sí, claro, lo que quieras.

-Gracias.

-Bueno, me voy ya corazón, adiós.

-Adiós.

Me tomó unos minutos entender lo que sucedía, me tendría que marchar si quería recuperarme, dejarlo todo atrás, a Kim y a Cath...

Comencé a ponerme nerviosa y sollozar, no quería irme, no así, no por eso.

Llevaba semanas sin vomitar, pero aquel día confié demasiado en que eso me ayudaría y volví a hacerlo.

Esa misma tarde, oí a mis padres hablar en el pasillo con un médico:

-Llévensela a donde quieran, como si es a la otra punta del mundo, no me importa- dijo mi madre.

-Bueno- el médico soltó un suspiro- si están de acuerdo firmen aquí los dos- sacó una hoja de su uniforme y se la ofreció a mis padres junto a un boli.

Firmaron en silencio y se fueron sin despedirse.

***

Solté un suspiro de cansancio y cambié de posición en la cama, cogí el móvil y miré la hora.

Pensé en Kim, ella seguiría en el partido, tendría que decirle lo que me había dicho la enfermera tarde o temprano, sabía que me apoyaría pero era yo la que no quería alejarme de ella, no después de todo.

Decidí mandarle un audio.

<<Lo escuchará cuando salga del partido...>>

Mantuve la yema del dedo en el botón de grabar y comencé a hablar:

-Hola Kim...emm...los médicos me han dicho que...que...- noté cómo se me comenzaba a quebrar la voz- van a tener que trasladarme a Europa...por mi TCA, dicen que es grave...- me quedé en silencio unos segundos antes de volver a hablar- Sé que estarás jugando la final, y siento no poder estar contigo, como ya te dije...- sentí las lágrimas resbalar por mis mejillas- Verás... yo quiero recuperarme, pero también quiero estar contigo y...y...no sé...ven...por favor, ven...

Corté el audio y me tapé la cabeza con la almohada.

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