Capítulo largo y de mis favoritos, sin duda.
De nuevo hice un esfuerzo descomunal para no abrazar mi propio cuerpo al oír los gritos felices de los niños y cómo la gente conversaba y se divertía en el parque. Preferí ver a Lizzy: estaba tan incómoda como el día que fuimos a Pizza Express, pero estaba disfrutando el movimiento a nuestro alrededor. Yo, en cambio, tenía los hombros tensos y las piernas me temblaban.
En ese momento, mientras Lizzy y yo estábamos solos en un espacio que no era el conservatorio, sentí tanta curiosidad como en aquella pizzería. Sus ojos grises, que días anteriores había visto apagados, y la ansiedad con la que estaba lidiando se disiparon. Definitivamente lucía como alguien que había vivido demasiado y que por eso tenía mucho para contar.
Escrutó a nuestro alrededor como si estuviera inventando historias en su cabeza o analizando el porqué de las cosas, no lo sé.
Algo había mermado su autoconfianza. No habíamos tenido muchos ensayos, pero vaya que me llamaba la atención cuán contrariada lucía mientras intentaba visualizarse en las audiciones. Por eso le dije:
-Supongo que por hoy quiero ser una persona... normal y preguntarte sobre ti. -Por muy despreocupado que intenté sonar, la tensión en mi cuerpo y el temblor en mis piernas, sobre todo en la izquierda, no se fueron. Me lamenté internamente.
Lizzy volvió a la realidad y me sonrió retadora.
-Dijiste que eras bueno escuchando. ¿Qué tanto aseguras haber conocido de mí? -Trazó círculos pausados con los hombros y cruzó los brazos sobre la mesa.
Esbocé una sonrisa «confianzuda».
-Bueno... Tienes diecinueve años; el 15 de octubre cumplirás veinte. Amas la música y crees que debe transmitir algo para que realmente la disfrutes. Estás en segundo año de Filología Inglesa. Tienes una amiga extraña y acosadora, pero que en el fondo luce como una buena persona; la otra da miedo. Tu primer amor platónico fue Taylor Lautner y tu debilidad, como le llamas, es Adam Levine. Tus bandas favoritas son Maroon 5, Imagine Dragons, Oasis, Keane, The Lumineers y Coldplay.
Lizzy parpadeó sorprendida y se tapó el labio inferior con el superior para ocultar una sonrisita.
-Acertaste.
Me agarré las manos por debajo de la mesa y mis labios se levantaron. Por supuesto que le prestaba atención.
Lizzy sonrió de lado y cuadró los hombros.
-¿Qué más quieres saber?
Una chica nos entregó unas cartas. Fingí que revisaba la mía mientras pensaba en mi respuesta. No pediría nada costoso; además, tenía el estómago revuelto.
Deposité la carta en un costado.
-¿Qué planes tienes para cuando termines la universidad?
Lizzy fijó los ojos en la mesa, pensativa. Un ápice de la tranquilidad que le había visto desapareció.
-Digamos que... tuve ciertos sueños ambiciosos -susurró, y tragó de manera dificultosa-. Siguen ahí, de hecho... En fin -me observó-, siempre quise trabajar en una editorial y ser pianista. Lo de ser escritora lo quería dejar para mis tiempos libres.
Su respuesta no tendría que haberme sorprendido, pues sabía que estaba estudiando Filología Inglesa y que la mayoría de la gente que lee también escribe; aparte, minutos atrás me había parecido que había inventado historias en su cabeza o qué sé yo.
La pesadumbre me produjo un sabor amargo en la boca. Tal vez, si hubiera sido otra persona, no habría sentido tanta curiosidad, pero... Notaba que en Lizzy todavía habitaba una chica apasionada por la música y la escritura.
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¿Una estrella que no se apaga? (Lost Souls #1)
RomanceWill Gallagher ama la música. Se ha convertido en su refugio después de que un accidente le dejara cicatrices en el alma difíciles de sanar. Ahora una noticia desgarradora amenaza con desbaratar sus sueños y poner en riesgo sus ambiciones. Pero una...