Estaba en la entrada trasera de blue lock pues los futbolistas se encontraban en la principal, había una mujer esperando a la que reconocí como Anri, la amiga de mi tía.
- Tu eres ___ Mizuhara ¿cierto?- yo le asentí y le di una pequeña sonrisa - Puedes llamarme Anri, los chicos entraran a blue lock en un rato, Ego-san les dará un discurso y luego entraran, yo te mostrare el lugar mientras tanto-
- Claro, Anri-san -le respondí.
Ella me mostro las instalaciones de Blue lock y como funcionaria todo aquí, les harían creer a los chicos que eran de los mas bajos ranking hasta la segunda fase lo que me parecía muy cruel pues imagina que llevas practicando algo toda tu vida y te digan que hay mas de 200 de tu edad mejores que tu como tus enemigos desde hoy, además si los eliminaban perdían su carrera futbolística.
Mi trabajo era ser la asistente de los chicos y esencialmente su primer contacto si tienen un problema, no me voy a encargar de sus lesiones graves y más bien mi trabajo era prevenir que eso sucediera. No era exactamente una enfermera, era mas bien una secretaria.
Los delanteros tendrían una actividad rápida al estilo de un juego de atrapadas donde debían eliminar a uno de sus compañeros para quedar en equipos de once y mi trabajo era llevar a los eliminados fuera de Blue Lock para luego presentarme a cada equipo.
Me instale en mi habitación, era un cuarto algo grande de blanco totalmente, tenia que ponerle algo de estilo yo misma.
Acomode mi colcha en la cama y mis libros en algunos estantes que había, también traje mis mangas por si acaso necesitaba volver a mis personajes de confort. Intente decorar lo mas posible el cuarto mientras esperaba que Anri me llamara para guiar a los chicos eliminados.
Envíe algunas fotos a mi chat grupal con mis amigas y salí en cuanto Anri me llamo. Fui a donde me dijo se encontrarían los eliminados y así encontré a un montón de adolescentes con rostros destruidos, me di cuenta de lo cruel que era este proyecto pues ellos debían despedirse de sus sueños a partir de este momento.
- Hola, necesito que me sigan a la salida por favor - ninguno hablaba, algunos lloraban, otros se veían apunto de matar a alguien y yo los guiaba a la salida de sus sueños, me sentía un monstruo. Como Caronte de la mitología griega llevando en una barca a las almas directo al inframundo.
Me pare junto a la salida para esperar a ver que todos salieran, sintiéndome como un ser horrible por esto.
Me dirigí inmediatamente a uno de los equipos Z, toque la puerta y esta fue abierta por un chico de cuerpo bastante fuerte y cabello anaranjado.
- Hola necesito pasar a presentarme - dije un poco bastante rápido y el abrió la puerta para que pasara.
- Adelante - me dijo, este hombre se veía amable eso era bueno.
- Mucho gusto, soy ___ Mizuhara, yo los ayudare a entrenar en su estancia en blue lock - dije mostrando una sonrisa nerviosa mirando a los once chicos presentes.
Ellos creen que hay 25 equipos (si hay 25 equipos) que van de la "B" a la "Z" con cada conjunto de cinco veces en un estrato que vive en las mismas condiciones, citando las palabras de Ego. En realidad voy a visitar a 25 equipos que creen estar entre lo mas bajo de blue lock (de V a Z).
- Para que necesitaríamos una jodida chica que nos ponga a entrenar - dijo uno de ellos, su cabello era claro y tenia pestañas gruesas y oscuras además de una cara poco amigable contraria a la del chico de la entrada.
- No debes hablarle así a una chica - lo regaño el chico amable que ahora me agradaba aun mas.
- ¡Y tu no me digas que puedo decir y que no perra! - le contesto. Como una persona poco acostumbrada a esa clase de insultos pues de las personas cercanas a mi solo Seyan insultaba y no así.
- ¿A quien llamas perra?- el chico de cabello anaranjado alzo algo la voz pero seguía viéndose tranquilo.
Decidí ir directo a el punto para dejar de ver esta escena lo mas pronto posible.
- Necesito darles sus horarios para mañana...- empecé a hablar pero fui interrumpida ahora por otro chico.
- No entiendo porque te quejas, seremos bendecidos con la presencia de esta hermosa chica- dijo un chico un poco mas bajito que los otros acercándose a mi, tenia bastante marcadas sus mejillas y tenia una amplia sonrisa - Soy Imamura Yudai preciosa Mizuhara-san - me dijo sonriéndome ampliamente.
- Um...ah... mucho gusto - respondí sin saber que decir, solo quería irme para repetir esto con los otros 24 equipos.
- ¿Enserio crees que tendrás una oportunidad con ella? - dijo sarcásticamente un chico de cabeza rapada.
- De todos aquí eres el que menos oportunidad tiene - respondió un chico de cabello esponjado y el rapado comenzó a gritarle.
- La están asustando - ahora hablo un chico de cabello largo y posiblemente el cabello mas hermoso que vi en toda mi vida. Me pregunte si de verdad me veía asustada por como los once me miraron.
- Ah no te asustes Mizuhara-channn, no mordemos - me dijo un chico de cabello oscuro con la parte de abajo de color amarillo sonriéndome - Soy Bachira, podemos ser amigos si tu quieres -
¿La sonrisa dulce de este chico daba miedo? Extrañamente si.
- Ya guarden silencio y déjenla hablar, tengan educación- contesto el amable, todos se callaron y me di cuenta de que era porque le estaban tapando la boca al agresivo.
- Gracias - dije haciendo una pequeña reverencia y tomando nota de preguntarle su nombre para cuando volviera a este equipo - Deben despertar a las 7:00 de la mañana para desayunar, a las 8:00...- procedí a darles su horario y explicarles que de cualquier forma la pantalla de su cuarto les avisaría su actividad de cualquier forma.
- Si no te molesta que pregunte, ¿Cuál es tu trabajo aquí? - pregunto el uno de cabello negro que había estado callado - Soy Isagi por cierto -
- Claro, mucho gusto, yo los ayudare con las distintas fases de blue lock para llevarle el reporte a Jinpachi Ego además de que me encargare de sus lesiones no graves -
- A mi me patearon en la cara - dijo el de cabeza rapada acercándose - ¿me puedes revisar?
- Amm, claro- procedí a preguntarle si se sentía mareado o algún signo preocupante pero al parecer estaba en perfecto estado solo por un pequeño morete.
- Necesito marcharme rápidamente para ir con los otros equipos pero nos veremos de nuevo - dije algo ansiosa por salir pues el tal Imamura ya parecía querer hablarme.
El chico que me recibió procedió a abrir la puerta para mi.
- Ah por cierto, ¿Cómo te llamas?- le dije en la puerta.
- Kunigami - contesto sonriéndome.
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