Nunca creí enamorarme, al menos no en mi adolescencia. El amor joven era algo tan delicado y frágil que después de que la llama se enciende se puede apagar con el mas leve viento.
No es que yo no quiera enamorarme en algún punto de mi vida pero abrirle tu corazón de esa forma a alguien, mostrarte tan delicado frente a otra persona realmente da miedo. A decir verdad no me siento lista para amar aun y poder mostrarme así de frágil a alguien.
Tal vez solo tengo dieciséis años y nada de experiencia en el amor pero he escuchado todas las experiencias amorosas de mis amigas para entender que el amor a esta edad es bastante corto y ¿para que enamorarme si de cualquier forma no durara?, Aunque seria mejor empezar por decir que nunca me ha gustado alguien de verdad.
Seguía pensando en todas mis ideas en contra del amor adolescente gracias a mi amiga Nakano que decidió pasar el receso contándonos sobre como termino su mas reciente relacion a Seyan, Mina y por supuesto a mi. Nosotras ya le habíamos advertido que el chico nuevo no era para ella pero como siempre nuestra querida y enamoradiza Nakano decidió salir con el.
- Seriamente, nosotras te dijimos que no era el indicado desde el inicio - dijo Seyan después de que Nakano contara su historia.
Esta vez el chico la había engañado con una chica de distinta escuela, ella lo descubrió cuando intento sorprenderlo después de clases y lo vio con la otra chica. Naka-chan era un buena chica, con un gran corazón pero el problema era que siempre encontraba a los peores chicos.
- Lo se, las escuchare la próxima vez - respondió Nakano tirando la cabeza sobre la mesa, Mina acaricio su cabello levemente.
- Y cada vez dice lo mismo - me dijo Seyan - me siento como un disco rayado cada que nos trae un chico nuevo- añadió.
- Por lo menos se esta poniendo interesante, ahora tenia hasta un tatuaje en el cuello - dije sonriendo - Quiero ver como se será el siguiente-
Sabia que a Naka no le molestarían mis comentarios y que tal vez la animarían un poco.
- En mi sincera opinión la calidad bajó después del latino - me contesto Seyan con una voz seria - Pero cuando volvió con el latino meses después ya no fue lo mismo-
- Las secuelas nunca son buenas, Sey - le respondí intentando sonar igual de seria pero Seyan ya no pudo y se rio un poco.
- Tal vez es hora de empezar una en solitario, Nakano- dijo Mina que aun jugaba con su cabello, eso siempre hacia para relajarnos
- ¿Pero así como conoceré al amor de mi vida? - pregunto ella aun con la cabeza en la mesa.
- Esperaras hasta que llegue el indicado - conteste sonriendo, Nakano levantó la cabeza para mirarme.
- Así nunca encontraras el amor ___, tu ni siquiera te permites amar- me contesto.
-Uso el punto débil ¿no es así?- escuche decir a Seyan.
- Ya se los he dicho, simplemente no es mi momento para amar - decidí hacer corta mi explicación hoy pues era mas importante centrarnos en Nakano.
Dejamos que ella siguiera despotricando sobre todo lo malo del infiel mientras murmurábamos algunos, 'Claro', ' era obvio' o en el caso de Sey algunos insultos.
La hora de receso estaba por finalizar por lo que recogimos nuestras cosas de la mesa en la que comimos y subimos hacia el salón de nuestra siguiente clase.
- Tengo hambre - me dijo Seyan mientras subíamos
- Acabamos de comer - contesto Mina rodando los ojos
- Pero me quedo un hueco, ¿han visto a Pablo Escolar?-
Por primera vez hoy Nakano se rio junto conmigo, Pablo Escolar era el apodo de Sato-san un alumno de primer año que vendía golosinas o comida chatarra en general desde que nuestra escuela prohibió la comida chatarra en la tienda de la escuela menos los viernes.
Lamentablemente para Sey el timbre sonó antes de que encontráramos a Pablo por lo que lidiaría el resto del de las clases con una Seyan hambrienta y esa era el peor tipo de Seyan.
Las cuatro entramos al salón y nos sentamos en nuestros lugares, nos tocaba clase de matemáticas para mi desagrado. El profesor nos dio unas hojas impresas con diferentes ecuaciones, vi como Mina las contestaba fácilmente mientras tanto yo me preguntaba cuando empezamos a combinar números y letras.
- Mizuhara, te quieren ver en dirección - me dijo el profesor con su sombría voz cuando pasaba a revisar que tantas ecuaciones teníamos resueltas. Murmure un simple 'gracias por avisarme' y salí del salón no sin antes recibir una mirada de mis tres amigas preocupadas.
Me pone muy nerviosa la idea de que me llamen a la oficina del director y por eso no dejaba de repasar todo lo que pude haber hecho mal en mi camino. Llegue a la conclusión de que reprobé el examen de química de la semana pasada y por eso me llamaban, aunque eso no parecía un tema para ir a dirección a menos que ese examen fallido signifique que reprobé todo el año.
Llegue a la oficina y toque tal vez un poco mas fuerte delo que me hubiera gustado y escuche la voz del director dentro diciéndome que pasara.
- Ah Mizuhara ___, que bueno verte, toma asiento por favor- el director me dedico una sonrisa y me indicaba con su mano sentare en la silla frene a el, ¿Qué clase de sadomasoquista puede sonreír así antes de decirte que vas a reprobar?
Me senté donde me indico, mis piernas habían comenzado a temblar un poco, tal vez no era la mejor estudiante, no destacaba en participación mas que en literatura pero yo intento entregar todas las actividades para no perder puntos.
- ¿Tu sabes quien es Ego Jinpachi? -
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Hola, soy la escritora, puedes decirme Rose o Luna.
Esta es mi primer historia totalmente hecha para cada uno de los lectores, espero te guste <3
