Capítulo 59 (Recta final) + Noticias importantes

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Primero que todo, quiero disculparme por no actualizar la semana pasada

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Primero que todo, quiero disculparme por no actualizar la semana pasada. La razón es que estoy trabajando en la continuación del Club. ¿Qué sucederá? Les explico un poco más al finalizar este capítulo. Por ahora quiero agradecer todo su apoyo y cariño. No saben lo importante que es para mí leer sus mensajes. No olviden que si les gusta un voto o un pequeño comentario es muy importante para mí ❤️

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Cuando Pao dijo que no quería volver a saber de mí lo decía muy en serio. No contestaba mis llamadas, me bloqueó en sus redes y era tal su rechazo por mí que incluso dejó de ir a trabajar con la excusa de estar en exámenes finales. Pao nunca dejaba botada su responsabilidad, debía odiarme. Decidido a que no se extendiera la tortura esa noche tomé un taxi y me dirigí al lugar donde sabía la encontraría. Necesitábamos hablar, aclarar el malentendido.

Respiré hondo, repitiéndome todo mejoraría cuando le explicara que mi intención nunca fue darle la espalda, solo no supe expresar mi opinión, no escogí las palabras correctas, escogí un mal momento, pequé de conciliador... Daba igual, aceptaría mi error y entendería su reacción como algo natural. Esta vez sería la cabeza de la relación para dar con su corazón. Pero la seguridad que fui acumulando en el camino menguó un poco cuando no fue ella, sino su madre, quien me recibió.

—Emiliano —me saludó sorprendida al hallarme esperando tras la puerta. Le sonreí—. No te esperaba por aquí a esta hora —comentó de pronto, viendo al interior de la casa—, pero me da mucho gusto saber de ti —añadió.

—Igualmente —respondí. Pensándolo mejor, agradecí fuera ella y no su padre quien hablara—. Solo pasaba para saber si podría ver a Pao un momento —le pedí, disimulando mal mi impaciencia. Mi corazón ya estaba exigiendo encontrarse con el suyo, la extrañaba.

Entonces la sonrisa se esfumó de su rostro, apoyándose en la puerta se asomó una mueca pensativa en sus labios. Adelanté se trataban de malas noticias.

—Vaya, pues... El problema es que Pao no está —mencionó. Alcé la ceja, extrañado porque nunca solía andar fuera tan tarde. Ella misma pareció caer en cuenta de eso porque agregó enseguida—: Como son los últimos días en la veterinaria tiene mucho trabajo —me explicó.

El club de los rechazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora